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Aficionados se hacen selfies con Fernando Alonso. Toyota Gazoo Racing / Vídeo: Virginis Carrasco
Automovilismo

Nerdmans: la peña española que viajaba a Le Mans mucho antes de Alonso

Un grupo de españoles se desplaza desde hace una década a ver en directo las 24 horas | Su fama se ha extendido por el paddock y hasta los pilotos les buscan para saludarles

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

LE MANS

Miércoles, 13 de junio 2018, 16:54

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Este fin de semana se disputan las 24 horas de Le Mans más mediáticas de los últimos tiempos. La presencia de Fernando Alonso ha hecho que se multiplique exponencialmente el seguimiento del Mundial de Resistencia con respecto a otros años, y la prueba más mítica del mundo de los sport prototipos no podía ser menos. Se espera que se multiplique el público, el número de periodistas acreditados y de espectadores por televisión. Va a ser un acontecimiento único.

Quienes no se lo perderán son los miembros de la peña más auténtica del mundo del automovilismo en España: los 'Nerdmans'. Su nombre lo dice todo: es una mezcla de 'nerdos' (algo así como 'frikis', en el buen sentido de la palabra) y Le Mans. Desde hace años, mucho antes de que los españoles soñaran con ver a su mejor piloto de Fórmula 1 en la cita de La Sarthe, siguen las carreras de Resistencia y no han fallado desde 2008 en su visita a Le Mans. La bandera del curioso personaje con gafas enormes y dos dientes sobresaliendo del labio superior ha estado clavada en el campamento de los aficionados, y entre otras cosas vivieron la histórica victoria de Marc Gené o los podios de Lucas Ordóñez y Antonio García en sus categorías. Nombres que, estos días, les sonarán mucho más al gran público, pero que desde hace tiempo ya tienen su carrera hecha lejos de la manida y mucho más mediática -y mediatizada- Fórmula 1.

«Todo empezó en 2008, cuando Miquel cogió la autocaravana de sus padres y lió a un par de amigos más. Yo me uní en 2012, cuando fui con él y con otro amigo (Eloy Entrambasaguas, hoy periodista) que estaba en París haciendo su tesis. Luego nos juntamos con una panda que subía desde Caspe todos los años. Y cada año han ido y viniendo más», explica uno de los 'nerdmans' ilustres, Iván Clavijos. «La idea de los 'Nerdmans' empezó en 2012, pero en 2015, el boom. Nos juntamos 20 personas. En el 'drivers parade' la liamos, cantando y coreando nombres de muchos pilotos. En especial de Antonio García, Lucas Ordóñez y Jordan Taylor a quien le regalamos un perrito de peluche parecido a Fonzie, su perro. La mayoría de los pilotos alucinaban, algunos con alegría, otros con perplejidad. Para la gran mayoría de ellos estas muestras de apoyo no son nada habituales», cuenta el citado Miquel Fortuny, el fundador de la peña en aquel viaje.

Los Nerdmans tienen su hueco fijo en el camping de aficiones, donde peñas de todo el mundo se juntan cada año para disfrutar no sólo de la carrera, sino de la fiesta que lo rodea. Daneses (la leyenda Tom Kristensen aún arrastra a muchos, pese a que ya se ha retirado), ingleses, alemanes, franceses. Y españoles. Desde Barcelona, Madrid, Murcia, o incluso desde Inglaterra, no hay año que falten a su cita estos amigos unidos por las carreras y conectados gracias a Twitter.

El carácter simpático y las ganas de cachondeo que tiene esta peña les ha llevado a entablar cierta relación de amistad con varios pilotos. El estadounidense Jordan Taylor o el español Antonio García, que compiten con los Corvette en la categoría GTEPro, les buscan de manera expresa en el desfile de pilotos de cada año, e incluso les han invitado a visitar el garaje del equipo. Pero, sin duda, uno de los momentos más memorables de Nerdmans tiene al mismísimo Jackie Chan, que además de actor es director de uno de los equipos punteros de la categoría LMP2, como protagonista. Fue el año pasado. «Lo vimos llegar a lo lejos y, claro, imagina a unos 20 energúmenos y tres señoritas coreando '¡Jackie! ¡Jackie!' El tío saluda y, en un momento dado, sin que casi su coche se pare, me pide el móvil, se lo paso, él sin querer bloquea la pantalla y alguien le pasa el suyo y hala, selfie que se hace», recuerda Iván, que enseña entre risas la foto, sacada de las redes sociales del propio Chan.

¿Qué tiene el WEC que no tiene la F1?

Aparte de las risas, ¿qué tiene un campeonato como el Mundial de Resistencia que hace que unos españolitos se busquen la vida para viajar no sólo a Le Mans, sino también a Nürburgring, Spa o Sebring, a donde van a desplazarse en 2019? «El precio ayuda, no nos vamos a engañar. Es un campeonato barato para el aficionado y eso hace que sea mucho más fácil ir a conocer circuitos míticos en un muy buen ambiente, ya que se junta mucha gente que le gustan las carreras en general más allá de ser aficionados a un piloto o equipo», explica Guillermo, uno de los últimos en unirse a los Nerdmans. El precio es un argumento clave: las entradas para el fin de semana no superan los 90 euros por cabeza, mientras que en una carrera cualquiera de Fórmula 1, por sólo un día, se cobran más de 120 euros con suerte.

Pero más allá de la cuestión económica, ver en directo las 24 horas de Le Mans es algo impagable para los aficionados al automovilismo. «Ver llegar los coches de noche a la frenada de Indianápolis, sentirlos pasar a tu lado en la recta entre Arnage o en pleno crepúsculo estar casi en Tertre Rouge y ver bajar al Delta Wing, con las luces encendidas, desde el puente Dunlop y pensar que estabas viendo llegar un ovni... Le Mans te ofrece una cercanía al evento que es absolutamente impensable en la F1», relata Iván, con la emoción de un chiquillo. «Por muy aburrida que sea la carrera de turno, siempre hay momentos emocionantes y tensos que es difícil, y mucho menos frecuente, ver en otros campeonatos. Y, sin duda, el ambiente mucho más abierto. Hay más facilidad para hablar tranquilamente con un piloto o que puedas pasear por el paddock como si nada en algunos periodos del evento, mientras los equipos trabajan», relata Guillermo. «Lo que más me engancha del WEC (o de la resistencia en general) es que son carreras a las que tú no asistes, sino que formas parte de ella como espectador. Sitios como Nürburgring, Spa o Le Mans tienen tanto encanto que los disfrutas más allá de la carrera. Especialmente Le Mans, donde además del seguimiento de la carrera, alternas con pasar unos días de acampada con tus amigos. Le Mans es la carrera que no vas a verla, sino a vivirla», resume Miquel, que además de ser un veterano en La Sarthe lo es en las Ardenas belgas o en el Nürburg alemán.

Quienes vayan a ver por televisión las 24 horas de Le Mans por primera vez, que no pierdan ripio a las imágenes del público. Seguro que, en un momento dado, enfocan a un grupo de risueños aficionados, con unas camisetas con el logo 'Nerdmans 2018' en el pecho. No en vano, ya son tan míticos en el circuito Bugatti como el propio puente Dunlop o la leyenda negra que persigue a Toyota, y que este año intentará quitarse de encima.

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