Un centenar de jóvenes de la parroquia de SAFA ponen en escena ‘High School Musical’

El proyecto artístico forma parte de las actividades de promoción de ocio alternativo y suma a chavales de orígenes, perfiles y condiciones diversos

La iniciativa tiene un trasfondo educativo y formativo, enseña disciplina y trabajo en equipo y, sobre todo, sube la autoestima de los participantes

‘High School Musical’ se estrenará el próximo 22 de abril en el Teatro Principal pero este sábado habrá un pase especial para personas con discapacidad

Un centenar de jóvenes de la parroquia de SAFA ponen en escena ‘High School Musical’ Imagen de uno de los ensayos del musical. BC

Lo importante no es “si sale bonito”, aunque seguro que lo será, bonito y divertido. Lo importante es el proyecto educativo y formativo que se esconde tras ‘High School Musical’. El Centro Juvenil de la Parroquia de la Sagrada Familia (SAFA) reúne a un centenar de jóvenes, entre 14 y 23 años, para representar el famoso musical, de una forma “muy modesta” pero con el objetivo de implicar a los chavales en una fórmula alternativa de ocio que les proporciona autoestima, disciplina o el valores como el trabajo en equipo.

Se trata de jóvenes con perfiles diversos, asegura Inma Cuesta, una de los ocho animadores del Centro Juvenil y directora del musical. ‘High School Musical’ es el décimo musical que ponen en escena, tras haber interpretado clásicos como ‘Grease’ o ‘Jesucristo Superstar’ y otro más modernos como ‘Hoy no me puedo levantar’ o ’40 El Musical’. Para muchos de los chavales, los musicales son el primer contacto directo con las artes escénicas, y la reacción es sorprendente.

El grupo ha interpretado musicales como ‘Grease’, ‘Jesucristo Supersatar’ o ‘Hoy no  me puedo levantar’

Implicarse en un proyecto coral de estas características les enseña a trabajar en equipo y disciplina, ya que los ensayos son muy duros (sobre todo cuando se acerca el estreno). También les da autoestima, ya que en algunos casos se trata de jóvenes que no son conscientes de sus capacidades y con su participación en el musical se dan cuenta de que “saben hacer muchas más cosas de las que creen”, afirma Cuesta. Además, el musical se compagina con cursos formativos y acciones de voluntariado, en un proyecto “abierto”, basado en el respeto muto y la pluralidad.

En el Centro Juvenil de la Parroquia de la Sagrada Familia llevan meses preparando el musical. Primero seleccionan la pieza y, luego, la adaptan a las dimensiones del grupo de 104 actores para que todos tengan su papel. A continuación hacen los casting y, mientras comienzan los ensayos, se va confeccionando el decorado. Para todo ello se cuenta con la colaboración de unos cincuenta adultos, entre animadores, padres y madres o amigos, que dedican buena parte de su tiempo libre al proyecto.

Estrenando

En esta ocasión se ha elegido ‘High School Musical’ por ser una propuesta joven y divertida, explica Cuesta, pero contar también con importantes reflexiones. Y el estreno está a la vuelta de la esquina, ya que este sábado, en el Teatro Clunia, tendrá lugar un pase especial para colectivos de personas con discapacidad. Es una iniciativa que llevan realizando varios años y con mucho éxito, puesto que permite a las personas con discapacidad disfrutar con comodidad de un espectáculo teatral, algo a lo que no suelen tener acceso.

El alto coste del espectáculo dispara el presupuesto a los 30.000 euros

Sin embargo, no se preocupen. Todos vamos a poder disfrutar del musical, puesto que el Centro Juvenil iniciará su tradicional por teatros de la ciudad el próximo 22 de abril. Será en el Teatro Principal con dos sesiones, a las 18:30 y a las 22:00, y se repetirá el domingo 23, a las 17:30 y a las 21:00. También estarán en el Teatro Clunia, los sábados 29 de abril y 6 de mayo, a las 17:30 y a las 21:00, y en el Fórum Evolución, el sábado 23 de mayo, a las 20:30. Y han decidido cobrar entrada, a ver si así recuperan algo de los 30.000 euros que les cuesta la producción.

Y es que, como recuerda Inma Cuesta, el coste de organizar el espectáculo y exhibirlo es alto. El proyecto es, obviamente, deficitario y se va cubriendo con las cuotas de los socios (30 euros al año), donaciones, venta de papeletas en navidad, merchandising y cualquier donativo que se quiera realizar. Cada año se apuntan más chavales, porque esto es una “experiencia única“, pero, reconoce Cuesta, “se les está yendo de las manos”. Y que siga así.