Registran un terremoto de 3,1 en la escala richter en Las Merindades

El Instituto Geográfico Nacional registra un temblor del 3,1 en la escala de richter cerca de Castriciones, a medio camino entre Medina y el Valle de Losa

El epicentro del temblor se ha situado a una profundidad de 12 kilómetros, lo que ha permitido que se sienta en los pueblos del entorno

Registran un terremoto de 3,1 en la escala richter en Las Merindades

Los habitantes de Las Merindades se han despertado esta mañana con un susto. Y es que, un terremoto de magnitud de 3,1 en la escala richter ha sacudido hoy la zona norte de la provincia. En concreto, el seismo se ha registrado a las 9 horas, 56 minutos y 49 segundos a una profundidad de 12 kilómetros en el entorno de la localidad de Castriciones, a medio camino entre Medina de Pomar y el Valle de Losa.

No se han registrado réplicas del terremoto

En principio, el sismo no ha provocado daños materiales o personales algunos, si bien, se ha dejado sentir en varias zonas del entorno. Así, el Instituto Geológico Nacional, (IGN), organismo encargado del control y la vigilancia de este tipo de situaciones, ha certificado que el terremoto se ha sentido, al menos, en las localidades de Villaluenga y Perex. También el Servicio de Emergencias del 112 ha recibido tres llamadas al respecto.

Según explica Emilio Carreño, del IGN, el temblor se ha sentido, fundamentalmente, porque ha sido bastante “superficial”. “No ha sido un terremoto de gran magnitud, pero al producirse a unos 12 kilómetros de profundidad, se ha sentido en la superficie”, explica. Además, añade, “no se han registrado réplicas”, por lo que se descarta cualquier tipo de peligro sustancial.

En este sentido, Carreño asegura que la zona no es especialmente activa en el ámbito sísmico. Y es que, a pesar de que en agosto del año pasado se registró otro temblor similar en el entorno de Quecedo de Valdivielso, se trata de pequeños temblores y muy separados en el tiempo. “Un año de baja actividad contabilizamos entre 6.000 y 7.000 terremotos en la Península y las islas y registramos entre 10 y 15 al mes que se pueden sentir. Éste ha sido uno más”, subraya. De hecho, el mayor terremoto registrado en la zona por el IGM data de 1939, cuando un temblor del 4,3 en la escala richter sacudió Villarcayo.

Es más, a juicio de Carreño, este tipo de temblores ayudan a mejorar el conocimiento geológico de la Península. “Gracias a ellos sabemos que puede haber una falla en la zona, algo que no podríamos saber de otra manera”, insiste el técnico al tiempo que añade que el terreno kárstico sobre el que se asienta parte de Las Merindades puede facilitar que se sientan los temblores debido a los “grandes colapsos” que pueden registrarse.