Los quirófanos de Trauma y Neurocirugía del HUBU vuelven a la normalidad
Las pruebas sobre contaminación, hongos y bacterías han dado negativo por lo que se recupera la normalidad en intervenciones
Ortiz de Valdivielso asegura que se habrían suspendido alrededor de 5 operaciones, trasladándose el resto a otros quirófanos
Eficanza acometerá este fin de semana mejoras en la red de evacuación de aguas en el Hospital Universitario de Burgos
Los resultados de los cultivos y muestras tomados el pasado lunes en el área antequirúrgica del Bloque F, correspondiente a Traumatología y Neurocirigía, han sido negativos. No existe ningún tipo de contaminación ambiental, hongo o bacteria que se haya derivado de las inundaciones sufridas el pasado domingo, ante la sobrecarga de una de las tuberías de desagüe. De este modo, la Gerencia del Hospital Universitario de Burgos tomaba la decisión, a primera hora de esta mañana, de reabrir los cuatro quirófanos que habían sido clausurados como medida de “seguridad”.
Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso asegura que las instalaciones del HUBU funcionan ya con “plena normalidad”, volviéndose a realizar todo tipo de intervenciones, incluidas las que son “extremadamente delicadas”, como los tumores cerebrales, las prótesis de cadera o las operaciones abdominales abiertas. Además, este mismo fin de semana Eficanza, la empresa concesionaria del hospital, llevará a cabo trabajos para mejorar la red de evacuación de aguas del edifico, a fin de que las lluvias no vuelvan a provocar inundaciones las del domingo, que afectaron también a almacenes, vestuarios, el vestíbulo y otras áreas del HUBU.
Suspensiones y traslados
El cierre de los cuatro quirófanos habría provocado la suspensión de, al menos, cinco intervenciones, aunque una de ellas se habría incluso recuperado en esta jornada. Son las operaciones que requieren del instrumental propio de estos quirófanos, y que no han podido realizarse en las áreas del resto de bloques, explica Ortiz de Valdivielso. Y es que la mayor parte de las intervenciones se han trasladado a otros quirófanos, obligando a reajustar programaciones y alargando las jornadas de operaciones. Los profesionales se han comportado con gran “responsabilidad”, asegura, aceptando el incremento de tareas y horarios.
De nuevo, el gerente del HUBU recuerda que las inundaciones se produjeron por una sobrecarga de una de las tuberías de desagüe, como consecuencia de la gran tromba de agua que caída a última hora de la tarde del domingo. El agua entró en el área de antequirófanos de ese Bloque F, pero nunca en los propios quirófanos, asegura Ortiz de Valdivielso. Sin embargo, la dirección decidía cerrarlos como medida “preventiva”, hasta comprobar que no se había producido ningún tipo de contaminación que afectase a la asepsia que requieren estos espacios.
