Los conductores de autobuses urbanos de Burgos lamentan haber alcanzado la totalidad de asientos ocupados sin contar con las mamparas protectoras

Los conductores de autobuses urbanos de la ciudad de Burgos continúan «molestos y preocupados» porque las mamparas de metacrilato que se prometieron desde el Ayuntamiento no llegan. La ciudad de Burgos alcanzó el lunes 15 de junio la fase 3 de las medidas de alivio del confinamiento establecido para frenar la covid-19. Al entrar en esta fase se aumenta el aforo de los autobuses urbanos.

Ahora pueden viajar con el cien por cien de los asientos ocupados y con 10 personas de pie en los autobuses más pequeños y 15 pasajeros de pie en el caso de los articulados. «Hemos alcanzado la fase 3, se ha aumentado la capacidad de los autobuses y seguimos igual, desprotegidos», apunta un conductor, que no quiere desvelar su nombre pero explica que es una sensación general entre los compañeros.

Hasta este miércoles 17 de junio este conductor asegura que solo se han instalado estas mamparas protectoras en cuatro autobuses. «Desde el sector metemos prisa al Ayuntamiento y siempre que hay reuniones y estamos presentes se saca el tema pero nos dicen que es el tiempo normal, que hay que pasar ITV una a una», señala el conductor.

«La flota tiene entre 56 y 58 autobuses pero es que no todos son distintos, hay hasta 30 iguales para los que la fabricación de la mampara sería igual y en serie», apunta este conductor. Lamenta, igualmente, que en un informe del Servicio de Prevención del Ayuntamiento se apunte que «no tenemos riesgo de contagio porque estás solo dos segundos en contacto con la gente pero es que estamos en contacto con mucha gente durante todo el día».

Esta situación en la que este gremio de trabajadores se siente «desprotegido» ha conllevado a que entre cuatro y seis conductores estén de baja por ansiedad. «Hay mucho miedo, estamos en contacto continuo con la gente y cada personas en un mundo. Hay compañeros que tienen mucho miedo, les ha provocado ansiedad y el médico les ha dado la baja por ansiedad», apunta.

Además de la situación de molestia con respecto a las mamparas, estos conductores también lamentan el material que se les proporciona para trabajar. Lo consideran «insuficiente». «El bote de gel hidroalcohólico lo tenemos siempre en el autobús pero para una jornada laboral de ocho horas solo nos dan un par de guantes», explica este conductor. Además, apunta que «solo nos dan una mascarilla cada siete u ocho días, porque nos han dicho que la que nos dan es lavable, así que cada jornada hay que lavarla, confiar y si no te tienes que comprar tu mascarilla».