El Banco de Leche cumple su objetivo y garantiza un mínimo de 12.500 litros al mes

El Banco de Alimentos ha repartido 300.000 litros de leche gracias a la colaboración de empresas y a las aportaciones ordinarias

La iniciativa buscaba ordenar la entrada de producto para evitar meses de abastecimiento y garantizar un suministro estable

José Luis Herrero califica de “estupendo” el 2016, un año que ha consolidado el “milagro” de los 2,5 millones de kilos de productos recogidos

La iniciativa del Banco de Alimentos de Burgos de crear un ‘Banco de Leche’ ha sido todo un éxito. Gracias a la colaboración de numerosas empresas, no todas del ámbito de la agroalimentación, el Banco de Alimentos pudo garantizar en 2016 el reparto mensual de 12.500 litros de leche, lo “mínimo” para cubrir las necesidades más básicas de los alrededor de 8.000 beneficiarios de las ayudas repartidas entre diferentes entidades y colectivos sociales (ONG’s, asociaciones, comunidades religiosas, comedores sociales…).

El Banco de Leche recogió alrededor de 300.000 litros, lo que permite contar con un suministro “holgado”, ha explicado el presidente del Banco de Alimentos, José Luis Herrero. Sin embargo, el verdadero objetivo del Banco de Leche, y que se ha cumplido con creces, ha sido poder realizar una entrada controlada del producto. En una cuenta corriente abierta en CaixaBank, las empresas colaboradoras han ido realizando sus aportaciones económicas, con las que el Banco de Alimentos ha comprado los suministros lácteos.

El Banco de Leche funciona a través de una cuenta bancaria en la que depositar el dinero para compras periódicas

Empresas de alimentación, y la Unión Europea, entregan periódicamente leche a la entidad burgalesa, ha recordado Herrero. Sin embargo, el Banco de Alimentos no puede controlar esas entregas, así que hay meses que pueden recibir hasta 30.000 litros de leche pero otros no alcanzan ese mínimo de 12.500. De ahí la idea del Banco de Leche. Con las aportaciones económicas, la entidad compra el producto en aquellos momentos en los que está desabastecida del mismo, garantizando todos los meses el reparto de 12.500 litros.

Herrero ha insistido en que esa cantidad es “lo mínimo, mínimo” que se requiere, y supone 150.000 litros anuales. Por ese motivo, los 300.000 conseguidos en 2016 no quiere decir que sean excesivos, sino que se han podido cubrir más necesidades que las básicas. El Banco de Alimentos agradece la colaboración del tejido empresarial y Herrero se muestra convencido de que los contactos realizados en 2016, muchos con empresa de fuera del sector de la agroalimentación, “darán sus frutos” en 2017, y el Banco de Leche seguirá funcionando.

Un año “estupendo”

Este es uno de los objetivos del nuevo año. Otro es mantener el volumen de recogida de alimentos, que ronda los 2,5 millones de kilos. El presidente ha explicado que 2016 ha sido un año “estupendo”, que ha consolidado lo que se consideraba años “excepcionales”. Y es que la cifra de 2,5 millones de productos recogidos en 2014 y 2015 se ha sobrepasado en 2016, “no por mucho pero sí lo suficiente” para ver que el “milagro” se mantiene. Sociedad y empresa son cada vez más solidarios, viendo que la realidad social sigue gravemente afectada por la crisis.

El número de beneficiarios del Banco de Alimentos ha caído hasta los 8.000 frente a cifras de 10.000

Y una de las grandes contribuciones del año ha vuelto a ser la gran recogida de noviembre, que permitió conseguir cerca de 200.000 kilos de productos. En ella participaron prácticamente todas las cadenas de distribución y, lo más importante, se consiguieron productos de los que habitualmente están más desabastecidos y que destacan por su valor económico. Se trata, por ejemplo, de aceite, azúcar, productos infantiles o conservas, lo que ofrece un plus casi navideño en las últimas entregas del Banco de Alimento.

Y mientras se mantienen los kilos recogidos, se produce un descenso del número de beneficiarios. Si en 2013 o 2014 alcanzaron la cifra de 10.000, este año se ha cerrado con alrededor de 8.000. Así que a los Reyes Magos le han pedido que siga bajando, porque significará que la situación va mejorando. José Luis Herrero ha recordado que el Banco de Alimentos no distribuye directamente los productos, sino que se los entrega a entidades y colectivos sociales como comedores sociales, ONG’s, asociaciones o comunidades religiosas.

Además, mientras siga existiendo un excedente alimentario, seguirán existiendo los Bancos de Alimentos. Solo en 2016, la industria de la agroalimentación tiró 7 millones de toneladas de alimentos, bien por exceso de producción, bien porque no cumplían estrictamente los controles de calidad o bien por cuestiones de consumo preferente. El objetivo del Banco de Alimentos es que todos esos productos, en lugar de ir a la basura, lleguen a los más necesitados, ha insistido Herrero.