Quince años de prisión para la banda de albaneses que planificaba robos en viviendas desde Villarcayo
Se les atribuyen 27 delitos por sustracción de objetos en hogares del norte de Burgos, Cantabria, País Vasco, La Rioja y Navarra
La Audiencia Provincial de Burgos ha condenado a 15 años de cárcel en total a tres miembros de la banda de albaneses (E. L., H. C. y S. Z.) que planificaban robos en viviendas desde Villarcayo a finales de 2017.
Desde ese octubre de 2017 la Guardia Civil detectó un incremento de robos en viviendas unifamiliares de localidades del norte de la provincia burgalesa. Con empleo de la fuerza accedían al interior, sustrayendo dinero y joyas de dormitorios y despachos.
A medida que se sucedían más ilícitos, se comprobó que la banda de albaneses, cuyos otros miembros permanecen en paradero desconocido, ampliaron su «botín» haciendo acopio también de ropa, calzado, enseres domésticos, móviles, tablets o un turismo, siendo detectados otros hechos similares en las provincias de Vizcaya y Cantabria.
Carentes de actividad laboral conocida y de ingresos, fueron vigilados y seguidos de manera discreta; se conoció que tenían alquilados dos pisos, uno en Villarcayo y otro en la provincia de Vizcaya y que se desplazaban en vehículo a las provincias donde más tarde eran denunciados los robos en viviendas.
A finales de 2017, los tres condenados fueron detenidos en Villarcayo, donde se practicó un registro bajo mandamiento judicial, siendo recuperados objetos procedentes de los robos, dinero, joyas y documentación falsa con la que obtenían contratos de alquiler de vehículos.
Las pesquisas llevadas a cabo en ese momento facilitaron su vinculación en tiempo y lugar con las localidades asaltadas, habiéndose esclarecido 27 asaltos cometidos en las provincias de Burgos (9), Cantabria (10), La Rioja (2), Navarra (6).
'Modus operandi'
Banda organizada, jerarquizada, formada por al menos tres integrantes, si bien se sospecha pudieran ir sustituyendo los mismos cada cierto periodo de tiempo, viajando desde el extranjero.
Elevada actividad delictiva, con cierta infraestructura, gran movilidad geográfica para acometer el asalto a los objetivos, elegidos aleatoriamente en urbanizaciones.
Actuaban al anochecer, sobre primeras viviendas en casas unifamiliares, cerciorándose antes de que se encuentran vacías en ese momento. Salvaban el muro o valla perimetral, accediendo al interior de la casa mediante fractura de una ventana, casi siempre ubicada en la parte posterior. Utilizaban una herramienta que deja una muesca característica.
Inicialmente se apoderaban de dinero y joyas, si bien evolucionan para sustraer cualquier objeto de valor o utilidad de la que sacar beneficio. Importantes medidas de seguridad.
Uno siempre permanecía en «base», mientras los otros se desplazaban para cometer los robos; cuando llegaban al portal nunca hacían uso de la llave; llamaban al portero automático para advertir de su llegada.