Arzobispado y Diputación se unen para mantener el patrimonio

El Arzobispado y la Diputación de Burgos han vuelto a firmar un convenio de colaboración para la conservación y reparación de las iglesias y ermitas de la provincia

El presupuesto es de 600.000 euros, 200.000 del Arzobispado y 400.000 de la Diputación

Los vecinos tienen que poner el 30 por ciento del coste total de las obras

Arzobispado y Diputación se unen para mantener el patrimonio César Rico, Francisco Gil Hellín y Andrés Picón en la firma del convenio. TAM

Conscientes de la necesidad de conservar aquellos edificios del patrimonio histórico religioso de la provincia que sin estar calificados oficialmente como monumentos merecen mantenerse en un buen estado de conservación, el Arzobispado y la Diputación de Burgos han vuelto a firmar un convenio de colaboración para la reparación de las iglesias y ermitas de la provincia. Siempre, claro está, que no sean bienes de interés cultural declarados, ya que estos ya gozan de la  protección y beneficios reconocidos por la legislación. 

El Arzobispado aportará un montante de 200.000 euros, que sumado a los 400.000 de la Diputación, permitirá realizar 30 actuaciones a lo largo del 2014. Desde que se firmó el primer convenio hace ya 21 años, el número de peticiones ha disminuido progresivamente debido a todas las obras que se han ido cerrando ya. En este momento hay 180 solicitudes, y el pasado año se dio salida a 26.

Firma de convenio en la Diputación. TAM

Firma de convenio en la Diputación. TAM

Francisco Gil Hellín ha reconocido en la firma del acuerdo que aunque hay que dar respuesta a las peticiones de los vecinos de la provincia que desean mantener vivas las tradiciones religiosas de sus municipios, “la Iglesia sola no puede”. Por eso se suma a la petición anunciada por el presidente de la Diputación de solicitarle a la Junta de Castilla y León su reincorporación al convenio en 2015, a fin de que puedan llevarse a término el mayor número de restauraciones posibles. 

Desde el año 1993, se han invertido 16 millones de euros en 1.100 actuaciones. El objetivo es conservar todas estas iglesias, ermitas y santuarios como “integrantes de nuestro patrimonio” y como “señas de identidad de las comunidades rurales”, además de poner en valor y promover el uso turístico de dichos bienes como fuente de desarrollo económico, ha explicado César Rico. “Los vecinos tienen ese patrimonio como suyo”, ha añadido el presidente.  

Implicación vecinal

Un requisito indispensable para la aprobación de las actuaciones es que las entidades locales o parroquias afectadas se comprometan a aportar, al menos, el 30% del coste total de las obras. Pero los vecinos no ponen pegas a la hora de colaborar: “Anticipan el dinero y haciendo los seguros pertinentes, algunos trabajan en las obras“, ha asegurado el vicario general de la Diócesis, Andrés Picón. 

Eso sí, entre los más de 1.000 pueblos de la provincia, muchos no cuentan con ninguno o prácticamente ningún habitante, lo que convierte en una “decisión política difícil” tramitar o no las actuaciones. Por último, los servicios técnicos de la Diputación y del Arzobispado llevan a cabo un seguimiento técnico de las obras subvencionadas, cuya finalización está prevista en el convenio para el 31 de diciembre de 2015.