Burgos cerró 2016 con un saldo vegetativo negativo de 1.166 personas

La provincia registró en 2016 un total de 2.652 nacimientos y 3.818 defunciones, presentando un saldo vegetativo negativo más pronunciado en el entorno rural

La tasa de natalidad se situó en un 7,4 por mil habitantes, mientras que la de mortalidad se mantiene en un 10,65 por mil

Continúa la sangría poblacional. Una vez más, la provincia de Burgos cerró el pasado ejercicio presentando un saldo vegetativo negativo de 1.166 habitantes. Esto es, que a lo largo del pasado año murieron en la provincia 1.166 personas más de las que nacieron, presentando así un saldo de los más bajos de España y de la comunidad autónoma, donde sólo Zamora, Salamanca y, sobre todo León, presentan peores ratios.

La esperanza de vida media al cierre de 2016 era de 84,21 años

En total, según refleja el último informe emitido al respecto por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016 se registraron en la provincia un total de 2.652 nacimientos (1.385 niños y 1.267 niñas). El mes en el que mayor número de nacimientos se produjeron fue mayo, con 252, mientras que el mes de menor actividad fue febrero, con 190.

Frente a esos datos, la provincia registró un total de 3.818 defunciones (1.948 hombres y 1.870 mujeres). En este caso, los meses más complicados fueron los invernales, como por ejemplo enero, cuando fallecieron 358 personas, mientras que en septiembre, el mes en el que menos fallecimientos se produjeron, se registraron 260 defunciones.

En este sentido, cabe destacar la diferencia existente entre la capital y el resto de la provincia. Y es que, a orillas del Arlanzón se acumulan el 56 por ciento de los nacimientos totales (1.493), pero sólo el 45,1 por ciento de las defunciones (1.724), presentando un saldo vegetativo negativo de 231 habitantes, mucho menor que el del entorno rural.

Baja natalidad, alta mortalidad

Esa es, en suma, la fotografía de situación de una provincia lastrada desde hace muchos años por la despoblación. De hecho, la tasa de natalidad continúa cayendo en picado, y ya se sitúa en un 7,4 por mil habitantes, mientras que a finales de los años 70′ superaba con holgura el 15 por mil. Eso en Burgos, porque en otras provincias, como Zamora, la tasa de natalidad apenas supera hoy en día el 5 por mil. También la tasa de fecundidad ha ido cayendo poco a poco en Burgos, que cerró el 2016 con un 36,38 por mil habitantes. En el lado contrario, la provincia cerró el año con una tasa de mortalidad bruta del 10,65 por ciento y con una esperanza de vida de 84,21 años (81,25 para los hombres y 87,29 para las mujeres.

Lo que apenas ha variado en los últimos años es la edad media de las mujeres para tener hijos. Al cierre de 2016, esa tasa se situaba en los 32,9 años, una edad que se ha ido incrementando, pero de manera muy tendida. Mucho más evidente ha sido el incremento registrado desde los años 70 en el porcentaje de madres no casadas, que ha pasado del 1,7 por ciento de 1975 al 39,38 por ciento de 2015, último año del que existen registros.