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Mercedes Clase G, la evolución de un diseño inconfundible

El todoterreno mantiene ese estilo característico pero adopta los últimos sistemas de asistencia y un nuevo tren de rodaje

Lunes, 15 de enero 2018, 13:53

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La Clase G es el modelo tope de gama de los todoterreno de lujo de Mercedes. Es además el vehículo de serie más antiguo en la historia de la marca; un icono que se renueva. Sin embargo, lo más sorprendente es que su aspecto exterior no ha experimentado modificaciones importantes desde el año 1979. Eso sí, adopta los más innovadores sistemas de asistencia al conductor, un chasis más resistente con una reducción de peso de 170 kilos y una nueva suspensión.

Algunos elementos característicos de estilo se mantienen como en el modelo de la primera edición. Es el caso del asidero de la puerta en que los ingenieros mantienen el típico sonido al cerrarla. También son similares los robustos listones protectores exteriores, la posición de la rueda de repuesto en la portón posterior y los intermitentes. El diseño de la Clase G evoluciona pero conserva intacto el carácter del arquetipo de los todoterreno con la estrella.

Como un coche nuevo

La nueva Clase G destaca porque todas las superficies son ahora más pulidas, y se mejora el acabado superficial de los materiales. Los ajustes son más precisos, y tanto los pasos de rueda como los parachoques están mejor integrados en la carrocería, sin dar la impresión de ser elementos superpuestos. A pesar de que esa imagen apenas varíe, el proyecto de la nuevo modelo ha sido como el de un coche nuevo y cada tornillo ha tenido que pasar por el exigente banco de pruebas.

Otro de los objetivos importantes en el desarrollo de la nueva carrocería solo se aprecia en carretera. Los ingenieros debían aumentar la rigidez y optimizar los puntos de ensamblado del bastidor de travesaños con el tren de rodaje y la cadena cinemática. Una premisa conseguida gracias a la utilización de acero de alta resistencia y elementos de la carrocería en aluminio como el capó y las puertas. El resultado final es una reducción de peso de 170 kilos comparado con el modelo anterior.

Pero es que además la seguridad aumenta. La rigidez torsional del bastidor y la carrocería se incrementa hasta un 55 %, una optimización que se traduce en varios frentes. Por un lado, mayor protección para los pasajeros, mejor estabalidad y dinamismo y un confort de marcha con menor nivel de ruidos y vibraciones en el habitáculo. Y en cuanto al nuevo tren de rodaje, dispone de varios programas de conducción y cuenta con tres bloqueos de diferencial con bloqueo del 100 % para garantizar superar cualquier obstáculo en conducción todoterreno.

A diferencia del estilo exterior, el interior de la Clase G es completamente nuevo. Con un equipamiento exclusivo y elementos de gran calidad, la marca asegura que los detalles se ejecutan con máxima precisión artesanal. Hay numerosos elementos de diseño que reflejan la concepción del exterior, como los difusores de ventilación laterales que reproducen la forma de los faros redondos, y la configuración de los altavoces retoma los rasgos de los emblemáticos intermitentes. Se mantiene el asidero en el salpicadero situado por delante de la plaza del acompañante.

Un proyecto de 1972

El vehículo es el resultado de un proyecto de cooperación entre la antigua Daimler-Benz y Steyr-Daimler-Puch. En la fábrica austriaca de Graz el equipo de ingenieros esbozó un vehículo con aptitudes para el todoterreno, seguro y funcional para el tiempo libre. La tracción integral y los bloqueos de diferencial con bloqueo del 100 % forman parte desde siempre al igual que el robusto bastidor de travesaños.

El modelo se lanzó en la primavera de 1979 con cuatro motores y potencias desde 72 a 156 caballos. La gama abarcaba entre cabrios con batalla corta y una carrocería familiar Station Wagon con batalla larga o corta. En 1989 se produce una primera evolución, con la serie 463 aunque no es hasta 1993 cuando el proyecto tiene un nombre oficial: Clase G.

El verano pasado salió de la línea de montaje de Graz la unidad número 300.000 de la Clase G, un G 500 de color azul Mauricio metalizado con asientos tapizados en cuero negro. Otra versión especial es el Maybach G 650 Landaulet equipado con un impresionante motor V12, capota eléctrica y un equipamiento exclusivo en la parte posterior del habitáculo; una edición limitada de 99 unidades.

También es un Clase G el Papamóvil, un 230 G con una superestructura especial de cristal que utilizó Juan Pablo II a partir de 1980.

El tablero de instrumentos se ha renovado por completo, con esferas en el cuadro y relojes analógicos. Como sucede en la nueva Clase E y S, es opcional un cuadro de instrumentos digital formado por una pantalla central que continúa con la del cuadro de instrumentos. Ambas tienen un tamaño de 12,3 pulgadas cada una y van integradas en un cristal común. El conductor puede hacer uso del panel táctil sin necesidad de separar la mirada de la carretera.

En cuanto a las dimensiones de la carrocería de la nueva Clase G, la longitud es un poco más larga (+ 53 milímetros) pero es sobre todo más ancha (+ 12,1 centímetros) en beneficio de un mayor espacio para los pasajeros tanto en amplitud entre asientos como en distancia hasta el techo. Destaca principalmente el espacio para las piernas de los pasajeros de las plazas posteriores que crece 15 centímetros. Los asientos traseros pueden abatirse en mitades 60/40 o en su totalidad.

Los asientos son ergonómicos y equipan de serie numerosas funciones de confort como la función de memoria para el del conductor, la calefacción y los reposacabezas de confort delante. Es opcional un sistema que incluye diversas funciones de masaje, climatización y una calefacción de respuesta rápida. Además, esta versión cuenta con un apoyo lumbar por ajuste eléctrico para el conductor y acompañante y lleva cámaras de aire en los laterales con regulación progresiva.

El nuevo Clase G de Mercedes sigue fiel al bastidor de travesaños como estructura principal del chasis y los tres bloqueos de diferencial y reductoras para poder trepar prácticamente por las "paredes". Es nueva la suspensión, independiente en el eje delantero con un eje trasero rígido y una barra Panhard, un elemento también propio de una época pasada pero que resulta igual de eficaz o más con los nuevos sistemas de asistencia.

Para los amantes de la conducción todoterreno, los valores del nuevo Mercedes son una altura libre al suelo de la carrocería de 270 milímetros, la profundidad de vadeo máxima aumenta a 70 cm, y los ángulos de ataque y salida son de 31º y 30º; el ángulo de rampa es 26º. Uno de los sistemas para la conducción fuera del asfalto es el nuevo G-Mode. Un dispositivo que adapta la amortiguación, regulable, y la dirección, así como el acelerador y asegura el mejor control en cada momento.

Cuatro programas de conducción

El conductor puede elegir entre cuatro diferentes programas de conducción con solo pulsar un botón. Comfort, Sport, Eco e Individual son las opciones para una conducción más cómoda, económica o deportiva. El sistema modifica las marchas del cambio automático, la reacción del motor al acelerador, los parámetros de la dirección y de la mariposa de escape. Al seleccionar el programa Individual, se combinan los ajustes preferidos.

Para el nuevo G 500 se emplea un potente motor de gasolina, biturbo, V8 de 4,0 litros. Desarrolla 422 CV y un par máximo de 610 Nm entre 2.000 y 4.750 rpm. El cambio automático es el conocido como 9G-Tronic, una transmisión de nueve relaciones con un amplio escalonamiento de las marchas que hace la conducción a bajas revoluciones más confortable y contribuye a reducir el consumo de combustible.

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