C’s paraliza la moción a la espera de que Lacalle asuma y cumpla varios compromisos

Los órganos nacionales de Ciudadanos obligan al Grupo Municipal a paralizar la moción de censura a la espera del cumplimiento de varios compromisos

Los concejales de Ciudadanos reconocen no estar de acuerdo con la decisión, al considerar que esa oportunidad ya se ha superado, pero la acatan

Bañeres advierte que si Lacalle sigue incumpliendo los acuerdos en el primer trimestre, las negociaciones para la moción de censura se reactivarían

C’s paraliza la moción a la espera de que Lacalle asuma y cumpla varios compromisos Los tres concejales de Ciudadanos consideran que Lacalle ya ha tenido suficientes oportunidades. GIT

El Grupo Municipal de Ciudadanos ha confirmado esta mañana lo que era ya un secreto a voces. Los órganos nacionales del partido han decidido dar una “segunda oportunidad” al alcalde, Javier Lacalle, y han obligado a paralizar, al menos temporalmente, las negociaciones de la moción de censura iniciadas semanas atrás con PSOE e Imagina Burgos. Así lo ha reconocido la portavoz del Grupo Municipal, Gloria Bañeres, que ha anunciado la redacción de un documento de exigencias será remitido al propio Lacalle de manera inmediata para que éste se pronuncie.

Ciudadanos duda de la “voluntad” y “capacidad” de Lacalle para cumplir las exigencias

Pero que asuma los compromisos planteados no será suficiente. El alcalde debe cumplirlos si no quiere que el fantasma de la moción de censura siga haciendo acto de presencia. Y aquí vienen las “dudas”. Y es que, tal y como ha reconocido la propia Bañeres, el Grupo Municipal tiene muy poca confianza en que Lacalle cumpla con lo exigido, ya que hasta ahora “no lo ha hecho, por mucho que diga lo contrario”. En este sentido, desde Ciudadanos se recuerdan “incumplimientos” sobre administración electrónica, horario de comisiones, presupuestos participativos y antitransfuguismo, por ejemplo. Y todo ello condimentado con la postura adoptada en el seno del Consorcio para la Variante Ferroviaria y el Consorcio de Villalonquéjar, así como en los últimos presupuestos.

De todo eso versa el documento redactado por Ciudadanos, que contiene “medidas contundentes”, pero “ya conocidas” y compartidas también con PSOE e Imagina durante la negociación de la moción de censura. Un documento cuya asunción y cumplimiento marcará el devenir del Consistorio. Y es que, tal y como ha subrayado Bañeres, si Lacalle no lo cumple en un “plazo razonable” -se habla del primer trimestre del próximo año-, las negociaciones para la moción de censura se “reactivarían” de inmediato.

De hecho, la propia portavoz ha reconocido que la “segunda oportunidad” que se le está ofreciendo al Equipo de Gobierno municipal viene impuesta por los órganos nacionales del partido. “Nosotros creemos que ya se había agotado esa oportunidad, pero el partido no” y “debemos acatarlo”, ha asegurado. Eso no quiere decir, en ningún caso, que los órganos nacionales no reconsideren su postura en un futuro no muy lejano. “No tenemos un sí rotundo”, pero “entendemos que si no se cumplen las exigencias”, se pondrá en marcha de nuevo toda la maquinaria. Eso sí, en ese caso, el proceso se articularía al revés, de arriba a abajo, para que los grupos municipales del PSOE e Imagina tuvieran sobre la mesa documentos programáticos y acuerdos antes de volver a hablar.

Desgaste

Mientras tanto, Ciudadanos mantiene la postura anunciada ya meses atrás con respecto a los presupuestos del próximo ejercicio, que serán elevados a debate plenario el próximo viernes. Así, Bañeres ha reiterado el voto en contra de unas cuentas que, según critica, ya llegaron “cerradas” previo acuerdo entre el PP y el PSOE, lo que impidió cualquier margen de negociación con el resto de grupos. Eso, sumado a los “incumplimientos” del Equipo de Gobierno en torno a los presupuestos de 2016, impiden a Ciudadanos cualquier tipo de apoyo en esta materia.

Sea como fuere, y a la espera de nuevos capítulos de un proceso que “no está cerrado”, está claro que las últimas semanas han sido hasta cierto punto traumáticas para la formación naranja. Así lo han reconocido tanto Bañeres como sus compañeros de grupo, Vicente Marañón y Jesús Ortego. Eso sí, la dimisión, de momento, no entra en los planes, aunque es una opción que puede estar sobre la mesa llegado el momento, tal y como han asegurado tanto Bañeres como Ortego. “Esta situación supone mucho esfuerzo y sacrificio personal, familiar y profesional, pero habrá valido la pena si sirve de algo. En cambio, si llegamos a un punto muerto, tendré que hacer una reflexión personal”, ha afirmado la portavoz. En el caso de Marañón, la dimisión ni se plantea.