Hernández: “Somos el único partido que va a luchar por nuestra tierra”

El candidato del PCAS-TC a la Alcaldía de Burgos, Domingo Hernández, asegura presentarse con la misma ilusión y aún más ganas que hace cuatro años

Saca pecho de la “honradez” y la “transparencia” frente a los “aprovechados”

Confía en entrar en la Corporación de la capital, aunque se muestra cauto

Hernández: “Somos el único partido que va a luchar por nuestra tierra” Domingo Hernández. GIT

Tiene 41 años, el verbo fácil y las ideas claras. Tras pasar por varios medios de comunicación, hace algunos años decidió abandonar su profesión como técnico audiovisual para embarcarse en la aventura del turismo rural y, de paso, entrar de lleno en el proyecto castellanista. Hace cuatro años fue el candidato del PCAS-TC a la Alcaldía de Burgos, y aunque se quedó a las puertas de entrar en la Coproración, ello no le ha impedido volver a asumir el reto. Domingo Hernández volverá a ser la gran apuesta de los castellanistas para las elecciones del próximo mes de mayo, una aventura que asegura asumir con humildad, honradez y ganas de trabajar. No está en esto de la política para “lucrarse”, sino para “servir” a los ciudadanos y quiere dejarlo claro desde el minuto cero. Quizá por eso no duda en dejar constancia a quien le pregunte de sus bienes y vida laboral, antes y después de su paso por el Consistorio, si es que entra. Así que apunten. Sus ingresos vienen de la casa rural que gestiona en Urrez y del contrato de 25 horas semanales (548 euros al mes) que mantiene con el partido por su participación en la Federación regional de Municipios y Provincias.

Repite como candidato del Partido Castellano – Tierra Comunera. ¿Cómo afronta este segundo envite?

“Mi idea es ser servidor público, no aprovecharme de la política”

Con muchas ganas. La primera vez fui un poco a ciegas pero cuatro años después, con la experiencia acumulada, lo afronto con la misma ilusión y con más ganas después de ver que la gente que nos gobierna son unos aprovechados y otros incapaces. Piensas que, a poco bien que lo hagas… Mi idea es ser servidor público, no aprovecharme de la política. Yo vengo del mundo de las ONG’s, donde la gente entra para ayudar a otra gente, y en política se entra para aprovecharse de los cargos, y eso me molesta mucho. Ese es uno de los motivos por los que entré en política y ahora he decidido volver a dar el paso con el apoyo de mi partido.

Ya fue candidato en 2011, ¿volver a presentarse ha sido voluntario o forzado por la situación del PCAS?

Es una decisión totalmente personal. Hace seis meses no tenía ni idea de postularme como candidato a la Alcaldía, pero luego pensé que me iba a arrepentir más si no lo hacía.

Pero fue el único candidato…

En el partido había más gente que se postulaba. Luego, a la hora de iniciar el proceso de primarias, abierto a simpatizantes, afiliados y cargos políticos, el único que dio el paso fui yo. Y eso nos sorprendió. Gente que parecía tener interés en presentarse, luego no lo hizo. Somos un partido pequeño y nos hubiese gustado hacer unas primarias abiertas, pero la capacidad que tenemos no lo permite.

Aspiran a entrar en el Ayuntamiento, no sé si con grupo político propio. ¿Cuál es el objetivo?

“Intentamos ser realistas. El objetivo es entrar en el Ayuntamiento. Entrar en la Diputación sería un Notable. Entrar en la Junta un Sobresaliente”.

Intentamos ser realistas. La única encuesta que existe a día de hoy nos da presencia en el Ayuntamiento, y la percepción en la calle y en redes sociales, también, a diferencia de lo que ocurría hace cuatro años. Se nos ve con posibilidades. El objetivo es entrar. Un concejal estaría muy bien, porque llevamos desde 2003 en el desierto y, aunque estamos en pequeños municipios, si no estás en las grandes instituciones es complicado para un partido como el nuestro. Sí que es verdad que, si consigues un concejal, a pocos más votos que reúnas puedes conseguir el segundo. Confiamos en ese tirón, para que yo no esté solo en el Ayuntmaiento, porque me da cierto vértigo. También es cierto que ves a otros grupos políticos con más concejales y hacen muy poco. Hace más uno queriendo que tres sin querer.

