Madre e hijo se encuentran ante la mirada conmovida de cientos de burgaleses

La Procesión de El Encuentro ha congregado a numerosos fieles y curiosos en la Plaza del Rey San Fernando

Jesús con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de los Dolores se han encontrado entre vítores, salves y aplausos

Se ha tenido un especial recuerdo para las víctimas de los atentados de Bruselas y los refugiados

Madre e hijo se encuentran ante la mirada conmovida de cientos de burgaleses María y Jesús se han encontrado a los pies de la Catedral. BC

Devoción, respeto, recogimiento, emoción. La Plaza del Rey San Fernando ha vuelto a ser testigo de uno de los episodios más emotivos de la Pasión de Cristo. El hijo que se encuentra con la madre camino del Calvario. Un hombre resignado a cumplir la palabra del Padre, una madre que debe despedir a un hijo injustamente condenado. A los pies de la Catedral, Jesús con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de los Dolores han protagonizado El Encuentro, acto central de la procesión vespertina de Jueves Santos.

La Virgen ha llegado acompañada de tambores, cornetas y varios salves. BC

La Virgen ha llegado acompañada de tambores, cornetas y varios salves. BC

Tambores, trompetas y cornetas, unos cuantos vivas, aplausos y una carraca han acompañado la entrada de los pasos en la Plaza del Rey San Fernando. A las nueve y veinte de la noche lo hacía Nuestra Señora de los Dolores, un talla barroca del siglo XVIII, a hombros de los hermanos de la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos. Diez minutos más tarde llegaba Jesús con la Cruz a Cuestas, la imagen de Ildefonso Serra de 1901, estrenando andas de la mano de los cofrades de la Archicofradía del Santísmimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas.

Hora y media de procesión en la que ambas imágenes han estado acompañadas por miembros del resto de cofradías y hermandades de Burgos, algunos de los cuales han realizado su propia penitencia, desfilando descalzos o cargando una cruz de madera, padeciendo el mismo sufrimiento que padeció Cristo camino del Gólgota. Ante la mirada de cientos de burgaleses y visitantes, María se ha encontrado con su hijo, y ambos han recordado la vida de dedicación al prójimo con la que Jesús dio ejemplo a sus seguidores, ahora fieles.

A Cristo le ha recibido una saeta a la entrada del Arco de Santa María. BC

A Cristo le ha recibido una saeta a la entrada del Arco de Santa María. BC

Tras este momento emotivo, salpicado de vivas y aplausos, ha tenido lugar la breve liturgia, en la que se ha recordado a las víctimas de los últimos atentados terroristas de Bruselas y a los refugiados, a esos niños y adultos que “polvorientos y ensangrentados” huyen de una guerra y buscan consuelo y acogimiento en Europa. A continuación ha tenido lugar la alocución, ofrecida por miembros de la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos, y la interpretación de una pieza musical por partee de la Agrupación Musical de Jesús con la Cruz a Cuestas.

Madre e hijo se han despedido. Nuestra Señora de los Dolores ha regresado a la Iglesia de San Gil, donde la han agasajado con una salve y una saeta, como manda la tradición. Mientras, Jesús con la Cruz a Cuestas ha retornado a la Iglesia de San Cosme y San Damián, aunque también ha podido disfrutar de una saeta andaluza entonada, en este caso, a la entrada del Arco de Santa María, minutos antes de que se produjese el encuentro. Una más de las múltiples muestras de devoción, de burgaleses y visitantes, en la Semana Santa de la capital.