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Rescate de inmigrantes en el mediterráneo por la tripulación del buque Aquarius. Reuters
La inmigración irrumpe como quinto problema tras la llegada del 'Aquarius' a España

La inmigración irrumpe como quinto problema tras la llegada del 'Aquarius' a España

Según el bárometro del CIS, la primera preocupación de los españoles sigue siendo el paro, seguido de la corrupción, los políticos y la situación económica

europa press

Madrid

Jueves, 2 de agosto 2018, 18:12

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La inmigración ha irrumpido como quinto problema nacional en el ranking de preocupaciones incluido por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su Barómetro correspondiente al pasado mes de julio, publicado este jueves. En concreto, el fenómeno migratorio aparece citado como un problema en un 11,1% de los cuestionarios, recuperando así las cifras que marcaba en 2011 y más que triplicando el dato de junio, cuando se anotó un 3,5% de menciones.

El debate sobre la inmigración volvió al primer plano del debate político en España después de que el pasado 11 de junio el Gobierno de Pedro Sánchez aceptara acoger en el puerto de Valencia al barco 'Aquarius', con más de 600 inmigrantes indocumentados a bordo, y que Italia se había negado a recibir.

La encuesta dada a conocer este jueves se basa en 2.485 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 256 municipios de 47 entre el 1 y del 10 de julio y tiene un margen de error de más/menos 2%. El 'Aquarius' atracó en Valencia el 17 de junio, y unas semanas, justo cuando el CIS hacía sus preguntas, llegó a Barcelona una embarcación de 'Open Arms' con otras 60 personas. Después el debate migratorio ha ido en aumento con la llegada de más pateras a las costas andaluzas.

Paro y corrupción

Según el sondeo, el primer problema de los españoles continúa siendo el paro, que además suma casi dos puntos porcentuales respecto al estudio de junio, ya que ahora aparece mencionado en el 64,3% de las entrevistas, frente al 62,4%. En segundo lugar se vuelve a situar la corrupción y el fraude, con un 38,5%, aunque baja siete décimas.

El tercer y el cuarto problema más citados son, de nuevo, los políticos y los partidos (22,2%) y los problemas económicos (19,2%), aunque los porcentajes son más de dos puntos inferiores respecto al barómetro anterior.

La inmigración (11,1%) sube al quinto lugar desde el undécimo puesto que ocupaba en junio, y la lista de preocupaciones de los españoles continúa con la sanidad (10,9%), los problemas de índole social -que crecen casi dos puntos hasta el 10,1% y escalan dos posiciones- y las pensiones, que alcanzan un 9,3% seguidas muy de cerca por los problemas relacionados con la calidad en el empleo (9,2%).

El siguiente problema más citado es la independencia de Cataluña, que disminuye casi un punto, del 7,1% al 6,3%, y también cae la preocupación por los nacionalismos, del 1,5% al 1,1%.

La justicia y 'La Manada'

El puesto número doce sigue siendo para la Administración de Justicia, que se menciona como un problema en el 4% de las respuestas dadas por los encuestados y experimenta un incremento respecto al mes de junio (3,1%) después de que a finales de junio la Audiencia Provincial de Navarra dejara en libertad provisional a los cinco miembros de La Manada condenados a nueve años de cárcel por abusar sexualmente de una joven.

Previamente, la percepción de la Administración de Justicia como un problema había tenido un repunte en el CIS de mayo, donde alcanzó un 6,8% tras dictarse la sentencia que produjo una amplia contestación social al no hablar de violación.

Otras cuestiones a las que se refieren los ciudadanos son la vivienda (2,7%), la inseguridad ciudadana (2,6%), los problemas relacionados con la juventud (2,5%), la violencia contra la mujer (2,3%) y los recortes (1,3%). En la lista también figuran la monarquía y el terrorismo y ETA, pero solo representan un 0,4% -sube dos décimas- y un 0,1% -baja cinco décimas-.

En cuanto a la tabla de problemas que más afectan personalmente a los encuestados, también está encabezada por el paro (34,4%), con un aumento de casi tres puntos porcentuales desde junio, los problemas económicos (21,8%) y las pensiones (13%). A continuación se sitúan la sanidad (11,3%), la corrupción y el fraude (11,2%) y los problemas vinculados a la calidad del empleo (10,3%).

El 64% ve con malos ojos la situación política

El CIS también pregunta por la situación política en un contexto marcado por el inicio del proceso de sucesión al frente del PP, la reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra y el acercamiento de los presos independentistas a cárceles catalanas.

El 64,6% de los entrevistados respondieron que la situación política es «mala o muy mala», frente a un 5,4% que contestaron «buena o muy buena». En el CIS del mes pasado, poco después de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa tras el triunfo de la moción de censura a Mariano Rajoy, quienes expresaban una opinión negativa sobre la situación política representaban el 66,9%, y los que la veían con buenos ojos eran el 4,6%.

Esto significa que la percepción ha seguido mejorando en comparación con los datos del Barómetro de junio, cuando el primer porcentaje alcanzó su cota más baja del año y se situó en niveles similares a enero de 2017, cuando ya se había desbloqueado la situación política tras la investidura del Gobierno de Rajoy.

Esta caída del pesimismo se refleja también cuando se pregunta a los encuestados cómo ha evolucionado la política en el último año. Los que consideran que está mejor han pasado del 11,7% de junio al 16,9%, y los que opinan lo contrario se han reducido unos cuatro puntos porcentuales, del 36,8% al 32,9%. Al imaginarse el futuro a un año vista, el 20,2% (7,5 puntos más que en junio) confía en que mejore, frente al 22,4% que augura que empeorará, un pronóstico que hace un mes hacía el 23,1%.

Aumentan los que descalifican la situación económica

En cambio, la percepción de la situación económica ha empeorado desde el mes de junio. Si entonces era «buena o muy buena» para el 49,7%, ahora se sitúa ahí el 48,2%, mientras que quienes la descalifican aumentan del 6,7% al 17,2%.

Permanecen estables los datos relativos a quienes interpretan que la situación económica ha mejorado en el último año, que ahora son el 22,4%, dos décimas menos que hace un mes, y los que consideran que ha empeorado, que se colocan en el 21% al perder cuatro décimas.

Donde se ven cambios algo más significativos es en la pregunta sobre cómo estará la economía dentro de un año: los que creen que estará mejor son el 22,3%, 1,5 puntos menos que en la encuesta de junio, y quienes prevén que empeorará suben tres décimas hasta el 20%.

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