Los titos alimentan la tradición en honor de San Antón

Como cada 17 de enero, la Cofradía de San Antón entregará hasta 10.500 raciones de titos a los burgaleses

Los animales esperarán, a pies de Santa María la Real y Antigua de Gamonal, la bendición del párroco, Domiciano Juarranz

Los titos alimentan la tradición en honor de San Antón Cuatro cofrades se encargan de limpiar los pimientos calahorranos. IAC

¡Qué nadie se quede sin titos por San Antón! Este domingo 17 de enero se celebrará una fiesta que tiene su raíz en una tradición de 514 años de antigüedad. Gamonal volverá a reunir a sus vecinos en busca de una de 10.500 raciones que servirá la Cofradía de San Antón. A partir de las 13.30 horas, cientos de personas honrarán al santo haciendo una larga espera para llenar de titos los recipientes que porten.

Los titos sirvieron originalmente para alimentar a los peregrinos hambrientos

Mañana será el gran día para una cofradía que lleva varios días preparando los ingredientes. Hay que picar la cebolla, el ajo y los pimientos, labores que desarrollan un total de 32 cofrades, en turnos de mañana y de tarde. La sede, hogar de San Antón, acoge las labores que se desarrollan al ritmo de las conversaciones y algún que otro trago de vino.

Días de preparación para que, en la madrugada del domingo, algunos de los cofrades se pongan en pie a las cinco de la mañana. Buscarán sus mandiles y comenzarán a cambiar el agua a los titos y a sacar las calderas a la calle. Ocho horas más tarde, los titos saltarán a borbollones, impacientes por encontrar una pequeña cazuela familiar, a la que rendirán tributo miles de burgaleses.

Un prior de circunstancias

Este año, Juan Puente Salvador es el prior de la Cofradía de San Antón. Y lo es ante la falta de miembros que cumplan los requisitos marcados por la propia Cofradía para desempeñar este cargo. Únicamente, para ser prior hay que tener diez años de antigüedad en la Cofradía, requisito que no se ha dado entre ninguno de los más de 30 miembros que la componen. Es por esto que Puente decidió convertir la cachaba que le ayuda a caminar en el bastón de mando de sus cofrades.

Una caldera bien cargada

Cada una de las calderas contienen más de 600 raciones. IAC

Cada una de las calderas contienen más de 600 raciones. IAC

Como en ediciones anteriores, los titos rebosaran 17 calderas cargadas de mucho producto de la tierra. La cantidad de ingredientes es para asustar: 2.200 kilos de titos, 2.000 guindillas, 2.000 pimientos calahorranos, 10 kilos de sal, 220 litros de aceite de oliva, 4 kilos de laurel, 10 kilos de pimentón dulce, 10 kilos de pimentón picante, 200 kilos de ajos y 200 kilos de cebolla. Para que toda esta enorme cantidad de condimentos cobren fuerza, son necesarios 5.000 kilos de leña de roble que aguantarán el fuego encendido durante largas horas.

Un cocinero de gran formato

Nada sería de una buena materia prima sin un cocinero que la pusiese en el punto exacto para obtener su mejor sabor. José Luis Martínez es el encargado de esta función. Su gran día comienza el domingo a las cinco de la madrugada. Su primer cometido es cambiar el agua a los titos, que reposaban en remojo antes de repartirse entre las 17 calderas. A las 7.30 se acercará un camión de Bomberos que llenará de agua las calderas en unos minutos.

A las ocho, con el repicar de las campanas de Santa María la Real y Antigua de Gamonal, se echa la sal, el laurel, los ajos y la cebolla. Una vez que ha hervido, Martínez elaborará un sofrito a base de ajo, cebolla, pimentón dulce y picante. De nuevo, vuelta a la caldera donde se espera que vaya cogiendo consistencia y espesura. A fuego lento, los titos esperarán a los comensales que irán haciendo cola, según el orden de llegada, para recibir las raciones que necesiten, junto a la sede de la Cofradía de San Antón.