Villafruela, cuando el medio ambiente habita en el corazón
El municipio burgalés se lleva uno de los Premios Fuentes Claras de la Junta por sus proyectos de sostenibilidad ambiental
Cuenta con una depuradora ecológica de filtro verde que se encarga de limpiar las aguas residuales con microorganismos
GREFA ha instalado nidos para el control biológico de topillos a través de la repoblación de cernícalos, lechuzas y mochuelos
Los vecinos están implicados en proyecto de recuperación de espacios degradados como escombreras clausuradas o charcas
Los vecinos de Villafruela son los primeros implicados. BC
Los vecinos de Villafuela sienten el verde en el alma, llevan la naturaleza en el corazón. Su apuesta por la conservación del medio natural es tan enérgica que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente acaba de reconocerles con un Premio Fuentes Claras a la sostenibilidad en el medio rural. Con apenas 250 habitantes, que se convierten en 500 en verano, Villafruela presenta una gran variedad de proyectos en los que la naturaleza es la protagonista, con el convencimiento de que su buen estado de salud repercute positivamente en el nuestro.
El alcalde, Alberto Álvaro Moreno, ha explicado que una de las razones que les ha hecho merecedores del galardón regional es su depuradora ecológica de filtro verde. Se instaló en 2015 y permite depurar las aguas residuales a través de microorganismos, siguiendo modelos naturales, limpios y que consumen poca energía. El proyecto le costó al Ayuntamiento 150.000 euros, pero su coste de mantenimiento es inferior al de los sistemas tradicionales, y es igual de eficiente en la depuración de las aguas. Además, está preparada para responder ante trombas de agua.

Los nidos se instalaron en verano y habrá que esperar a primavera para ver su éxito. BC
La candidatura de Villafruela, impulsada por el Ayuntamiento, la Asociación de Cazadores, el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), la Asociación Cultural del Páramo y la Junta Agropecuaria, incluía también el proyecto de control biológico de la plaga del topillo impulsado por GREFA. En agosto de 2016 se instalaron cien cajas nido para cernícalos y lechuzas, principales depredadores del topillo, y para mochuelos, que son controladores de poblaciones de roedores.
Carlos Cuéllar, responsable de la iniciativa en GREFA, ha recordado que se puede luchar contra la plaga del topillo sin utilizar venenos ni métodos agresivos. Simplemente es suficiente con recuperar las rapaces que ejercen el control de manera natural. Los animales cumplen una función ecológica y medioambiental, que beneficia al hombre, ha recordado, de ahí que el proyecto se haya ampliado con la instalación de nidos para búhos forestales, murciélagos y otras aves insectívoras.
En este caso, la iniciativa se ha desarrollado de la mano de la Obra Social ‘la Caixa’, a través de uno de sus programas de voluntariado. Se han colocado una treintena de nidos en los plantíos cercanos al municipio. El búho forestal ha visto mermada su población y es un depredador de insectos y roedores muy importante, ha asegurado Cuéllar, de ahí que GREFA apueste por fomentar su presencia. Lo mismo ocurre con el murciélago, ave insectívora nocturna que se complementa muy bien con las diurnas.
La presencia de estos animales en el medio natural evita la proliferación de plagas dañinas para la agricultura, la ganadería y el propio ser humano. El responsable de los proyectos ha explicado que, si bien hasta abril o mayo, cuando las aves realicen la puesta de huevos, no se podrán valorar los resultados de las iniciativas, experiencias anteriores demuestran que son exitosas. De momento, ya saben que algunas aves se han acercado a los nidos. Ahora habrá que esperar a ver si crían.
En la sangre
El alcalde insiste en que el pueblo está implicado en la conservación del medio natural
Alberto Álvaro Moreno ha reconocido que los vecinos han acogido muy bien estas iniciativas, ya que el municipio está concienciado en la necesidad de proteger y conservar el medio natural. De hecho, cuenta con uno de los pocos cotos federados de Castilla y León, que reservar un 15 por ciento del terreno a reserva de caza, a fin de garantizar la reproducción de especies cazables. Igualmente, los cazadores llevan años instalando bebederos para perdices y desarrollando otras prácticas conservacionistas, lo que demuestra también su interés por la naturaleza.
La puesta medioambiental de Villafruela se completa con los proyecto municipales para la recuperación de hábitats degradados, en escombreras o charcas. “Es un proyecto del pueblo”, ha asegurado el alcalde, que lleva muchos años en marcha, y que continuará de manera inmediata. Y es que el próximo fin de semana está prevista una acción, con la ayuda de la Asociación ARBA de Valladolid, para reforestar la escombrera recién clausurada, plantando 200 árboles de diferentes especies.
Desde el Ayuntamiento, y desde GREFA, animan a los municipios pequeños a embarcarse en iniciativas para proteger y conservar el medio ambiente. No se requiere de grandes inversiones, es más una cuestión de voluntad y echarle ganas. Además, Carlos Cuéllar ha recordado que son varias las localidades de Castilla y León que, en los últimos años, han sido premiadas con diferentes reconocimientos institucionales por este tipo de proyectos, entre ellas, Huerta de Arriba, en Burgos.