PCAS, Vox, Imagina Burgos, Progresa Burgos… todos apelan al descontento ciudadano para justificar sus esperanzas políticas, ¿no son demasiados para repartirse la tarta?

Este escenario recuerda mucho al que se vivió en la ciudad en 1999. Históricamente, Burgos cuenta con un voto de difícil definición, que en procesos anteriores a ido a Solución Independiente o a UPyD con el tirón de Roberto Alonso. Y creemos que puede estar ahí nuestro hueco, en esos 30.000 ciudadanos que no tienen claro a quién votar. Nos presentamos como una opción seria, no somos ningún experimento. Los burgaleses ya saben de qué pie cojeamos y de cual no. Además, no dependemos de ningún partido de ámbito nacional y tememos un programa específico para Burgos.

Tomando como referencia ese escenario, ahora se podría dar también la circunstancia de ser llave de gobierno, ¿qué postura tiene el PCAS en cuanto a pactos?

Vamos con pies de plomo, porque somos como el gato escaldado… que del agua fría huye. Hay un escenario casi imposible, que es el de apoyar al Partido Popular. Sólo apoyaríamos a Javier Lacalle si deja de ser Javier Lacalle y hace consultas populares, responde a los ciudadanos o plantea presupuestos participativos, lo que es prácticamente imposible, vistos los últimos cuatro años de gobierno, con casos de corrupción, la salida de dos concejales, la fractura social de Gamonal…

Al margen del PP, habrá alguna preferencia…

Ciudadanos nos parece que va a ser un fiel aliado del PP, al igual que UPyD y Progresa Burgos. Roberto Alonso se ha ofrecido en público y en numerosas ocasiones a Javier Lacalle. Vox no tiene un programa para Burgos y vive en otra esfera. En todo caso estaríamos hablando de PSOE e Imagina Burgos, con los que tenemos más puntos en común, pero habrá que verlo. Lo que sí tenemos claro es que serán apoyos puntuales basados en nuestro programa.

Ha nombrado a Imagina. Ustedes acudieron a las primeras reuniones de la candidatura, pero al final descartaron integrarse en la coalición. ¿Por qué?

El PCAS ha participado de algunas reuniones de los diferentes movimientos ciudadanos que han surgido en los últimos meses, incluido Imagina, pero hemos decidido no entrar en ninguno de ellos porque veíamos que nuestro mensaje castellanista y de defensa del territorio y los pequeños municipios iba a ser difícil de encajar, aunque se coincidiese en otros puntos. Con dolor, hemos decidido quedarnos fuera, porque nuestro camino es el castellanismo y no podemos renunciar a él por un hipotético buen puesto en la lista.

El suyo no es un proyecto nuevo. ¿Están pagando todavía lo ocurrido en la legislatura de Ángel Olivares?

“Parece que Tierra Comunera fue el único responsable de que el tripartito no funcionase en 1999, pero no tuvimos toda la culpa”

Se ha pagado con intereses. Nos han desahuciado y nos han masacrado. Parece que Tierra Comunera fue el único responsable de que el tripartido no funcionase en la legislatura 1999-2003, pero en aquel Equipo de Gobierno había otros dos partidos (PSOE e IU) y una oposición del Partido Popular muy obstruccionista. Nosotros pudimos tener algo de culpa, pero no toda. Se hicieron cosas mal, pero que toda la culpa haya recaído sobre nosotros no está bien, porque los partidos grandes llevan cometiendo fallos durante años y ahí siguen. Fue un castigo demasiado importante.

Y las refundaciones, desde Tierra Comunera hasta el Partido Castellano, ¿también les pueden pasar factura?

Creo que no deberíamos haber perdido el nombre de Tierra Comunera, porque nos definía a la perfección. De ahí pasamos a PCAL y funcionó bien, porque se subió el número de votos. Luego volvimos a cambiar a PCAS. No ha creado confusiones entre nuestros votantes, pero sí entre el gran público. De ahí que ahora se recupere Tierra Comunera, y que nos podamos ver políticamente beneficiados por la escisión del PRCAL, que ha pasado a formar parte de Ciudadanos, y me da una pena tremenda haber estado defediéndolos como castellanistas, cuando el 80 por ciento de los cargos se ha ido a Ciudadanos. Se han retratado ellos solos.

