El Mirandés no puede contra la magia de Viera
El conjunto jabato pierde ante Las Palmas y sigue sin garantizar la permanencia
Tampoco pudo cerrar la permanencia matemática ante Las Palmas un Mirandés que encadena cuatro derrotas sin ver portería (1-0). Un zarpazo de Viera superado el cuarto de hora puso en ventaja al cuadro grancanario, que generó ocasiones y dominó sobre un manso bloque jabato, que malgastó en las botas de Camello una pena máxima forzada por Riquelme antes de llegar al descanso. Fue un quiero y no puedo el segundo tiempo, con opciones para ambos bandos bajo un paraguas de control amarillo.
CD Tenerife
Álvaro Valles; Lemos, Raúl Navas, Eric Curbelo, Sergi Cardona (Benito, min. 37); Kirian, Fabio; Jesé (Peñaranda, min. 76), Viera, Alberto Moleiro (Robert, min. 69); y Sadiku (Maikel Mesa, min. 69).
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CD Mirandés
Raúl; Iago Carracedo (Carreira, min. 74), Arroyo, Jorge Sáenz, García de Albéniz; Meseguer, Capellini (Álex López, min. 64); Brugui, Riquelme, Íñigo Vicente (Hassan, min. 83); y Camello.
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Goles: 1-0 Viera (min. 18).
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Árbitro: Quintero González (Comité andaluz). Amonestó a los locales Fabio y Sergi Cardona, Eric Curbelo, Benito, Lemos y Robert y al visitante García de Albéniz.
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Incidencias: Estadio de Gran Canaria. 11.299 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Macarito, el que fuera jugador de la UD Las Palmas, fallecido el miércoles a los 92 años.
Las pretensiones del Mirandés, apoyadas en una buena puesta en escena en la que Íñigo Vicente puso a prueba a Álvaro Valles con un disparo que el meta pudo atajar sin problemas, estuvieron siempre lejos de llegar a buen puerto por el buen hacer del equipo local.
Tiró del control de la posesión y de las punzantes transiciones el colectivo insular para llevar el pulso a su terreno, acariciando el gol en dos ocasiones con sendos lanzamientos repelidos por la madera antes de que llegase el zarpazo local: primero Álvaro Lemos envió un córner muy cerrado contra la cruceta derecha de la meta de Raúl, de regreso a su casa. Poco después, todavía con el susto en el cuerpo en las filas mirandesistas, Viera estrelló un libre directo contra el larguero.
El atacante grancanario, inspirado desde los primeros compases, asumió la responsabilidad en ataque. Era mal negocio para los intereses jabatos, y superado el cuarto de hora, llegó el zarpazo. Se asoció tras un saque de banda y sorprendió, con opción de avanzar y ante las facilidades defensivas, con un potente disparo que cogió sin oportunidad de respuesta a Raúl. La sensación de peligro de Viera se conjugó con algunos chispazos de Jesé, aunque Las Palmas, por momentos, quiso minimizar riesgos.
El Mirandés no estaba cómodo, pero del rechace de una falta lateral botada por Lemos nació la jugada que pudo cambiar el encuentro. Riquelme aprovechó un pase al espacio filtrado por Íñigo Vicente para encarar a Raúl Navas, que le trabó cuando había recortado hacia el interior del área. La opción de igualada que se le había abierto de par en par al Mirandés se cerró de forma brusca por la pobre ejecución de Camello, que golpeó mordido y bastante centrado, facilitando la parada de Valles, que se lanzó con agilidad a su izquierda. El atacante madrileño, ahora en el rol de asistente, volvió a encontrar al espacio a Brugui en una acción solventada por Valles en el mano a mano después de una ágil salida con la que achicó espacios.
Más decidido pareció el regreso del equipo que adiestra Francisco García Pimienta, que pronto entendió lo peligrosas que podían ser las confianzas ante un Mirandés a la expectativa, pendiente de aprovechar cualquier concesión. En una baldosa, ante la presencia de Iago Carracedo y la ayuda de Brugui dibujó Jesé un recorte con posterior disparo que exigió la respuesta de Raúl, cerca de la hora de juego.
El cuadro jabato, en el que entraron Álex López, Carreira y Hassan para dinamizar el juego en fase ofensiva, se mantuvo siempre al acecho ante el juego por momentos confiado de Las Palmas, que se tambaleó en un acercamiento de Camello. Le faltó concretar en los últimos metros al conjunto que prepara Joseba Etxeberria, que llegó con vida al final por el buen hacer de Raúl al negarle al revulsivo Maikel Mesa la sentencia en un intento de globo interceptado por el guardameta antes de que cogiese altura. Ni con esas le bastó a un Mirandés que volvió a las andadas en Las Palmas.