El alcalde de Burgos pide a la Junta que reparta mascarillas a quienes «no tengan capacidad económica para adquirirlas»

El Ayuntamiento de Burgos, con su alcalde a la cabeza, ha solicitado por medio de un escrito a la Junta de Castilla y León que se encargue de facilitar el acceso a las mascarillas, obligatorias en los lugares públicos donde no se pueda garantizar la distancia física de dos metros, a todas aquellas personas «que no tengan capacidad económica para adquirirlas».

A diferencia de lo que ocurre en otras comunidades, la Junta de Castilla y León no ha puesto a disposición de los castellanos y leoneses estos cubre bocas en las farmacias por medio de la tarjeta sanitaria.

Según el escrito enviado a Verónica Casado, consejera de Sanidad, el impacto económico de este desembolso puede rondar los 60 euros mensuales: «El Gobierno de España estableció un coste máximo de 0,96 euros para la mascarilla tipo higiénica no reutilizable, de una duración de cuatro horas».

El Ayuntamiento de Burgos realiza el cálculo asumiendo que cada persona puede llegar a usar dos mascarillas diarias y asegura que, aunque buena parte de la población no tendrá problemas para poder llevar a cabo ese desembolso, para otro sector de la población será imposible.

Es por eso que pide a la Junta que, siguiendo el ejemplo de diferentes municipios que se han hecho cargo del reparto de mascarillas para su vecinos, la Junta de Castilla y León «proporcione las mascarillas necesarias para aquellas personas que, o bien no bien no pueden asumir su coste, o bien al pertenecer a un colectivo de riesgo (personas mayores, con patologías previas, etc.), han de extremar las medidas preventivas».

Asimismo, el Ayuntamiento informa que ha adquirido 35.000 mascarillas higiénicas que ya está repartiendo entre la población más vulnerable, y otras 50.000 higiénicas de tela homologada que aguantan hasta 60 lavados por un valor de 150.000 euros, pero lamentan desde el Consistorio que «en un par de meses, estas mascarillas ya no tendrán ninguna utilidad».