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Cristiano Ronaldo, en la derrota ante el Villarreal.

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Cristiano Ronaldo, en la derrota ante el Villarreal. Reuters
Jornada 19

El 'submarino' hunde al Madrid

Asenjo frenó a los campeones en el primer tiempo y Fornals castigó al final el desorden de un equipo que cosechó su primera derrota ante el Villarreal en el Bernabéu y ve peligrar el cuarto puesto

Ignacio Tylko

Madrid

Sábado, 13 de enero 2018, 01:35

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El Villarreal visita este sábado el Santiago Bernabéu para medirse al Real Madrid en un duelo que se ha convertido en un auténtico plebiscito para el vigente campeón de Liga y Champions. El empate cosechado por los blancos en Balaídos la pasada jornada, sumado a las tablas que arrancó el Numancia en Copa y el doloroso recuerdo de la derrota en el clásico del pasado 23 de diciembre han colocado a Zinedine Zidane en la situación más delicada desde que arribase al banquillo del Paseo de La Castellana.

A 16 puntos del Barça aunque con un partido menos, el horizonte liguero se presenta muy oscuro, por mucho que el técnico repita que su equipo aún está vivo en todas las competiciones y que no está «tan mal como se dice». Lo que el curso pasado era un reguero de alabanzas por su gestión del grupo ha mutado en un caudal de reproches y el único dique de contención posible son las victorias, esas que últimamente le son tan esquivas. El triunfo ante el conjunto castellonense resulta imperativo para no agravar el enfado de la afición y demostrar que la arenga del entrenador a sus pupilos el miércoles en Valdebebas no ha caído en saco roto.

Cinco empates y dos derrotas –ante Betis y Barcelona- han convertido el feudo blanco en un escenario permeable para los rivales. Sólo el Sevilla salió escaldado con contundencia de su visita al Santiago Bernabéu, donde el Real Madrid acumula ya tantos tropiezos como en toda la campaña pasada entre todas las competiciones. No sabe lo que es ganar allí el Villarreal, que ha claudicado en 13 de sus 18 partidos anteriores en el coliseo de Chamartín. Los cinco restantes se saldaron con empate. El último de ellos, el curso pasado, cuando puso la primera mácula en el hasta entonces impecable expediente que presentaba la escuadra de Zidane en calidad de anfitriona.

Aquello fue apenas un toque de atención a un conjunto que venía de hacer pleno en las cuatro primeras jornadas. Una nueva estocada agravaría ahora la mayor crisis de la institución que preside Florentino Pérez desde la que provocó la destitución de Rafa Benítez y su sustitución por Zinedine Zidane. Para evitarla, el galo volverá a encomendarse a su bloque de confianza, toda vez que el sorteo de Copa ha emparejado al Real Madrid con el Leganés, evitando así un cruce ante un adversario de mayor tronío que sí podría haber recomendado rotaciones. Sergio Ramos, que sigue recuperándose de sus problemas en el sóleo izquierdo, y Benzema, que también apura los plazos para dejar atrás la lesión que le mantiene sin jugar desde el clásico, son las únicas bajas respecto al once de gala.

La esperanza es Bale

Nacho ocupará el puesto de Sergio Ramos como acompañante de Varane en el eje de la zaga, con Marcelo y Carvajal sometidos nuevamente a examen en los laterales, especialmente el brasileño, por cuya banda han llegado 6 de los 16 goles que ha recibido el Real Madrid en Liga. Modric y Kroos recuperarán la batuta en un mediocampo que completarán Casemiro como ancla e Isco como enganche.

La mejor noticia para los blancos será la presencia de Bale arriba con Cristiano Ronaldo. El galés, que se estrenó como madridista precisamente contra el Villarreal, con gol incluido, es el único brote verde del que puede presumir el cuadro de Concha Espina, con tres tantos en sus dos últimos partidos. Dos se los hizo al Celta en un partido en el que Cristiano Ronaldo mantuvo su riña con la portería. El luso, que sólo ha anotado cuatro dianas en Liga, le ha endosado doce en los trece duelos que ha mantenido con el Villarreal, y la recuperación de su olfato se antoja capital para que los blancos enderecen el rumbo.

