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Rodrigo, en una acción ante Pione Sisto. Salvador Sas (Efe)
Jornada 20

El Valencia remonta para soñar

Ferrán Torres y Rodrigo voltean el tanto inicial de Araujo y dan la victoria al equipo de Marcelino

EFE

Vigo

Sábado, 19 de enero 2019, 08:57

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Celta de Vigo y Valencia abren este sábado la segunda vuelta de la Liga con la urgencia de sumar puntos para alejarse de la zona de descenso, y disipar las dudas sobre el futuro de sus respectivos entrenadores, Miguel Cardoso y Marcelino García Toral, respectivamente.

El técnico asturiano vive sus horas más difíciles desde que llegó a Mestalla. El triunfo copero ante el Sporting le permitió coger algo de aire, aunque un nuevo tropiezo en Balaídos volvería a situarlo en el punto de mira.

El mismo ambiente de nerviosismo se vive en Vigo. El cambio de entrenador -Cardoso sustituyó a Antonio Mohamed en noviembre- no ha servido para enderezar el rumbo de un equipo que encadena cuatro jornadas sin ganar, con un solo punto sumado de los últimos doce.

Lo más preocupante, no obstante, es la pobre imagen ofrecida por el Celta frente a Athletic y Rayo Vallecano, duelos en los que acusó en exceso la baja del internacional español Iago Aspas, que tampoco reaparecerá este sábado.

Hay tanta preocupación en el celtismo por la dinámica de su equipo que esta semana un grupo de aficionados intentó reunirse, sin éxito, con los capitanes para pedirles más actitud frente al Valencia.

«No es momento de promete nada, sino de hablar en el campo», dijo el capitán Hugo Mallo, que repetirá en el lateral derecho de una línea defensiva que, salvo sorpresa, será la misma que jugó en Vallecas, con la dupla Cabral-Araujo en el centro del eje y Juncá en el costado izquierdo.

La baja de Okay Yokuslu por lesión devolverá la titularidad a Lobotka, que formará en el centro del campo junto a Beltrán y Jozabed, con Brais Méndez tirado a la banda derecha, Boufal a la izquierda y Maxi Gómez como delantero centro.

El Valencia llega al partido con el casi inaplazable objetivo de exportar a la Liga la mejoría que mostró en la segunda parte del encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey del martes en el que se impuso por 3-0 al Sporting de Gijón.

En el club de Mestalla asumen que tras haber ganado sólo cuatro de los diecinueve primeros partidos de la Liga y estar a diez puntos de los puestos de Liga de Campeones, la reacción del equipo de Marcelino García Toral debe ser inmediata y duradera.

Antes del choque copero, el Valencia sumó un nuevo empate, el undécimo, ante el Valladolid en un encuentro en el que su dominio se tradujo en numerosas oportunidades, incluido un penalti errado, pero sólo se concretó en un gol, el mismo balance que tuvo el equipo pucelano sin apenas haber pisado el área de Neto.

Aún así, el apoyo que le dio la afición de Mestalla serenó los ánimos en el entorno del club y no parece que el cargo del cuestionado técnico asturiano corra peligro inmediato.

La efectividad goleadora sigue siendo la asignatura pendiente del Valencia, que con 17 tantos es el equipo menos goleador de toda la categoría, junto con otros tres equipos.

El doblete que consiguió en 45 minutos Santi Mina ante el equipo asturiano le asegura un puesto en el once y el buen trabajo por la banda en esa segunda mitad de Ferran Torres o de Kang In Lee podrían aumentar su protagonismo.

Además, se espera que García Toral recupere a su centro del campo clásico, con Dani Parejo en la creación y un mediocentro de contención a su lado. Con Kondogbia aún lesionado, Francis Coquelin sería el elegido.

Junto al francés, también serán baja por lesión el extremo portugués Gonçalo Guedes, mientras que en el caso de Michy Batshuayi, al que el club busca una salida, su ausencia es por decisión técnica por esa situación.

El Valencia confirmó su recuperación con un importantísimo triunfo (1-2) en Balaídos, después de remontar, con goles de Ferrán y Rodrigo, al Celta de Vigo, que se hunde en la clasificación tras encadenar su cuarta derrota seguida.

El miedo a perder sujetó a ambos equipos en el primer tiempo. Se asumieron pocos riesgos porque lo prioritario era mantener la portería a cero. El Celta estaba con el freno de mano puesto; el Valencia tenía el balón pero tampoco arriesgaba demasiado.

La falta de ambición de su rival animó al equipo de Marcelino a dar un paso adelante. Volcó su juego hacia la banda, donde Cheryshev hacía daño con sus carreras. De un centro suyo que remató Rodrigo llegó el primer aviso.

Celta

Rubén Blanco; Hugo Mallo, Roncaglia, Araujo, Juncá; Jozabed, Lobotka; Pione Sisto (Hjulsager, m.81), Brais Méndez, Boufal (Emre Mor, m.70); y Maxi Gómez.

1

-

2

Valencia

Neto; Piccini, Garay, Gabriel Paulista, Gayá; Carlos Soler (Ferrán, m.61), Parejo, Coquelin (Wass, m.78), Cheryshev (Gameiro, m.61); Santi Mina y Rodrigo.

  • Goles: 1-0, m.40: Araujo; 1-1, m.71: Ferrán; 1-2, m.84: Rodrigo

  • Árbitro: González González (colegio castellano-leonés). Amonestó a Jozabed, Brais Méndez y Hugo Mallo, por parte del Celta de Vigo, y a Carlos Soler y Gabriel Paulista por parte del Valencia.

  • Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 15.688 espectadores. Antes del choque se guardó un minuto de silencio en memoria de Manuel de Castro García y Luciano Miranda 'Marcial'.

Al Celta le quemaba el balón. Y el Valencia pudo golpearle con un rápido contraataque que ni Santi Mina ni Rodrigo supieron finalizar con acierto. El primero tardó en armar su pierna; al segundo le sacó su disparo cruzado el central Araujo.

Eran los mejores minutos del Valencia, que disfrutó de otra buena oportunidad sobrepasada la media hora con un disparo de Carlos Soler que desvió Rubén. Perdonó el equipo valencianista, como muchas otras veces este curso, y el Celta resucitó.

Primero avisó con un disparo de Pione Sisto, tras un monumental error de Rodrigo que propició el contraataque conducido por Brais; y después Araujo explotó un desajuste defensivo en un saque de esquina, que llegó tras un error infantil de Coquelin que dejó a Boufal sólo ante Neto, que se lució para enviar el balón a córner.

Parejo, con un gran golpeo, rozó el empate en el descuento del primer acto pero Rubén lo evitó con una buena mano. Demasiado premio para el Celta; excesivo castigo para el Valencia, que se reactivó en la segunda parte con la entrada de Ferrán y Gameiro. Hasta ahí apenas dañó a un Celta que sin Aspas se vuelve mucho más vulnerable.

El Valencia se volcó y encontró su premio con un buen remate de Ferrán. Y ese 1-1 hundió a los de Cardoso, sin reacción, demasiado encerrados en su campo. Santi Mina y Garay pudieron certificar la remontada pero Rubén Blanco, el mejor de los suyos, mantuvo la igualdad. Poco duró. A falta de siete minutos Rodrigo sacó a relucir las carencias defensivas celestes para sellar la recuperación valencianista.

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