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Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, durante un mitin. EFE
Vox dispara sus expectativas en las nueve provincias de Castilla y León

Vox dispara sus expectativas en las nueve provincias de Castilla y León

La formación de Abascal solo cosechó 2.741 votos en la región en las últimas elecciones generales

Arturo Posada

Valladolid

Martes, 4 de diciembre 2018, 07:35

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Los casi 400.000 votos y 12 escaños de Vox en las elecciones andaluzas han creado un terremoto político cuyas ondas se extienden por el resto de España. Las expectativas de la formación liderada por Santiago Abascal se han disparado y Castilla y León no resulta una excepción. En las últimas generales de junio de 2016, Vox solo fue un asterisco autonómico, con unos exiguos 2.741 votos en las nueve provincias (0,19% de las papeletas válidas) muy por debajo del PACMA (10.330 votos) o UPyD (4.520). Sin embargo, el tablero político vuelve a ponerse ahora patas arriba y la irrupción de Vox atomiza aún más un sistema que camina hacia el pentapartidismo.

«Realmente, no nos pilla por sorpresa», señala Carlos Portomeñe, presidente de Vox en León. «Parece que nacimos en Vistalegre, pero llevamos años trabajando sin medios, sin apoyos y sin recursos. En Andalucía vimos una gran afluencia de gente a nuestros actos. El resultado final ha superado nuestras propias expectativas y creo que es el inicio de lo que va a suceder en el resto de España», apunta Portomeñe, director de seguridad, autónomo y exmilitar.

Hartazgo

El efecto andaluz ejerce como acelerante en un partido que porta las etiquetas de ultraderecha, extrema derecha o fascista. «No sé cómo se puede decir que 400.000 andaluces encajan en esta denominación de extremistas», apunta Jesús García-Conde, vicepresidente de Vox en Valladolid. «En las celebraciones de Andalucía y en los actos que organizamos se ve que se trata de gente normal: la España que madruga, la España viva que decimos en los mítines. Lo que reflejan nuestros resultados es el hartazgo de los españoles hacia los cuatro partidos, fundamentalmente autonomistas, y la búsqueda de una solución que ilusione y sea diferente. Eso es lo que representa Vox», añade García-Conde.

Vox exhibe un nacionalismo español «sin complejos», con un ideario que incluye mensajes contra la inmigración o la ley de violencia machista. «Lo que defendemos no es lo que sale a la luz. Se comentan dos o tres 'mantras' manipulados para estigmatizarnos», se queja Portomeñe. «Tenemos más de cien medidas de las que no se habla y que responden a los problemas reales. Estamos, por ejemplo, en contra de los impuestos abusivos y confiscatorios. No nos consideramos fascistas ni somos racistas, xenófobos ni machistas. Lo que ocurre es que interesa meter miedo. No se puede insultar a 400.000 andaluces, parte de los cuales vienen del PSOE», agrega el dirigente leonés.

Carlos Portomeñe, presidente de Vox en León.
Carlos Portomeñe, presidente de Vox en León.

El partido ha experimentado una demanda de afiliaciones en Castilla y León tras los resultados de los comicios andaluces. «Las expectativas son tremendas», subraya Portomeñe. «La acogida es cada vez mejor. Se nota en Castilla y León la misma ilusión que se ha visto en Andalucía», corrobora García-Conde.

Candidaturas autonómicas

Vox aboga por acabar con las comunidades autónomas, pero presentará candidaturas a las Cortes de Castilla y León en todas las provincias. «Es cierto que estamos en contra de las autonomías, pero no implica que no aceptemos la legalidad. Desde la ley, intentaremos cambiarlo. Aquí vamos por provincias, pero también nos coordinamos porque aspiramos a obtener representación en la comunidad», dice Carlos Portomeñe.

De momento, Vox solo ha publicado sus propuestas en cinco de las nueve provincias de Castilla y León. La más elaborada corresponde a Ávila, con 120 puntos detallados. Uno de ellos, referido al personal del Ayuntamiento, empieza así: «No queremos enchufados». En Segovia se plantean como prioridad «adelgazar el Ayuntamiento» y, entre otras medidas, figura que la hornacina del Acueducto «ampare» la bandera de España. En León abogan por reducir las corporaciones locales de 211 a 23 «manteniendo su personalidad». En provincias como Valladolid, Vox ultima los detalles de su nueva sede y trata de ganar tracción electoral con mesas informativas en la calle.

Vox busca aparecer como un partido «transversal» que no solo capte el voto más derechizado del PP. «Ciudadanos y Podemos, que llegaron con un aura de modernidad, se han convertido en dos muletas del bipartidismo», critica García-Conde. «Antes teníamos muchos jubilados, pero ahora notamos la llegada de gente joven. Somos capaces de canalizar la indignación», finaliza Portomeñe.

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