El convento de Santa Ana, en Villasana de Mena, acoge una muestra sobre la contaminación lumínica

A través de cuatro trípticos de gran formato, los visitantes podrán informarse sobre diversos aspectos relacionados con la contaminación lumínica, como su contribución al cambio climático, debido a la emisión de gases de efecto invernadero, sus efectos adversos para la conservación de la biodiversidad nocturna, el disfrute del cielo estrellado o la salud humana, o el derroche energético y económico que comporta una iluminación sobredimensionada.

La exposición se completa con hermosas vistas de nuestro universo fotografiadas por astrónomos amateurs de la FAAE, que han sido seleccionadas mediante concurso en los astrocalendarios que edita la Federación. La belleza de las imágenes invita a reflexionar sobre la importancia que tiene defender la oscuridad natural de la noche y el derecho de la humanidad a la luz de las estrellas, derecho que fue reivindicado en la Declaración de La Palma de 2007, a la que el Valle de Mena está adherido, siendo declarado Parque Estelar por la Iniciativa StarLight de la UNESCO en diciembre de 2010.

Como explican desde la Federación de Asociaciones Astronómicas de España, «hace 150 años sólo se podían ver por la noche desde el espacio las erupciones volcánicas, ahora desde la Estación Espacial Internacional (ISS) se dibujan los perfiles de todos los continentes y se distinguen perfectamente todos los lugares poblados. Si no hacemos algo para controlar este derroche energético, terminaremos quemando el cielo».

La erradicación de la contaminación lumínica es necesaria y, además, cuenta con la ventaja de ser un proceso sencillo, pues basta con utilizar la luz artificial de forma racional, sin que resulte excesiva y con el espectro adecuado. Si cumplimos estas medidas, además de prevenir la contaminación lumínica, ahorraremos en la factura de la luz.