El anuncio de ola de calor no asusta a burgaleses ni turistas

Las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anunciaban para este miércoles un aviso amarillo por calor en Burgos. La predicción alertaba también de temperaturas máximas que rondarán los 36 y 37 grados, algo que no ha asustado a burgaleses ni turistas que se han echado a la calle para disfrutar de la ciudad.

Si bien es cierto que el inicio de la jornada animaba a pensar que el calor no sería intenso, con cielos cubiertos y bancos de niebla, según avanzaba la mañana el sol se hacía con el cielo burgalés. A pesar de ello, las temperaturas no han sido tan altas como vaticinaba la Aemet, y al filo de las 12:00 de la mañana los termómetros oscilaban entre los 24 y los 28 grados.

Aún así, el sol pegaba con intensidad y muchos eran los que buscaban refugio a la sombra o en las terrazas que se encontraban en zonas no soleadas, pero otros muchos paseaban o aguardaban su turno para entrar en la Catedral a pleno sol.

Las gorras y los abanicos hacían su acto de aparición, pero en menor medida de la esperada, y los burgaleses y turistas disfrutaban de la mañana del miércoles. Según la propia Aemet la máxima alcanzada durante la mañana de esta jornada ha sido de 31,6 grados a las 14:00 horas.

Lo peor de esta ola de calor se espera para las jornadas de jueves y viernes, cuando las máximas superarán los 38 grados en la provincia, que seguirá en nivel amarillo por altas temperaturas, como el resto de Castilla y León.

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