Sin noticias de la DO ‘Miel de Campoo-Los Valles’

Los apicultores burgaleses desconocen la marca de calidad cántabra y los intentos de la Junta por incluir a Burgos y Palencia

Recuerdan que hace años iniciaron un proceso para desarrollar un sello de garantía, pero fue rechazado por el Gobierno Regional

Las mieles de Burgos son de gran calidad y se exportan muy bien, pero están poco reconocidas en España

Sin noticias de la DO ‘Miel de Campoo-Los Valles’ Feria de la Miel de Brezo. BC

Los apicultores burgaleses no saben nada de la polémica que se traen la Junta de Castilla y León y el Gobierno Cantabria a cuenta de la Denominación de Origen Protegida ‘Miel de Campoo-Los Valles’, cuya tramitación por parte de la comunidad vecina está ya muy avanzada. El Gobierno Regional ha decidido llevar sus reivindicaciones a los tribunales, una vez la vía administrativa está agotada, con el objetivo de poder incluir las producciones de las zonas limítrofes de Palencia y Burgos este marchamo de calidad. Y en Las Merindades lo ven con buenos ojos.

Yolanda Martínez, una de los 25 profesionales de la provincia, recuerda que la Asociación de Apicultores Burgaleses ya se movió hace algunos años para solicitar una marca de calidad a la Junta de Castilla y León, con la que amparar las producciones de calidad que se encuentran en la provincia. Fue en 2008 cuando se entregó toda la documentación pertinente, junto con los diferentes estudios e informes sobre las floraciones, elaborados por los investigadores de la Facultad de Ciencia y  Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Burgos.

Se trabajó intensamente y la Asociación tuvo también que realizar una aportación económica importante, sin embargo, la Junta rechazó la creación de la marca de garantía en torno a la miel de Burgos. El motivo: en la provincia existen diferentes tipos de floración y, por tanto, diferentes tipos de mieles (de brezo, de esplieglo, multifloral, de bosque). Cada una tiene sus propias características y, aunque son todas de gran calidad, no se pueden agrupar en un único sello de garantía. Así que…, fin del proyecto. Sin embargo, los movimientos de la Junta podrían abrir una nueva puerta, al menos para Las Merindades.

Una nueva oportunidad

El pasado domingo, el Gobierno Regional anunciaba que acudirá a los tribunales para intentar que la Denominación de Origen Protegida ‘Miel de Campoo-Los Valles’ ampare también a los productores de la Montaña Palentina y Las Merindades. Se ha agotado la vía administrativa, sin que se haya hecho ningún caso a la reivindicación castellano y leonesa, por eso se quiere dejar en manos de la Justicia la resolución del conflicto. Para la Junta está claro que la miel que se produce en Palencia y Burgos presenta las mismas características que la cántabra, por lo que debería contar con la misma protección.

Ejemplar de avispa asiática 'Velutina'. BC

Ejemplar de avispa asiática ‘Velutina’. BC

Desde el Gobierno de la comunidad vecina están dispuestos a seguir adelante con la tramitación, a pesar del recurso de la Junta. La responsables de la Oficina de Calidad Alimentaria ha pedido consejo al Ministerio de Agricultura y, en caso afirmativo, continuarán con el procedimiento que pasa por la creación de un consejo regulador y la normativa complementaria. Luego se llevará la DO a Europa para obtener su visto bueno, por lo que la creación del marchamo de calidad todavía podría retrasarse un año. Cantabria asegura que las mieles de Palencia y Burgos ya se encuentran protegidas, por lo que no requieren de la DO.

De gran calidad

Para los productores burgaleses contar con un sello de calidad sería un gran espaldarazo. Las mieles de la provincia son de gran calidad, de hecho la mayor parte de la producción se exporta a países como Alemania y Francia. Sin embargo, en España se consume poco, dado que cuentan con la competencia desleal de la miel procedente de Argentina o China. “Que ni es miel ni es nada”, recuerda Yolanda Martínez. Se vende a muy bajo precio por lo que la miel burgalesa, que tampoco es cara para lo que supone su producción y calidad, queda relegada a un segundo plano.

A esto hay que sumarle la difícil situación por la que atraviesan los productores, teniendo en cuenta que las abajas están sufriendo con los cambios meteorológicos drásticos que padecemos. Temperaturas de escasos 5º en pleno mes de agosto, épocas de gran sequía tras otras de tormentas a destiempo, pasamos del calor al frío en 24 horas… Así que las floraciones se paran, se secan, se congelan, y las abejas no pueden hacer su trabajo. Mención aparte se merece la presencia, cada vez mayor, de la Vespa Velutina, la abeja asiática, muy agresiva, y que ya ha sido detectada en Cantabria y el País Vasco.