La Catedral se prepara para resarcir a Vigarny
El proyecto de rehabilitación de los relieves del trasaltar está ya elaborado y el convenio entre Junta y Cabildo, a punto de firmarse
Se invertirán 1,4 millones en restaurar la obra completa y se intervendrá para acabar con la filtración de humedad que genera el deterioro
La Crucifixión y el Descendimiento son los más afectados, frente a Cristo camino del Calvario, que cuenta con una contención “natural”
Miguel Ángel Ortega recuerda que los relieves de Alonso de los Ríos están realizados en una piedra caliza menos porosa y más resistente
Desde la caída de la estatua de San Lorenzo, aquel agosto de 1994, la Catedral de Burgos ha experimentado un impresionante proceso de rehabilitación. Se han sucedido los proyectos de restauración, con grandes inversiones que han contado con el patrocinio de no pocos mecenas. Ahora, la Seo burgalesa está a punto de acometer su última gran intervención antes de la celebración, en 2021, del octavo centenario de la colocación de la primera piedra. Y el Cabildo quiere convertir la significativa fecha en una reinauguración de la joya gótica.
Tras años de idas y venidas, de compromisos, fechas incumplidas y negociaciones, el proyecto de rehabilitación del trasaltar está listo, y el convenio de colaboración entre el Cabildo Metropolitano y la Junta de Castilla y León, cerrado. Así lo asegura el arquitecto técnico y restaurador Miguel Ángel Ortega, quien reconoce que faltan poquísimos flecos técnicos, pero nada que no se pueda solventar para firmar el documento antes de concluir mayo, como anunció recientemente la consejera de Cultura, María Josefa García Cirac.
Ortega asegura que el llamado “mal de la piedra” no existe y el deterioro deriva de dos patologías distintas
Y en la Seo burgalesa ya disponen de todos los datos de esta ambiciosa, complicada e ilusionante intervención. Se trata de restaurar los cinco relieves que decoran la giralda, tanto los tres de Felipe Vigarny como los dos de Pedro Alonso de los Ríos, con desmontaje de dos ellos, los más deteriorados. Además, se dará solución definitiva al origen del problema, a esa filtración de la humedad del subsuelo de la Catedral que, acompañada por las sales, acaba provocando la rotura de la piedra caliza cuando sale a la superficie y cristaliza.
Ortega ha recordado que, si bien siempre se ha hablado del famoso ‘mal de la piedra’, esa patología no existe como tal. El deterioro de los relieves de la girola se debe a varias causas, entre ellas, la humedad. La Catedral está construida en la ladera del Castilla, y el trasaltar se encuentra por debajo del presbiterio. El subsuelo es muy húmedo y, dada la porosidad de la piedra, esa humedad ha ido calando en los relieves. Va acompañada de sales que, al salir a la superficie, cristalizan y la piedra “salta como si fuera lascas”, ha apuntado el restaurador.
A ello se suman intervenciones y tratamientos inadecuados, realizados a lo largo de los últimos ocho siglos, pues los relieves han presentado problemas desde el principio. De hecho, en 1820 se repusieron algunos volúmenes y se aplicó una pátina de sulfatos con efecto impermeabilizante. Sin embargo, el revestimiento ha impedido a la piedra transpirar, así que el efecto rotura se ha agravado. Ortega ha asegurado que, en todos estos siglos, se ha tratado de remendar el daño, pero no se ha actuado en el origen, de ahí que el problema haya seguido vivo.
No solo rehabilitar
El primer relieve evita la humedad con un muro de contención instalado para solucionar su inestabilidad
El proyecto que se acometerá ahora incluirá dos actuaciones diferenciadas. Por un lado, se creará una barrera en la parte baja del trasaltar para frenar el ascenso de humedad, con un corte en la piedra y la construcción de una cámara de aire. Por otro, se rehabilitarán los relieves. Los que se encuentran más afectados son los tres de Felipe Vigarny, construidos entre los siglos XV y XVI, y en especial los de la Crucifixión y el Descendimiento y la Resurrección, que son lo que cuentan con buena parte de la representación perdida.
Los relieves de Vigarny se construyeron con piedra caliza de Briviesca, ha recordado Ortega, frente a la piedra caliza de Hontoria de las obras de Alonso de los Ríos, que son doscientos años más modernas. La de Briviesca es más fácil de trabajar pero también más porosa y, por tanto, se ha visto más afectada por la humedad. Eso sí, el relieve de Cristo camino del Calvario no presenta un deterioro tan acusado, a pesar de ser el primero en realizarse, pues una intervención posterior sirvió de barrera natural de contención a la humedad.
Y es que, cuando estaban construyendo las otras dos obras, detectaron en este primer relieve problemas de estabilidad, que los tres planos sobre los que está esculpido se desplazaban ligeramente. Por ese motivo se colocó, en la parte trasera, un muro de contención que, precisamente, ha contenido la filtración de la humedad. Los relieves de la Crucifixión y el Descendimiento no presentaron problemas de inestabilidad, pero sí que han sufrido la humedad, y son los que tendrán que desmontarse para ser tratados en el taller de restauración.
Las obras no comenzarán hasta 2018, pues este año se lo llevarán los trámites administrativos
Después de mucho analizar el caso, se ha tomado la decisión de situar este taller a la entrada de la Puerta de Pellejería, ha explicado Ortega. Y será aquí donde los relieves se introduzcan en bañeras llenas de agua para eliminar todas las sales filtradas a la piedra. Mientras, se procederá a crear esa barrera antihumedad en el trasaltar y se consolidará, in situ, el resto de relieves. También se actuará, si bien ligeramente, en los trabajos que enmarcan los relieves, obra de Simón de Colonia y que apenas están deteriorados.
Para 2018
El proyecto tiene un plazo de ejecución de unos dos meses y, aunque las obras no comenzarán hasta 2018, sí que estarán concluidos para la celebración de ese octavo centenario. Una vez se firme el convenio de colaboración, por el que Junta y Cabildo se reparten al 50 por ciento el coste previsto de 1,4 millones de euros, Patrimonio tendrá que sacar a concurso las obras. Se creará una comisión técnica mixta para supervisar los trabajos, ya que el Cabildo está interesado en controlar la intervención, tanto por el coste como por su relevancia patrimonial.
