Las mascarillas en el bus, ahora obligatorias
Desde este lunes, para subir al transporte colectivo es obligatorio usar cubre bocas, en caso de no disponer de uno los conductores los están repartiendo a los usuarios
Ya estamos acostumbrados a verlas entre nosotros. Las mascarillas se han convertido en un elemento común de nuestro día en un proceso de retomar la normalidad que tendrá una realidad distinta a la que conocíamos hasta ahora.
No vernos la cara por completo es una de esas cosas diferentes a las que nos estamos acostumbrando. Ahora, además, viajamos en el bus separados. Distancia social se empeñan en llamarlo.
Además del bonobús, o el dinero en efectivo para pagar el billete, ahora es obligatorio subir a este medio de transporte colectivo con mascarilla. Desde el Ayuntamiento comenzaron a repartirlas en los autobuses el 13 de abril, cuando tan solo era una recomendación usarlas, ahora, en el inicio de la fase 0 de la desescalada, su uso es obligatorio.
Para ello, los conductores del transporte urbano han recibido de la Subdelegación del Gobierno 24.000 unidades que durante la jornada de hoy han repartido en todas las líneas.
Hay quien, aprovechándose de esa picaresca mal entendida, guarda la mascarilla que ya lleva para recibir una nueva, cuentan los encargados municipales de entregarlas en los autobuses. Aunque también aseguran que la mayoría ya portan la suya antes de llegar al vehículo.
Sin embargo, el levantamiento de ciertas restricciones en el uso del coche privado, en el que ya se pueden viajar dos personas por fila de asientos y siempre con mascarilla, ha provocado que apenas hoy hayan tenido trabajo repartiéndolas. «Casi no se ha montado nadie», se quejaban durante la tarde algunos conductores esperando en su parada que los viajeros llegaran antes de arrancar, de nuevo, con los asientos vacíos.