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La primera ministra británica, Theresa May. AFP
May ciega la vía a un 'brexit' abrupto y abre la posibilidad de una prórroga

May ciega la vía a un 'brexit' abrupto y abre la posibilidad de una prórroga

La primera ministra británica propone este miércoles al Parlamento una ruta de votaciones que pondrán orden en el camino para la salida de la UE

iñigo gurruchaga

Corresponsal. Londres

Martes, 26 de febrero 2019

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La primera ministra británica, Theresa May, ofrecerá al Parlamento la oportunidad de votar el día 13 de marzo por una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo, lo que significa que, en un porcentaje muy alto de probabilidad, la marcha abrupta que temen sobremanera muchas empresas no tendrá lugar y que Reino Unido solicitaría a la UE una prórroga del plazo del 'brexit', previsto para el 29 de marzo.

May anunció este martes que propondrá este miércoles a la Cámara de los Comunes un calendario para resolver las divisiones parlamentarias en torno al 'brexit'. El día 12 espera presentar un Acuerdo de Salida modificado con respecto al texto que fue rechazado en enero. Si el nuevo texto, suavizando las consecuencias de la salvaguarda irlandesa, es aprobado, el 'brexit' se ejecutará en el mínimo tiempo necesario para tramitar las leyes.

Si el nuevo Acuerdo de Salida es rechazado, los diputados votarán el día 13 si desean marcharse de la UE sin acuerdo. Y, si esa propuesta es a su vez rechazada, el 14 votarán sobre la petición de aplazamiento. Ningún voto en la larga saga del 'brexit' ha sugerido que pueda formarse una mayoría en el Parlamento en favor de la salida sin acuerdo. Una mayoría de diputados, 318 contra 310, votó en enero en favor de una enmienda promovida por una diputada conservadora, Caroline Spelman, en la que expresaron en votación no vinculante su rechazo a la salida sin acuerdo. Esa diferencia de votos es engañosa. Aquella votación se produjo en el contexto de una negociación viva entre Londres y Bruselas, en la que May insiste en que debe mantener la amenaza de abandonar la mesa para obtener sus objetivos.

La votación que propone ahora se celebraría con el Acuerdo ya presentado al Parlamento, que lo habría rechazado. Parece inconcebible que en esas circunstancias la votación diese el resultado inverso. Si la salida abrupta es rechazada, los diputados tendrían que votar en favor del aplazamiento o quizás también de enmiendas favorables a un segundo referéndum.

May ha decidido eliminar incertidumbres sobre la estabilidad del Gobierno y las variantes del 'brexit' y lo ha hecho después de que tres diputadas favorables a la permanencia abandonaran el partido para unirse al nuevo Grupo Independiente, después de que tres ministros publicasen un artículo conjunto amenazando con apoyar este miércoles una enmienda rebelde en favor del aplazamiento del 'brexit', y de que las dimisiones de ministros y altos cargos se convirtiesen en inminentes en los últimos días.

El fraccionamiento del Parlamento llevó este martes a medios británicos a señalar que aún se puede producir la marcha abrupta si la Cámara de los Comunes rechaza las tres propuestas entre el 12 y el 14 de marzo. La conclusión parece absurda, porque llegaría después de que hubiese votado explícitamente contra esa posibilidad. Un rechazo también del aplazamiento haría viables dos alternativas hoy improbables: la convocatoria de elecciones generales o el apoyo a la celebración de una nueva consulta.

Quiebra de la disciplina

La consecuencia inmediata del anuncio fue la renuncia de los diputados de varios partidos a seguir con la enmienda que iban a proponer este miércoles para forzar al Gobierno a convocar una votación por el aplazamiento si no obtenía respaldo mayoritario el nuevo texto del Acuerdo de Salida. El anuncio de May hace innecesaria su enmienda. El Partido Laborista se comprometió el lunes a presentar una enmienda en favor de una nueva consulta o a respaldar una propuesta de otros en el mismo sentido. En las nuevas circunstancias, es posible que al calendario propuesto por May se añada una votación de la Cámara de los Comunes sobre el nuevo referéndum, que a día de hoy no parece tener apoyo mayoritario en el Parlamento.

Lo sucedido en los últimos días -con la formación de un grupo independiente de diputados disidentes con la dirección del Gobierno o el liderazgo de Jeremy Corbyn, y la amenaza de rebeliones en los grupos parlamentarios mayoritarios- indica que la disciplina se ha quebrado y que en las votaciones de marzo los diputados votarán con libertad. May no ha querido adelantar cuál será su postura cuando haya que decidir sobre la marcha sin acuerdo o sobre la solicitud de aplazamiento.

En caso de que la Cámara, como es previsible, rechace la marcha de la UE sin acuerdo -para la que ni la administración ni las empresas están suficientemente preparadas-, el debate se centrará en la duración de la prórroga del 'brexit', con el Ejecutivo de Londres inclinado a que sea de unos tres meses.

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