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Taller de tareas domésticas para hombres. JOAQUÍN BILBAO
Castellano y leonés, de profesión amo de casa

Castellano y leonés, de profesión amo de casa

Los hombres que se dedican a las tareas del hogar en la región se duplican desde 2008, mientras las mujeres ocupadas en labores domésticas se reducen una cuarta parte

Miércoles, 23 de mayo 2018, 21:36

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'Ama de casa' o 'De profesión, sus labores' solían ser, tradicionalmente, términos casi en exclusiva femeninos. Se trataba de una cuestión meramente estadística: en el año 2002, por ejemplo, de las 346.000 personas de la comunidad autónoma cuya ocupación eran las tareas del hogar, apenas tres mil (el 0,8%) eran hombres. El último dato, del primer trimestre de 2018, revela que son varones casi uno de cada diez (el 9,2%) castellanos y leoneses dedicados a ese trabajo a tiempo completo que supone llevar la intendencia del hogar familiar.

Por otro lado, la incorporación de la mujer al mercado laboral, la pérdida de habitantes y los nuevos hábitos de la vida moderna en su más amplia acepción han causado estragos en el oficio de todo lo que tiene que ver con la administración doméstica. Si en 2002 eran 346.000 los vecinos de Castilla y León afanados en este arte, hace ahora diez años, en el primer trimestre de 2008 (cuando Solbes y Pizarro discutían sobre si venía o no una crisis como para preocuparse), el colectivo había perdido más de sesenta mil personas y lo formaban 284.500. Finalmente hubo un pedazo de crisis y sus efectos no solo dieron otra vuelta de tuerca a la cantidad, sino también a la configuración de este grupo de población.

En la actualidad se dedican a las labores domésticas 205.000 castellanas y leonesas y 20.700 paisanos varones. En total, 225.700, lo que supone una disminución de casi sesenta mil personas con respecto a la cifra de diez años atrás y de ciento veinte mil si la comparación se realiza con los albores del siglo XXI. El número actual de amos de casa que luce Castilla y León en la estadística de la última Encuesta de Población Activa es exactamente el doble del que había en el primer trimestre de 2008, cuando sumaban 10.300.

Segunda comunidad con mayor aumento

Una de las consecuencias de las dificultades económicas en su más amplio sentido ha sido la necesidad de las familias de elevar sus ingresos para paliar la crisis primero y la devaluación salarial después, lo cual ha empujado al mercado laboral a muchas mujeres antes dedicadas al hogar. De forma paralela, sobre todo entre los hombres mayores de 50 años, no son pocos los que se han visto obligados a tomar las riendas domésticas ante la imposibilidad de reengancharse al mercado después de haber perdido su trabajo.

¿Y qué ha pasado, mientras, en la generalidad de España y en la diversidad de su mapa autonómico al respecto? ¿Es Castilla y León solo una nota más dentro de una partitura monocorde o es quizá el solo de trompeta? Por partes. La pérdida de efectivos del ejército de personas entregadas a las labores del hogar es universal y parecida en todo el país. De los 4,6 millones de hace un decenio a los 3,7 millones actuales hay una mengua del 20,2%. En la región es del 20,6%. El País Vasco marca el máximo, con el 27,2% y Baleares el mínimo, con el 6%. Segunda parte: mientras en Castilla y León el número de amos de casa ha aumentado el 100,9%, la media nacional de varones que levantan a los niños, van a la compra y hacen la comida (por simplificar) se ha incrementado mucho menos, el 29,9%. La comunidad autónoma es la segunda de la tabla con mayor crecimiento porcentual de esta costumbre, solo por detrás de Asturias, donde el subidón es de nada menos que el 500% (de 8.000 a 4.800). Mientras tanto, en Canarias hay hoy quinientos amos de casa menos que hace un decenio (es la única comunidad con descenso) y los incrementos más moderados se dan en Baleares (cien más) y Madrid (mil más).

La evolución del panorama entre las amas de casa (al ser ellas gran mayoría en el colectivo) replica la pauta comentada en el caso de ambos sexos: Castilla y León cerca de la media nacional (disminución del 25,2% y 23,3%, respectivamente, frente a las cifras de 2008), con Baleares como la comunidad con menor reducción (7,2%) y el País Vasco como la de mayor descenso (29,5% menos).

Empleados públicos, jubilados e incapacitados son los únicos que aumentan en la comunidad dentro de la caída general de inactivos y ocupados

Cotejar cómo ha cambiado la población de Castilla y León en los últimos diez años no es precisamente un ejercicio que invite al optimismo. Los 957.900 ocupados que hay en la actualidad suponen 128.100 menos (11,8%) que entonces. Antes suponían el 43,4% del total de la población de la comunidad y ahora, el 40,5%. La mayoría son asalariados del sector privado (591.700), colectivo que ha disminuido el 10%. Los autónomos se han reducido el 20,7%, los empleadores, el 19,8% y las personas que ayudan en el negocio familiar, el 78%. El único grupo que ha aumentado con respecto a 2008 es el de los asalariados del sector público, ya que los 183.100 de la última EPA son 3.300 más (1,84%).

En cuanto a los inactivos, los 940.900 censados en el último recuento (el 39,8% del total de la población, inquietantemente cerca del 40,5% de los ocupados) son 53.700 menos que hace diez años. De ellos, 396.800 son jubilados, un grupo que ha ganado 25.300 miembros. Hay además, 132.000 estudiantes (9.700 menos) y 107.600 viudas y pensionistas no contributivos (13.600 menos). Sin embargo hay 8.600 incapacitados más, hasta un total de 64.900.

También hay, claro está, más bastantes más parados que hace un decenio. Ahora son 154.800;antes, 97.300. Sobre todo porque hay 35.200 personas más en busca de su primer empleo o que llevan más de un año en paro (hasta un total de 73.500) y más desempleados del sector servicios, 18.400 más (hasta 55.800). El grupo de parados de la construcción, por el contrario, tiene actualmente 6.500 contabilizados por la EPA, que son 4.500 menos que en 2008.

El universo de los habitantes de Castilla y León se completa con sus 310.600 menores de 16 años, que son 11.600 menos que en 2008. Aun siendo menos, porcentualmente representan más: antes suponían el 12,9% del total de la población y ahora, el 13,1%. Se explica por la fuerte pérdida de ocupados, esos 128.100 'trabajadores con trabajo' de menos.

Y la última línea: hace diez años había 2.500.000 millones de castellanos y leoneses. Hoy hay 2.364.200 millones, el 5,4% menos.

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