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Tokoto firmó un gran partido.

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Tokoto firmó un gran partido. GIT

Golpe sobre la mesa del San Pablo

El cuadro burgalés vence con claridad al Anwil Wloclawek polaco y suma su segunda victoria consecutiva en Champions

Martes, 22 de octubre 2019

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El San Pablo sumó hoy su segunda victoria en la fase de grupos de la Basketball Champions League tras superar con claridad al Anwil Wloclawek polaco en un partido dominado de principio a fin por los hombres de Peñarroya. Eso sí, a pesar del abultado resultado final, lo cierto es que al cuadro burgalés le costó romper el partido, y no consiguió encarrilarlo hasta los últimos compases del tercer cuarto. A partir de ahí, no obstante, el choque fue una exhibición del San Pablo, que acabó superando con holgura la barrera de los 100 puntos.

San Pablo Burgos

Jean Pierre Tokoto (8), Earl Clark (-), Bruno Fitipaldo (13), Thad McFadden (20),Ferrán Bassas (11), Augusto Lima (15) -quinteto inicial - Vítor Benite (6), Alex Barrera (2), Javi Vega (8), Miquel Salvó (8), Jasiel Rivero (11), Goran Huskic (7).

110

-

78

Anwil Wloclawek

Ricky Ledo (8), Chase Simon (7), Tony Wroten (24), Milan Milanovic (4), Rolands Freimanis (12)- quinteto inicial- Chris Dowe (9), Krzystof Sulima (-), Igor Wadowski (-), Jakob Karolak (6), Michal Sokolowski (7).

  • Cuartos: 27-20, 50-39; 77-60, 110-78.

  • Árbitros: Gentian Gigi (Albania), Alexey Davydov (Rusia), Valerio Grigioni (Italia). Descalificado por cinco faltas personal al local Goran Huskic

  • Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 2 de la Fase de Grupos de la Basketball Champions League disputado en el Coliseum Burgos ante 9.045 espectadores.

Empezó bien plantado el San Pablo. Los hombres de Peñarroya saltaron a la pista del Coliseum con las ideas claras, dificultando las acometidas rivales, trabajando bien en el rebote y mostrándose muy efectivos en la anotación. De hecho, en apenas cuatro minutos, el cuadro burgalés se disparó hasta los 16 puntos, merced a una actuación estelar de McFadden en los primeros compases. El San Pablo encontró un filón en la línea exterior y el jugador norteamericano no tardó en sacar a relucir su calidad, con cuatro triples en el primer parcial y un acierto del 80%.

Su concurso (12 puntos nada más empezar) fueron un gran estímulo para el San Pablo, que consiguió las primeras rentas por la vía rápida, alcanzando ventajas de 6 puntos a falta de tres minutos para la bocina (24-18).

El conjunto polaco buscaba fórmulas para frenar las acometidas burgalesas, pero en el momento en el que los hombres de Milicic cerraron el exterior, aparecieron hombres como Lima y Tokoto, que demostraron su poderío bajo el aro. También dejó buenas sensaciones Jasiel Rivero, quien, esta vez sí, jugó casi de inicio.

Así, el San Pablo cerró el primer cuarto siete arriba (27-20), una diferencia cómoda, sí, pero muy lejos de ser definitiva. Había que seguir trabajando. Los polacos habían cortado la vía de agua abierta en la línea exterior y, sin llegar a practicar un juego excelso ni mostrarse superiores al San Pablo en ninguna faceta, se mantuvieron en partido. Cierto es que un triplazo de Benite colocó al cuadro burgalés 12 arriba mediado el cuarto, pero también es cierto los azulones empezaron a ofrecer algunas facilidades en defensa.

Esa circunstancia, unida a una buena lectura de las líneas de pase por parte del cuadro polaco, permitió a los visitantes recortar diferencias tímidamente (43-35). Y a Peñarroya no le gustó ni un ápice. Tras dos contragolpes muy cómodos por parte del Wloclawek, el técnico catalán llamó a capítulo a los suyos y, bronca mediante, consiguió que se mantuviera la tensión hasta el final del cuarto.

Así, el San Pablo enfiló el camino a vestuarios con 11 de ventaja (50-39) y con la sensación de haber desaprovechado varias ocasiones para haber dejado enfilado el encuentro. Una sensación que, por cierto, tardaría en esfumarse. Y es que, tras el tiempo de asueto, la cosa siguió igual. El San Pablo mandaba en el marcador, pero por momentos concedía demasiadas facilidades al Anwil, que demostró no ser una comparsa. Freimanis recortaba de nuevo diferencias nada más regresar a pista (60-51,) y daba alas a los suyos, que llegaron a ponerse ocho por debajo en el momento de más dudas del cuadro burgalés. Unas dudas que llevaron a Peñarroya a volver a llamar a capítulo a los suyos. Y la charla funcionó, puesto que en los últimos compases del cuarto, el San Pablo acabó rompiendo el marcador.

Un triple e McFadden, un gran contragolpe culminado por el saltarín Tokoto y una gran jugada final, con recuperación, gestión perfecta de tiempos y mate de Lima, permitieron al cuadro azulón encarar el último y definitivo cuarto con 13 de ventaja (77-60). Y eso a pesar de haber perdido por el camino a Huskic, que a falta de tres minutos para el final del tercer cuarto se fue al banco con cinco personales.

Los 13 puntos eran, sin duda, una ventaja muy cómoda para afrontar el último parcial. Y más cómoda resultó tras el arreón de los primeros minutos, en los que el San Pablo se lanzó hasta alcanzar los 22 de diferencia tras un fantástico dos más uno de Rivero (86-64). Faltaban ocho minutos para la bocina, pero el cuadro burgalés ya había roto el partido del todo y parecía cuestión de tiempo confirmar la que sería su segunda victoria en la competición europea. Una victoria que acabó llegando sin mayores problemas. Y es que, aunque el cuadro polaco lo intentó, el San Pablo había entrado en una dinámica difícil de revertir y el colchón era ya muy significativo.

Al final, y tras un par de minutos de ida y vuelta, el cuadro buraglés tomó el control total del partido y los hombres de Peñarroya acabaron desatándose. De hecho, ocho jugadores acabaron con doble dígito de valoración, con Rivero (24) y McFadden (23) como los más destacados. Sin duda, una magmagnífica manera de sellar una nueva victoria. Y ya van ocho de nueve en los que va de temporada.

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