El puente de Semana Santa, «bastante flojo» por el tiempo y las cancelaciones gratuitas

Luis Mata, presidente de la Federación de Hostelería de Burgos, califica el puente de «bastante flojo», después de no haber conseguido que ninguno de los días fuertes se haya completado la oferta de habitaciones. Según explica Mata, del Domingo de Ramos a Miércoles Santo, la ocupación se situó en el 55%, mientras que, de Jueves a Sábado Santo, el porcentaje ascendió al 70%. Por último, el Viernes Santo, el día más fuerte, se rondó el 90%. Lo que Mata destaca de todo esto es que, unas fechas de tanto movimiento turístico, no se ha conseguido cubrir las plazas hoteleras.

Según el presidente de los hosteleros, es una «caída importante de las pernoctaciones» y añade «y de los precios». La ley de la oferta y la demanda ha llevado a algunos establecimientos a bajar el precio de las habitaciones, lo que agrava aún más el saldo de resultados.

Sin embargo, esta disminución de turistas ha sido la tónica general en todo el país, según Mata. «La gente se ha quedado en casa» y el culpable de ello ha sido la previsión meteorológica, que no ha estado acertada, a juicio del representante de los hosteleros. Para él, los meteorólogos alertaron de un tiempo muy inestable que finalmente no se cumplió. Especial afección ha tenido esta previsión en la costa. El mayor beneficiado ha sido Madrid, que ha mantenido a su población y ha atraído a turistas de otras provincias.

Por otro lado, los hosteleros también hacen autocrítica. Mata ha criticado la deriva que está tomando la política de cancelación gratuita. Según ha podido vivir en primera persona, su establecimiento registró cerca de un 70% de cancelaciones, como consecuencia de ofrecer de manera gratuita la cancelación. «Hace un mes tenía el hotel completo», explica Mata.

Fruto de esas constantes reservar ficticias, el presidente de los hosteleros optó por penalizar las cancelaciones con un 10% del precio de la habitación y «las reservas cayeron en picado». Sin embargo, las que se registraron fueron reales y «eso es lo que vale», explica.

A juicio de Mata «estamos dando demasiadas facilidades», permitiendo las cancelaciones gratuitas, incluso, 24 horas antes de la fecha reservada. Por desgracia, el cliente suele anular la habitación al filo de ese día previo y eso impide cualquier tipo de previsión.

La tendencia a la baja de los alojamientos se reflejó también en los bares. La bajada de turismo hizo que hubiese más burgaleses en la calle. De ahí que las procesiones hayan contado con más público. Sin embargo, el consumo local es siempre inferior al del turista y eso ha hecho que no haya aumentado, especialmente por la nula tarde del viernes, que registró nieve entre las 19:00 y las 21:00 horas.