En las últimas elecciones, el PCAS fue la tercera fuerza política de la provincia, pero no obtuvo representación en la capital. Si se repiten los resultados ¿será un fracaso?

Sí, por supuesto. Estamos para hacer política, y ahora la hacemos desde fuera de las grandes instituciones, pero es muy difícil llegar al gran público y presentar ideas sin que los gobernantes se apropien de ellas. Para nosotros, entrar en el Ayuntamiento sería un ‘Bien’, entrar en la Diputación sería un ‘Notable’, y entrar en la Junta de Castilla y León sería un ‘Sobresaliente’. Estar en las tres  instituciones sería un altavoz muy importante para poder hacer política con injerencia directa.

¿Esos malos resultados en la capital significan que el castellanismo es más difícil de vender en las grandes ciudades?

Buena pregunta. En los pequeños municipios, los ciudadanos conocen a nuestros alcaldes y concejales. Saben que no somos diablos con rabo, que luchamos por nuestra gente, por abrir escuelas, evitar que los jóvenes tengan que emigrar en busca de empleo… En los pueblos es más fácil llegar a la gente y explicarle un programa y un ideario. En las grandes ciudades se requiere de otros recursos, a los que partidos pequeños como el PCAS no tienen acceso. Eso por no hablar de otras cuestiones, como la campaña de promoción que está haciendo el Partido Popular en el Ayuntamiento de Burgos con el dinero de todos. Es muy difícil ir contra la gran maquinaria de los grandes partidos.

¿Qué ofrece Domingo Hernández a los burgaleses de la capital?

Ganas, honradez, esfuerzo…

Todos dicen lo mismo…

“Parece increíble que sea necesario presentar un código ético, pero ahora mismo lo es”

Sí, pero algunos mienten. La semana pasada presenté mi código ético, y parecería increible que fuese necesario a estas alturas de la política, pero lo es. Cosas tan obvias como decir que no voy a utilizar un coche oficial para ir a partidos de fútbol o que no se aceptarán viajes pagados por empresarios parece que no lo son tanto para algunos concejales. Decir que no me voy a aprovechar de mi cargo en el Ayuntamiento y, cuando lo deje, acabar en una empresa que ha tenido contratos municipales, pues también debe ser necesario. Somos el único partido que realmente va a luchar por nuestra tierra. No estamos aquí para colmar nuestras expectativas personales, sino para resolver los problemas de los ciudadanos.

¿Qué ofrece al margen de esa lucha contra la corrupción de la que saca pecho?

Para empezar, consideramos que cuando hay sospechas de un delito, hay llevarlo ante la justicia, no como hacen otros. Pero no somos sólo eso. Tenemos la experiencia que dan los 30 años de vida de la formación. Tenemos propuestas y planteamientos para los grandes problemas de Burgos, como la despoblación, la falta de empleo de calidad y de oportunidades para los más jóvenes y para la defensa de los derechos y servicios en el medio rural. La participación ciudadana, que ahora está tan de moda, la venimos defendiendo desde hace mucho tiempo. También defendemos el desarrollo de las infraestructuras clave para Burgos, como el AVE, un Aeropuerto bien gestionado, una Facultad de Medicina, la capitalidad de la lengua,… Y todo ello desde la perspectiva de la independencia que da el no estar vinculado a ninguna formación en el ámbito nacional.

Ya tienen candidato, ¿cuándo conoceremos el resto de la lista?

Mediados de abril, cumpliendo con los trámites.

¿Hay gente con suficientes ganas como para dar el paso?

Tenemos gente suficiente para llenar la lista, porque se tira de afiliados y ya está. Pero no es eso lo que queremos, queremos hacer una lista de calidad y preparada, que represente a todos los sectores de la ciudadanía, a diferentes inquietudes, para que sea una candidatura potente. Y es difícil, porque hay gente que no puede ir, aunque quiera; otra que no quiere ir, aunque sea un perfil interesante.

¿Habrá independientes? 

Sí, por supuesto. Al menos esa es la idea. El que entra tiene claro que lo hace en un partido pequeño, en el que le va a tocar trabajar mucho, sin remuneración, y las posibilidades de entrar en el Ayuntamiento son escasas, más allá del tercer puesto. En otros partidos habrá más tortas por entrar en la lista ya que, incluso en la oposición, puedes conseguir que te liberen y conseguir 35.000 euros al año durante cuatro años es muy goloso.