Huellas del románico más misterioso (y II)

La ermita de San Pantaleón de Losa se levanta altiva en una roca del Cretácico que simula ser un barco embarrancado

La toponimia, cuando menos curiosa, nos lleva a identificar Criales de Losa con ‘griales’ y a la Sierra Salvada con el ‘Mont Salvat’ griálico

Cada 27 de julio se licúa la sangre de San Pantaleón, una reliquia guardada en el Monasterio de la Encarnación de Madrid

Huellas del románico más misterioso (y II) Ermita de San Pantaleón en la Peña Colorada. BC

La pequeña joya románica del valle de Losa, la ermita de San Pantaleón, encierra más misterios de los que parece. No es casual que en un enorme atolón calizo de la época del Cretácico a alguien se le ocurriera levantar estetemplo. Fue consagrado por el obispo de Burgos García en el año 1206, como queda reflejado en una inscripción de la propia iglesia. De ello se deduce que fue levantada a finales del siglo XII. La inclinación del terreno sobre el que se asienta hace que la ermita tenga dos niveles interiores, con una sola nave de un tramo coronada por un tremendo ábside. En la parte trasera, años después, se le adosó al templo una nueva nave gótica.

La conexión entre San Lorenzo, en Vallejo de Mena, Santa María de Siones y San Pantaleón de Losa cierra el triángulo griálico iniciado la semana pasada. La ermita se encuentra ubicada en la Peña Colorada, en plena Sierra Salvada. Las dos primeras ermitas antes citadas, en la Sierra de la Magadalena.

San Pantaleón fue restaurada en 2005 con la colaboración de la Fundación del Patrimonio Histórico, entonces formado por las seis cajas de ahorro de la Comunidad en una actuación que contemplaba también la recuperación de Siones y Vallejo, dos templos de los que ya dimos cuenta la semana pasada.

Algunos historiadores ya han hablado de que la ermita guarda el secreto del Santo Grial, el cáliz, la copa en la que Jesús echó el vino que representa su misma sangre en la última cena que celebró con sus amigos. Una leyenda que se ha extendido como la pólvora gracias a la difusión de programas de divulgación del misterio en radio y televisión.

Todo ello, seguramente, una leyenda, pero lo cierto es que la toponimia es, cuando menos, curiosa. A muy pocos kilómetros encontramos Criales. Su nombre se asemeja sospechosamente a griales…

Un barco embarrancado

El Valle de Losa se abre bajo los pies de la ermita. BC

El Valle de Losa se abre bajo los pies de la ermita. BC

La roca cretáceca de San Pantaleón se asemeja a un barco embarrancado y levanta sobre sus espaldas la silueta de la ermita románica y la simbología de su pórtico es muy intrigante. Un atlante revestido con una túnica y un cinturón con un manto recogido y echado al hombro saluda al visitante en el lado izquierdo. Unos dice que se trata de Noé, otros que es un mesopotámico por sus vestimentas… nadie sabe concretar quién es.

En el otro lado del pórtico, aparece una extraña y zigzagueante cenefa vertical y de piedra labrada como si quisiera simular un rayo. Máscaras, animales mitológicos, figuras fantasmagóricas y esperpénticas completan un elenco único.

El templo fue románico en un inicio y así se puede comprobar aunque el gótico entró con fuerza y salvo dos ventanales y las puertas románicas todo es del siglo XIII y XIV. En el interior destaca una cripta donde supuestamente estuvieron las reliquias del santo. Y todo ello, coronado por la sierra Salvada (¿Mont Salvat griálico?).

La sangre del santo

Ocho siglos contemplan la vida de la ermita de San Pantaleón de Losa. Son los vestigios históricos más lejanos de la comarca del Valle de Losa. En 2007 se cumplieron 800 años de la consagración del templo por el obispo de Burgos García y 1.600 años de la muerte de Pantaleón a manos de un soldado romano.Cada día 27 de julio, la misma sangre recogida en esta zona de Burgos se licua en el monasterio de la Encarnación de Madrid.