Sexto en la tabla, a cuatro puntos del Real Madrid, el Villarreal llega al choque esperanzado de sacar algo positivo ante la errática marcha de su contrincante pero receloso por la capacidad de resurrección que tienen los blancos. Su técnico, Javi Calleja, recordó la víspera que «un Real Madrid herido es peligroso».

Confía el preparador madrileño que el partido disputado el miércoles en Copa ante el Leganés, próximo adversario del Real Madrid en el torneo del KO, no pase factura a sus futbolistas pese a lo «exigente» del choque. No descartó el preparador alguna variante en el dibujo de su equipo, que cuenta con las bajas por lesión de Bruno Soriano, Andrés Fernández, Nicola Sansone y Roberto Soriano, además de Víctor Ruiz, sancionado por acumulación de amonestaciones. Tampoco estará el colombiano Roger Martínez, fichado para cubrir el hueco que dejó Bakambu con su marcha al fútbol chino pero que sigue un plan específico de puesta a punto.

Mereció el Real Madrid vencer incluso a los puntos ya que dispuso de más ocasiones y convirtió, sobre todo en el primer tiempo, a Sergio Asenjo en el mejor jugador del Villarreal, pero el campeón sigue dando tumbos y ya ve peligrar el cuarto puesto tras la sonada derrota sufrida frente al equipo amarillo, uno de los más cuajados y mejor trabajados del campeonato e histórico vencedor por fin en el Bernabéu después de 18 partidos de Liga y uno de Copa. No es seguramente el problema de los blancos una cuestión de compromiso, ni de profesionalidad, ni quizá tampoco de tener la tripa llena de éxitos y la mente distraída, sino un tema de juego, de falta de pegada, de pérdida de autoestima de los jugadores y de poca respuesta táctica por parte de su entrenador. También existe un declive físico alarmante en las segundas partes que tendrá mucho que ver con la intensa preparación para ganar las supercopas en verano y el dichoso Mundial de Clubes en invierno. Y por supuesto, no deja de ser noticia la sequía alarmante de Cristiano Ronaldo, negado de cara al gol hasta el punto de que sólo ha marcado cuatro tantos en toda la primera vuelta.

La exigente hinchada local aguantó un tremendo frío de forma estoica y sólo silbó al final a un equipo que ve al Villarreal un punto por detrás en la tabla y que el domingo podría quedar empatado con el Sevilla, si los andaluces vencen en Mendizorroza, y a 19 puntos del Barça si el líder no falla. Eso sí, aún tienen pendiente la cita aplazada en Butarque. Los jugadores del Madrid corrieron, trabajaron y se ayudaron hasta que pudieron, pero volvieron a fracasar y caer con todo el equipo. Debieron resolver el choque en una primera mitad notable, pero decrecieron según avanzaba la tarde y se iban desorganizando. El ejemplo más claro fue el 0-1 final, que nació un un corner a favor que se transformó en una contra letal culminada con una picadita sutil de Fornals ante Keylor. Zidane, que recurrió muy tarde a Lucas Vázquez y a un Asensio cada vez más desengañado, no acertó a variar antes el discurrir del duelo.

Aseguró ‘Zizou’ tras el último empate ante el Celta que jamás iba a señalar a ningún jugador de su plantilla y lo demostró con hechos, ya que no rotó y alineó al mismo once que en Balaídos con la excepción de Carvajal, tras cumplir sanción, en lugar de Achraf. Sus discipúlos le respondieron desde el principio con ambición, ya que ejercieron una presión alta, jugaron de forma vistosa a ráfagas y someterion a Asenso a enorme trabajo. Enorme mérito el del portero palentino, víctima de las peores lesiones posibles de rodilla, y además repetidas, pero con una fe inquebrantable en el trabajo diario para salir siempre adelante e incluso en mejor forma.

