Accesibilidad inaccesible

Con Mª Mar y Sergio nos acercamos al día  a día de las personas con discapacidad que se mueven en silla de ruedas

Autobuses urbanos, edificios municipales, teatros y cines, establecimientos comerciales, pasos de peatones, pavimentos… Los grandes fallos de accesibilidad en Burgos

Accesibilidad inaccesible Baches en el camino. PCR

Ser autónomo. Ese es el principal reto al que se enfrentan las personas con discapacidad o movilidad reducida. Poder moverse por la vida sin necesidad de un acompañante, sin depender de nadie. En sus hogares, adaptados normalmente a sus necesidades, prácticamente ya lo han conseguido. De puertas para afuera es otro cantar. Con Mª Mar Ramírez, concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos, y Sergio, usuario de Fedisfibur, descubriremos cuáles son las dificultades que tienen que sortear en su día a día las personas que, como ellos, se mueven en silla de ruedas.

Sergio y los autobuses

La principal preocupación de Sergio son los autobuses urbanos. Para ir a estudiar, cuando queda con sus amigos, cuando necesita hacer alguna gestión… Sergio utiliza constantemente este servicio municipal y asegura que no está realmente adaptado para las personas con discapacidad. Las rampas instaladas en los vehículos fallan con mucha frecuencia: no se abren, no bajan lo suficiente o se quedan atascadas y se caen cuando subes la silla de ruedas. Además, muchas paradas de bus se hacen directamente sobre los aparcamientos de la calle, por lo que Sergio no dispone de espacio suficiente para subir o bajar del vehículo.

Utilizar el transporte público “es una aventura”, insiste. Todas las mañanas, cuando sale de casa, lo primero en lo que piensa es “¿a ver qué pasa hoy?” Se pregunta si podrá coger el bus que quiere o tendrá que esperar al siguiente porque la rampa esté averiada, o si tendrá que ayudarle el conductor, o, incluso, si se encontrará con cochecito de bebé en el espacio que, según normativa, está reservado exclusivamente para personas en silla de ruedas. Sergio reconoce que, si tiene que pedir ayuda, lo hace, pero “me gustaría que no me tuviera que ayudar nadie”, porque así uno se siente como más discapacitado, asegura.

Plataforma en el Ayuntamiento. PCR

Plataforma en el Ayuntamiento. PCR

El usuario y el Ayuntamiento

Pero el Servicio de Autobuses no es el único que presenta problemas de accesibilidad. Prácticamente todos los edificios municipales tienen importantes deficiencias, comenzando por el Ayuntamiento. Las puertas que dan acceso a cada una de las secciones son de cristal y se abren por sensores de movimiento (aunque no siempre detectan a las personas en sillas de ruedas), pero las que llevan a los baños y al interior de ciertos departamentos son de madera y abatibles, por lo que se requiere, no ya de una persona, sino de dos para mantenerlas abiertas.

Por lo que respecta a los baños públicos, únicamente están adaptados los de la primera planta y, vistos de cerca, asegura Mª Mar Ramírez, tienen errores: las barras de apoyo son fijas cuando deberían poder moverse para adaptarse a las necesidades de cada discapacitado. Afortunadamente en este caso, están adaptados ambos baños, porque en muchos lugares sólo lo están los de mujeres o se cuenta con uno para ambos géneros, debido a que se les considera un género neutro. A Sergio le basta con que haya alguno adaptado, porque en muchísimos establecimientos comerciales, bares o pubs ni siquiera se lo encuentra.

La normativa obliga a todas las administraciones públicas, y a los nuevos edificios y establecimientos privados, a contemplar accesos y servicios adaptados, pero no siempre se cumple. De hecho, Mª Mar reconoce que “somos el país con más normativa al respecto de toda Europa, pero también uno en los que más se incumple”. Además, “las soluciones no son complicadas, sino que se hacen complicadas”, puesto que para el problema de los baños bastaría con hacerlos más grandes, no es necesario hacer cuatro compartimentos diferentes.

Y para evitar cometer errores está el Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas, que asesora gratuitamente a cualquier entidad o ciudadano particular. Al Equipo de Gobierno se le ha propuesto en numerosas ocasiones que solicitase la elaboración de un plan de accesibilidad, pero sin éxito. Un estudio de estas características evitaría, por ejemplo, que los mostradores de atención al público no estuviesen a la altura de las personas en silla de ruedas. En estos momentos, el único que está adaptado es el de Información.

Sergio: “Viendo que necesitas que te echen una mano te sientes más discapacitado”

Las experiencias de una concejala

La parte vieja del Ayuntamiento, donde se ubica el despacho del alcalde y el Salón de Plenos, es prácticamente inaccesible, asegura Mª Mar. La única forma de llegar es a través de la plataforma que se encuentra en la segunda planta, con más de 15 años de antigüedad y que se estropea con gran facilidad. Desde el Equipo de Gobierno han anunciado que la van a cambiar próximamente y que van a instalar una plataforma en la sala de prensa, aunque, en este caso se van a gastar 10.000 euros sin necesidad, indica Mª Mar, porque el problema se habría solucionado con una simple rampa en zig-zag.

