Fundación Caja de Burgos proyecta incrementar un 15% su inversión social hasta 2020
La entidad presenta su nuevo Plan Estratégico 2017-2020 con el que buscan “crecer” tras superar la etapa de consolidación y fortalecimiento
En cuatro años quieren alcanzar 16 millones de euros de inversión social y subir al 58 por ciento su nivel de autofinanciación, con más actividades y usuarios
El ejercicio de 2016 se cerró con un superávit de 130.000 euros y un beneficio total de más de 2 millones tras vender la finca de El Moscadero
Ginés Clemente ha insistido en que son una fundación con entidad propia, ni una caja, ni un banco ni pertenecen a CaixaBank
Ginés Clemente y Rafael Barbero. PCR
La Fundación Caja de Burgos cierra el ciclo de su consolidación y fortalecimiento y abre un nuevo periodo, en el que buscará su crecimiento como entidad desligada del mundo de las cajas de ahorro, para convertirse en líder en el sector de obra social en la provincia y un referente en Castilla y León. Y, para ello, se ha elaborado un Plan Estratégico 2017-2020, cuyo principal objetivo será incrementar en un 15 por ciento la inversión social y alcanzar un 58 por ciento de nivel de autofinanciación, ampliando la programación de actividades y el número de usuarios.
“Iniciamos una etapa en la que queremos crecer”, ha asegurado el director general, Rafael Barberio, quien ha presentado las claves del nuevo plan estratégico acompañado por el presidente de la Fundación Caja de Burgos, Ginés Clemente. La intención de la entidad es poder alcanzar una inversión social de 16 millones de euros en 2020, frente a los 14 millones actuales, y hacer que su nivel de autofinanciación pase del 37,5 por ciento al 58 por ciento, y para ello se servirán de su programa de actividades culturales, sociales, educativas o medioambientales.
El potencial de ingresos por actividades es limitado pero puede subir si aumentan los usuarios
Barbero ha reconocido que algunas de las actividades ofertadas no van a poder nunca cubrir su coste, “pero sí hay recorrido”, y aunque “el potencial de ingresos es limitado”, estos pueden crecer si se cuenta con más actividades y más participantes en las mismas. De hecho, se pretende incrementar en un 10 por ciento el número de usuarios. Mientras, la Fundación Caja de Burgos continuará con los ingresos derivados de los dividendos de CaixaBank (unos 5,6 millones de euros), que van a permanecer “estables” durante los próximos años.
El director general ha recordado que cuentan con otra fuente de ingresos, los rendimientos de su patrimonio líquido, puesto que escasos son los activos inmuebles ociosos que se podrían vender. De hecho, la última propiedad susceptible de venta era la finca El Moscadero, que compartía con la Diputación y se vendió en 2016, lo que ha permitido ingresar cerca de 2 millones y cerrar el pasado ejercicio con 2.113.000 euros de beneficio. Es una cifra “sustancialmente” superior a lo presupuestado y que facilitará acometer los objetivos del nuevo plan estratégico.
La Fundación Caja de Burgos impulsará su programación a través de seis líneas de actividad, comenzando por desarrollar un proyecto cultural “novedoso”, con un fuerte impulso a los creadores locales, y apostando por un modelo educativo basado en la innovación. Claves serán también las acciones de fomento del empredimiento y creación empresarial, de mejora de la calidad de vida de personas en riesgo de exclusión social o con capacidades diversas, y las campañas de sensibilización ambiental y las actividades de ocio saludable y desarrollo personal.
“Simplemente queremos ser la Fundación de Burgos”
El Plan Estratégico 2017-2020 supone el “pistoletazo de salida a una etapa muy apasionante”, ha afirmado Ginés Clemente, tras insistir en que la Fundación ha cumplido con los objetivos del anterior plan, consolidarse y fortalecerse. Ahora se busca multiplicar el impacto de su actividad cultural, social y económica, para convertirla en líder del sector en la provincia y en un referente en cultura, innovación educativa, desarrollo empresarial y cohesión social en Castilla y león.
Satisfacción
Se empezará con un presupuesto para 2017 de 14 millones de euros, que dará continuidad al trabajo realizado durante los últimos cuatro años. Desde 2012, la Fundación ha desarrollado 25.100 actividades, en las que han participado 2,5 millones de personas, y ha incrementado en un 27 por ciento sus ingresos propios. El número de asistentes a la programación cultural ha subido un 50 por ciento y se han impulsado proyectos como el voluntariado ambiental o apoyo a emprendedores, del que se han beneficiado 54 empresas.
El pasado ejercicio cerraron con una inversión social de 14,9 millones de euros, 5.000 actividades y medio millón de usuarios. Clemente ha asegurado que quieren ser la fundación de grandes y pequeños, de los jóvenes, de las personas en riesgo de exclusión social y de los emprendedores. “Simplemente queremos ser la Fundación de Burgos”, ha afirmado, y que se les reconozca como tal, “sin ninguna confusión”. Clemente ha insistido en que “no son una caja, ni un banco ni pertenecen a CaixaBank”, son una fundación con entidad propia.
