Los “pinchos de la discordia” aplazan la carrera de los BUI3

El impulsor de la prueba, Carlos de Miguel, acusa al Ayuntamiento de Puentedura de querer cambiar sobre la marcha las relaciones contractuales con los corredores

El alcalde del Ayuntamiento acusa a De Miguel de no atender a razones y no descarta celebrar la prueba -con otro patrocinador- a lo largo de este año

Una de las pruebas que despertaba más simpatía entre los corredores populares de Burgos capital y provincial, la Clásica de los Buitres (BUI3) se ha suspendido por sorpresa y por algo tan banal como unos pinchos de chorizo y morcilla. Y es que el Ayuntamiento de Puentedura, que cuenta con cinco ediles, todos del PSOE, decidió unánimemente, después de la presentación de la carrera, en la que participó el propio alcalde de Puentedura, Gonzalo Moral, que el Consistorio no costearía los tradicionales pinchos que se ofrecen después de la prueba que une Puentedura y Ura.

Tradicionalmente, los vecinos han invitado a los asistentes a un almuerzo a base de chorizo y morcilla a la parrilla

Moral apunta que el Ayuntamiento quería reducir su aportación para la compra del ágape que se ofrece, y estaba dispuesto a obsequiar con pinchos únicamente a los corredores y no a todos los que por allí se acercasen. Sin embargo, esto ya viene siendo así en las últimas ediciones de un carrera, que se ha celebrado en más de diez ediciones y los acompañantes y vecinos de otras localidades que quisiesen disfrutar del pincho, tenían que pagarlo. Así, el conflicto llega a un punto que cada parte coincide, pero no se ha puesto de acuerdo antes de llegar al desenlace fatal.

El propio organizador, Carlos de Miguel, hizo publico un comunicado que el que se anunciaba la suspensión de la carrera. Según el patrocinador principal de la cita “suspender esa parte tan sustancial de la cita, como es el momento de  convivencia alrededor de los pinchos que hasta ahora ofrecía a los corredores” ha sido el culpable de que no vaya a celebrar la carrera porque “esa decisión rompe el compromiso adquirido con los corredores que han decidido inscribirse a la prueba”, explicaba a través del comunicado.

Si bien, el coste de los productos que se dispensan, unos 3.000 euros según el Ayutamento, no parece excusa suficiente para tumbar la prueba y de la manera en que se ha producido, no se ha conseguido llegar a un acuerdo para salvar esa dificultad. De hecho, según ha comentado De Miguel, trató en varias ocasiones reunirse con la corporación municipal al completo, algo que reconoce que le fue imposible.

Así las cosas, la organización devolverá el dinero de la inscripción a los más de cien corredores que habían formalizado la participación, si bien, el obsequio de la prueba -un portatodo- no se pedirá que se devuelva, en concepto de “compensación”.

Futuro de la prueba

Por otro lado, el propio alcalde ha reconocido que siempre ha apoyado esta carrera desde el principio y tratará de que este mismo año, en otra fecha, se pueda celebrar. Además, ha sido categórico adelantando a este medio que el próximo año se celebrará seguro y lo hará con el apoyo de otro patrocinador distinto a ETT de Miguel.