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Marc Márquez celebra una de sus victorias en el Mundial de MotoGP. Reuters
La trayectoria demoledora de Márquez en MotoGP
Motociclismo

La trayectoria demoledora de Márquez en MotoGP

El español ha ganado cinco títulos mundiales de la categoría reina en seis años, los tres últimos seguidos, con unos números que invitan a pensar que su historia está muy lejos de terminar

BORJA GONZÁLEZ

Tokio

Jueves, 1 de enero 1970

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El logro de Marc Márquez culminado el domingo en el circuito de Motegi, el del séptimo título en el Mundial de motociclismo, ha dado la vuelta al planeta, mientras que el piloto español sigue recibiendo elogios. Siete títulos que le hacen subir en la escalera de la historia del deporte de las dos ruedas, cinco de ellas en MotoGP, la denominada como clase reina, la que más interés despierta y la que más seguidores tiene. Un número, cinco, que le iguala con Mick Doohan y que le hace ver por delante en el ranking de títulos a sólo dos pilotos: Valentino Rossi, que ha sumado siete en su carrera, y Giacomo Agostini, que llegó a los ocho.

Márquez debutó en MotoGP en 2013, el año después de proclamarse campeón de Moto2 (en su segunda temporada en la clase intermedia después de perder ante Stefan Bradl en su primer intento), y desde entonces, en seis años, ha acumulado cinco coronas: en 2013, 2014, 2016, 2017 y 2018, con un tercer puesto en 2015. Una auténtica barbaridad. Y es que los números del piloto de Cervera (Lleida) desde que defiende los colores del Repsol Honda son demoledores.

Incluyendo el de Japón, Márquez ha disputado un total de 105 grandes premios en MotoGP. De estos ha sido capaz de ganar 43, lo que supone un 40,95% de efectividad. Si nos vamos al número de podios, a sus triunfos ha añadido 23 segundas posiciones, y diez terceros, lo que eleva el total de cajones hasta los 76. Es decir, ha terminado entre los tres primeros en el 72,3% de las carreras, un número que denota que esa consistencia que se menciona como una de las claves de este 2018 es una tónica en la que se mueve desde que debutó.

Casi podríamos decir que el nivel de esta temporada es de superconsistencia: quince grandes premios, ocho victorias, cuatro segundos puestos, un tercero y sólo dos ceros, el de la descalificación de Argentina y el de la caída de Mugello, este último señalado como el peor momento del año. «Fue quizás el único error grande que cometí. Era una carrera que acabando era tercero. Si que fue el peor, pero no fue una crisis; fue un error». Lo de 'crisis' lo dijo con ironía, y es que alguna vez la prensa ha bromeado con él cuando no ha ganado o cuando algo ha pasado usando la palabra 'crisis', algo que el campeón español no ha vivido en MotoGP. Porque sus malos resultados, pocos, los de esos 29 grandes premios de 105 en los que no ha conseguido subir al podio, casi siempre han llegado por errores que le terminaron llevando al suelo.

De esos 29 'no podios' siete han sido cuartas posiciones, dos quintas y una una sexts, en Mugello el año pasado, quizás sí un momento en el que se quejó de una inferioridad mecánica respecto a sus rivales. Ahí terminó por detrás de Álvaro Bautista (Ducati), reconociendo haber preferido no intentar adelantar al de Talavera de la Reina por no sentirse con las armas suficientes como para pensar en salir victorioso. Aunque en pocas ocasiones ha vivido este tipo de frustraciones en estos seis años.

Caídas en cabeza

El resto de veces que ha terminado fuera del podio lo ha hecho por caídas (cuenta también con un undécimo, dos decimoterceros y un decimoquinto, todos después de volver a pista tras haberse ido al suelo pilotando en los puestos de cabeza) y casi siempre estas llegaban cuando estaba peleando en los puestos de honor. En Mugello en 2013 a tres vueltas para el final rodando segundo, lejos del primero (Jorge Lorenzo) y con un segundo de margen sobre el tercero (Dani Pedrosa); en Australia de ese año por la famosa bandera negra cuando marchaba segundo tras Lorenzo; y otra vez en Phillip Island en 2014 en el giro 17 de 26 tras cometer un error cuando era líder con más de cuatro segundos sobre el segundo, en una extraña carrera marcada por el frío y los problemas de neumáticos.

En 2015 acumuló otras cuatro caídas: en Montmeló, Inglaterra y Aragón cuando rodaba segundo, en el primer caso en la vuelta 3 a rueda de Lorenzo, en el segundo en la 12 tras Rossi con el tercero a 6 segundos, y en el tercero en el segundo giro intentando seguir al piloto mallorquín; la cuarta fue la famosa de Malasia, 'la patada' de Rossi. En el curso siguiente se fue al suelo en Australia en la vuelta 10 cuando era líder con dos segundos y medio sobre Cal Crutchlow. Y en 2017, en Argentina, también rodando primero y con más de dos segundos de ventaja; en Francia, cuando era cuarto; mientras que en Inglaterra tuvo que retirarse por una rotura de motor cuando estaba en el grupo de cabeza con Rossi y Dovizioso. Es decir, errores o problemas, pero siempre estando en cabeza.

Unos datos que exageran aún más el increíble rendimiento que Márquez está teniendo como piloto de la clase reina, algo que invita a pensar que lo suyo está lejos de alcanzar un final. «No imaginas que en seis años puedas ganar cinco de seis. Es un sueño y no me quiero despertar. Soy consciente de lo difícil que es, pero no quiero ser consciente de lo que he conseguido ya. El año que viene empezaré como si no hubiera conseguido ningún título», garantiza.

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