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No es la primera vez que ocurre algo similar, pero quizá sí una de las primeras que alguien se atreve a cometer la insensatez de caminar sobre el arco del puente de la universidad de lado a lado. Este viernes, un joven que por las imágenes ha superado holgadamente la adolescencia, paseó como si nada por encima de uno de los dos arcos que forman el puente de la Universidad y lo hizo sin el menor temor a caerse.
Un resbalón a esa altura podría haberle causado una caída y lesiones graves, pero en su caso parece que no contemplaba esta posibilidad. La confianza en sí mismo le lleva incluso a desviar la mirada y fijarse en un vehículo que le estaba grabando durante su «hazaña».
Según comentan los vecinos de la zona, desde que se abrió el puente de la Universidad ha habido jóvenes que han tratado de caminar sobre el arco, pero a los pocos metros bajaban. Y es que la anchura del arco hace que más de uno crea que puede caminar tranquilamente sobre él, pero un paso en falso, una racha de viento o simplemente una zona húmeda sobre la pintura puede llevar a que caiga desde una altura de unos ocho metros.
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