En ambos casos, aunque es la concejala socialista la que más sufre las consecuencias de la falta de accesibilidad, puede ser cualquier ciudadano el que tenga que enfrentarse a ellas. Mª Mar asegura que “no pido más pero tampoco menos que el resto de personas” y, laboralmente, su trabajo como concejal se ve muy limitado. No sólo están las dificultades de acceso al Salón de Plenos o a la Sala de Prensa, si no que tampoco puede reunirse con sus compañeros concejales en el edificio donde se ubican los grupos políticos, en la Plaza del Rey San Fernando, porque es muy antiguo y no tiene ascensor.

“Te están excluyendo de la participación política”, insiste, mientras recuerda que tiene que trabajar desde casa, donde almacena los archivos que necesita para la gestión de asuntos municipales y que, si quiere quedar con algún colectivo o ciudadano, lo tiene que hacer en una cafetería. Mª Mar, que presenta una discapacidad sobrevenida, no se conforma con lo que hay, aunque reconoce que “hay días que te cansas”, porque se enfrenta a un “reto diario”. Ya sea en el trabajo, cuando va a comprar, queda con sus amigos, va al cine o al teatro. “La sociedad nos hace discapacitados”, asegura, porque les impide ser autónomos.

Dificultades para acceder a las tiendas. PCR

Dificultades para acceder a las tiendas. PCR

Ocio y tiempo libre

Al igual que el Ayuntamiento no está convenientemente adaptado, el Teatro Principal, los centros cívicos, el Arco de Santa María o incluso el Fórum Evolución también presentan serios problemas de accesibilidad. Las rampas de algunos de esos edificios están tan inclinadas o son tan largas que, salvo con una silla eléctrica, se requiere de la ayuda de otra persona para subirlas. A algunos ascensores es imposible entrar y, si hablamos del Servicio de Juventud, lo único que se puede decir es que ninguna persona en silla de ruedas podrá entrar, ya que cuenta con dos escalones imposibles de salvar.

En muchos teatros, cines o auditorios, las sillas de ruedas no disponen de un espacio habilitado, por lo que a las personas con discapacidad les toca ponerse en huecos libres entre butacas, sin la compañía de familiares y amigos, y pagar la correspondiente tarifa. Habitualmente, los huecos están en platea así que, para disfrutar de algún espectáculo, tienen que pagar el precio máximo, lo que es una “discriminación tremenda”. Esto ocurre en el  Teatro Principal y en el Fórum Evolución, a pesar de que este último es de reciente creación, pero no en los cines de la Avenida del Arlanzón, donde sí tienen espacio exclusivo para discapacitados.

En la calle

Rebajes de bordillos mal hechos, baldosas levantadas, huecos sin tapar, rebordes en los accesos a establecimientos comerciales y portales, raíces de árboles que mueven el pavimento…, la calle es una carrera de obstáculos para Sergio y Mª Mar. Ellos, como muchos otros discapacitados, siguen una ruta prefijada, van sólo por donde saben que no se van a encontrar con problemas. Siempre por la misma calle, siempre toman el café en el mismo bar y compran en las mismas tiendas. Cuando tienen que hacer algo diferente, se planifican.

Sólo hace falta pasear por algunas de las calles del centro de Burgos para comprobarlo. La entrada a la mayor parte de los establecimientos no está a cota cero, y lo que parece un pequeño reborde, es un escalón insalvable para la silla de ruedas. Mª Mar asegura que “Burgos es una ciudad para pasear”, no para entrar en sus tiendas, bares o cafeterías. Al menos en el centro, porque, afortunadamente, en los barrios de nueva construcción la accesibilidad es mucho mayor. Algo que se tiene que tener muy en cuenta cuando se alquila o compra una vivienda.

Mª Mar: “La discapacidad es un problema social. La sociedad nos hace discapacitado”

Sanidad y educación

Los servicios sanitarios y educativos también presentan carencias. En Burgos, se cuenta únicamente con dos centros de Primaria adaptados a discapacitados (Fernando de Rojas y Francisco de Vitoria) y un instituto (Comuneros de Castilla), con independencia de dónde vivas y de qué tipo de estudios quieras que tus hijos reciban. Además, la adaptación tampoco es plena, porque se centra en cuestiones como la existencia de ascensores, olvidándose en algunos casos de los baños, las aulas, las pizarras o los talleres. Tanto Mª Mar como Sergio reconocen que este sistema crea guetos, que los discapacitados acaban todos en los mismos sitios.

Y en clave sanitaria, Mª Mar cuestiona la falta de conexión clínica entre los tratamientos. Presentar una discapacidad y utilizar una silla de ruedas suele generar otra serie de problemas médicos, por lo que es fundamental que todos los especialistas conozcan la historia médica del paciente para evitar recetar tratamientos contraindicados, algo bastante frecuente. Además, como mujer, Mª Mar pide cambios en la realización de mamografías y visitas ginecológicas, para que se adapten a las circunstancias particulares de las mujeres con discapacidad.

Premios teóricos

Lo que más les llama la atención a Sergio y Mª Mar es que Burgos tenga varios premios que la reconocen como ciudad accesible, y sólo encuentran explicación en el hecho de que, sobre el papel, cumple con los criterios mínimos. Se dispone de programas teóricos para mejorar la accesibilidad en la ciudad, aunque luego muchas de la actuaciones previstas no se lleven a cabo o lo hagan de una manera inadecuada o incompleta. Lo único que piden estas dos personas, como los 6.000 discapacitados que residen en Burgos, es poder ser autónomas, “no depender de la buena voluntad de la gente” para poder vivir en su día a día.