Si los blancos no resolvieron el choque en ese período fue porque Asenjo, siempre atento y bien colocado, estuvo providencial en tres acciones. A los 18 minutos, desvió a mano cambiada un tremendo tiro lejano de Marcelo; después, el ex del Atlético sacó otra mano soberbia tras un lanzamiento de falta ejecutado por Cristiano con gran fuerza que rozó en la barrera; y al borde del descanso, recorrió toda su portería rapidísimo y salvó el remate a bocajarro del portugués, tras un pase genial de Isco. Reclamaron los locales penalti porque Mario Gaspar desequilibró a Cristiano antes de su golpeo, pero también el malagueño estaba en posición dudosa antes de centrar.

Hubo otras dos acciones polémicas en el área visitante en el primer acto que ni el veterano Undiano ni su asistente de esa zona estimaron como penaltis. Acertaron seguro en la primera porque el golpeo de Isco fue desviado por el codo de un defensor de forma completamente involuntaria, pero muchas más dudas quedan en la segunda jugada; es verdad que seguramente Álvaro no quiso cortar con el brazo el cabezazo de Bale, pero también es cierto que lo tenía extendido y el remate iba a puerta.

Real Madrid

Keylor, Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo, Casemiro, Modric, Kroos, Isco (Lucas Vázquez, in. 70) Bale (Asensio, min. 70) y Cristiano.

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Villarreal

Asenjo, Mario, Bonera, Álvaro, Jaume Costa, Raba (Cheryshev, min. 46), Trigueros, Rodri, Samu Castillejo (Rukavina, min. 83), Fornals y Bacca (Unal, min. 76).

  • Gol 0-1. min. 87, Fornals.

  • Árbitro Undiano Mallenco (Comité Navarro): Mostró amarilla a Bacca –se pierde el próximo partido–, Carvajal, Lucas Vázquez

  • Incidencias Partido correspondiente a la 19ª jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu ante unos 70.000 espectadores. Cayó aguanieve a lo largo de la tarde.

No hay nada que reprocharle al Madrid en ese período inicial, salvo su desacierto en el remate final, alguna pérdida de balón peligrosa como la que cometió Kroos y permitió que Bacca se internase en el área con enorme peligro. Estuvo enorme Varane en el corte, igual que después Nacho, mucho más rápido de lo que aparenta en media y larga distancia, también con el colombiano como protagonista tras un gran pase interior de Fornals. Era mejor, más dominador, profundo y persistente el Madrid, pero el Villarreal mostraba la virtud de no descomponerse. Trataba de no regalar balones, de achicar espacios y de agarrarse en cuanto podía a Trigueros y sobre todo a Rodri, dos medios que manejan muy bien el tiempo y el espacio. Del segundo se dice que está atado para la próxima campaña por el Atlético –se formó en su cantera y le dejaron salir porque era poquita cosa– y que si mantiene su progresión geométrica podría ser el recambio natural de Busquets en la selección. Palabras mayores, aunque desde luego es un tipo más rápido de cabeza que de piernas.

Se reanudó el choque con Cheryshev en lugar del joven Raba, lesionado, y con una ocasión del exjugador madridista. Volvió a asustar el Villarreal en una internada de Castillejo, que cambió su demarcación a la derecha, que luego no definió Bacca. El Madrid iba dejando más espacios a medida que a sus jugadores les faltaba oxígeno y les sobraban prisas. Sólo desde media y larga distancia y a base de centros laterales facilones probaban ahora los de Zidane a Asenjo. Había un murmullo ya en el Bernabéu cuando el técnico francés recurrió, a falta de 20 minutos, a Lucas Vázquez y a Asensio en lugar de los agotados Isco y Bale. Las variantes previstas y a la hora habitual. Quedaba aún el tremendo castigo final para el campeón tras un contragolpe en el que que los blancos reclamaron, tímidamente, fuera de juego.

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