Con los pendones al castillo, orgullosos de la Tierra de Lara

Las asociaciones Tierra de Lara y Los 7 Infantes de Lara han celebrado la tradicional Subida de los Pendones al Castillo de Lara

El manifiesto ha recordado a todos aquellos que sufrieron, se sacrificaron y vivieron intensamente una tierra de suspiros y de lucha

Con los pendones al castillo, orgullosos de la Tierra de Lara El Castillo de Lara ha recibido los pendones de la comarca. BC

Con orgullo, sentimiento y el recuerdo de los que pasaron por esa tierra fértil, llena de historia y tradiciones, de hombres de nobleza e hidalguía, las asociaciones Tierra de Lara y Los 7 Infantes de Lara han celebrado este sábado la novena edición de la Subida de los Pendones al Castillo de Lara. El emblemático y emotivo encuentro ha estado marcado por el tiempo revuelto, pero eso no ha impedido una buena participación de vecinos, que han asistido con devoción al traslado de los pendones que representan a cada uno de los municipios de la comarca.

Lara, tierra de todos y de cada uno de los que la habitan, la habitaron, la sueñan y la añoran. Tierra de gente leal, trabajadora y apasionada, de los de antes y de los de ahora. Porque de todos se han acordado durante la lectura del manifiesto conmemorativo, que ha corrido a cargo de Elena Larra. De los antepasados, aquellos que “mimaron cada hectárea”, que la sufrían y la sentían, “que miraban al cielo, con ansia, buscando lluvia al ver las grietas del camino o rezaban de rodillas ante la inmensidad de preguntas cuya única respuesta era mañana será otro día”.

La Subida de los Pendones es uno de los actos más emotivos de los que se celebran en la comarca burgalesa

Tierra “modesta”, de la que muchos se han ido, voluntaria o forzosamente, y a la que también muchos han vuelto. Y es que a la tierra que te vio nacer y crecer se la extraña tanto, que se vuelve, clamando “aquí es mi pasado y donde yo quiero ver mi futuro”. Una tierra viva, de suspiros de añoranza y nostalgia, pero también de gritos de supervivencia y lucha, que toca “venerarla, respetarla y hacerla más grande”, para que todos aquellos ya lucharon con anterioridad por ella puedan decir que “mereció la pena” el esfuerzo y el sacrificio.

Que ahora Lara “se queda enredada entre los dedos de gente de raza, de gente de fuerza, de gente con la humildad necesaria para ver tanta belleza y tanta grandeza”, ha insistido Larra, poniendo palabras a lo que es sentimiento, corazón y orgullo. Tanto es así que, finalizada la lectura del manifiesto, y como manda la tradición, se ha procedido a la interpretación del Himno de Tierra de Lara. Y, a continuación, regreso a Salas de los Infantes para celebrar, con baile y vermú, la subida anual de los pendones “de los de Lara”.