34-30. El Villa de Aranda aprueba con nota la reválida

El Villa de Aranda firma ante el Abanca Ademar de León uno de los mejores partidos de la temporada y mantiene vivo el sueño de la competición europea

Los hombres de Cuétara supieron atar en corto a los leoneses y dejaron atrás la mala imagen mostrada en los últimos tres partidos

El guión perfecto. El Villa de Aranda firmó hoy uno de los mejores partidos de la temporada para batir al Abanca Ademar de León y olvidarse de la mala imagen mostrada durante los últimos tres partidos. Los hombres de Jacobo Cuétara volvieron a exhibir su mejor versión y superaron en todas las facetas del juego a un conjunto leonés que pagó muy caros sus errores ofensivos y que acabó hincando la rodilla en el Príncipe de Asturias

Ficha Técnica

34 – Villa de Aranda (17+17): Rangel Luan (p), Moyano (3), Javi Muñoz (7, 2p), ‘Bicho’ (4), Moreira (2), Oswaldo (8, 1p), Padilla (4) -siete inicial-; Santana (p), Peciña (2), Part (-), Revin (-), Cakic (-), Nantes (4).

30- Abanca Ademar (12+18): Cupara (p), Juanin García (5, 2p), Piñeiro (2), Sampaio (3), Juan José Fernández (6, 1p), Huerta (-) -siete inicial-; Biosca (p), Mario López (3), Carou (-), Rodrigo Pérez (-), Carrillo (5, 1p), Acacio (2), Aguirrezabagala (4), Zildzic (-), Javier García (-).

Parciales: 2-2, 6-2, 9-5, 11-6, 12-9, 17-12 (descanso); 18-17, 21-19, 24-20, 26-24, 29-28, 34-30 (final del partido).
Árbitros: Luque Cabrejas y Pascual Sánchez (Colegio Catalán). Excluyeron dos minutos a Part (2), Moyano y Revin por el Villa de Aranda y a Sampaio (2) por el Abanca Ademar.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo quinta jornada de la Liga Asobal disputado en el pabellón Príncipe de Asturias ante unos 800 espectadores.

Fantástica primera parte del Villa de Aranda, que, tras tres jornadas totalmente irreconocible, volvió a mostrar la imagen habitual durante esta temporada, esa que le ha permitido codearse con la nobleza de la Asobal desde el primer día y plantar cara a los mejores equipos de la categoría. Entre ellos está el Abanca Ademar, que ya en la primera vuelta sufrió de lo lindo para superar a los de Cuétara en León y que acabó estrellándose ante la férrea defensa implantada por el técnico asturiano.

Y es que, desde el primer minuto, la intensidad de los ribereños ganó la partida al Ademar, incapaz de romper el entramado en ataque estático. Esa intensidad obligó a los jugadores leoneses a arriesgar en el lanzamiento, lo que derivó en un sin fin de pérdidas, aprovechadas todas ellas por un Villa de Aranda vertiginoso al contragolpe. Fruto de esa situación, el conjunto ribereño no tardó mucho en poner las primeras diferencias en el marcador, que se consolidaron con un espectacular parcial de 5-0 al filo del minuto 10 (7-2).

Guijosa no lo veía nada claro. Su equipo se estaba jugando en el Príncipe de Asturias buena parte de sus opciones de sellar una plaza en Europa y estaba viéndose superado en todos los frentes. Sin embargo, y a pesar de los ajustes acometidos por el técnico en el esquema del Ademar, sus chicos no eran capaces de revertir la situación. Cierto es que por momentos estuvieron cerca de hacerlo gracias a la aportación de Juanín García y Juanjo Fernández, pero también el Villa de Aranda tuvo dos posesiones para ponerse siete arriba que no llegó a aprovechar.

Quizá por ello, el 17-12 con el que se llegó a vestuarios se antojaba un resultado justo. Pero el Ademar es mucho Ademar y los leoneses se encargaron de recordárselo a la parroquia local tras el descanso. Una salida a pista vertiginosa permitió a los hombres de Guijosa endosar al Villa de Aranda un parcial de 1-5 que devolvía la máxima igualdad al choque (18-17), momento en el que Cuétara tuvo que poner orden. El Ademar estaba ganando la batalla y estaba abriendo un escenario incómodo para el conjunto ribereño, planteando un partido de ida y vuelta. Pero el Villa de Aranda se dio cuenta a tiempo y supo volver a cerrar filas para obligar al conjunto leonés a fajarse en el ataque en estático ante Padilla, Revin y Part, tres auténticos muros.

De esta forma, el equipo amarillo volvió a colocarse con ventajas de entre dos y cuatro goles (24-20), una situación que le permitió encarar el tramo final del partido con cierta holgura. Y la necesitó, por cierto. Y es que, a falta de cinco minutos, y en plena efervescencia leonesa (29-28), Rangel Luan paró a Carrillo un lanzamiento que al final resultó clave. A partir de ahí, el Ademar se derrumbó, mientras el Villa de Aranda aprovechaba para sentenciar. Una vez más, Rangel se erigió como protagonista al parar un penalti a falta de un minuto, mientras que Oswaldo cerraba un gran partido al contragolpe.

Al final, la victoria devuelve al Villa de Aranda al camino recorrido durante toda la temporada y permite a la parroquia ribereña mantener vivo el sueño de Europa. Dentro de diez días, el Príncipe de Asturias vivirá otra final con la visita de Granollers.