El Ayuntamiento se someterá a un Plan Económico-Financiero tras incorporar la deuda del Desvío
Sumar los 47 millones de deuda no sostenible ha roto el techo de gasto, incumpliéndose la Ley de Estabilidad Presupuestaria
De Foronda afirma que el plan no tendrá especiales “repercusiones” y podría estar superado en 2018, segundo año de vigencia
No se podrá solicitar el crédito previsto de 7 millones ni elaborar un Plan de Inversiones Sostenibles, pero se recurrirá al remanente de Tesorería
El Ayuntamiento cerró 2016 con un superávit de 23,8 millones de euros, lo que permite disponer de un remanente de 55,5 millones de euros
De Foronda ha presentado esta mañana la liquidación. PCR
La incorporación de los 47 millones de euros de deuda no sostenible del Consorcio del Desvío Ferroviario obliga al Ayuntamiento de Burgos a someterse a un Plan Económico-Financiero con vigencia para los ejercicios presupuestarios 2017 y 2018. El concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, ha explicado esta mañana que sumar esa deuda como gasto de 2016 ha significado romper el techo de gasto, incumpliendo la Ley de Estabilidad Presupuestaria, así que se hace imprescindible elaborar dicho plan económico.
En concreto, el Ayuntamiento cerró 2016 con un ahorro neto negativo de 5 millones, la diferencia entre los 41 millones de ahorro conseguidos y los 47 millones de la deuda no sostenible, incorporada tras el acuerdo de reestructuración aprobado en diciembre. Si esa incorporación no se hubiera hecho en 2016, ha explicado De Foronda, habría sido necesario modificar el presupuesto de 2017, reduciendo los gastos en 40 millones de euros. Sin embargo, gracias al acuerdo no será necesario realizar dicha modificación.
De Foronda afirma que, sin acuerdo en el Desvío, habría que haber reducido los gastos en 2017
En el Pleno Municipal de abril, que se celebrará tras Semana Santa, se presentará la liquidación del presupuesto de 2016 y la necesidad de elaborar el Plan Económico-Financiero. A partir de ese momento, el Ayuntamiento cuenta con un mes para llevarlo ante la Junta de Castilla y León, que debe autorizarlo. El concejal de Hacienda ha afirmado que esta situación no tendrá especial “repercusión” en el funcionamiento ordinario del Consistorio, más allá de exigir una tutela financiera y autorizaciones constantes por parte del Gobierno autonómico.
Sin embargo, sí que habrá dos consecuencias que alterarán ligeramente los planes municipales. Por un lado, el Ayuntamiento no podrá pedir el crédito de 7 millones de euros acordado con el PSOE para acometer inversiones, al menos si no cuenta con la autorización de la Junta. Salvador de Foronda dispone de dos alternativas para esta situación, comenzando por pedir a la Gobierno autonómico dicha autorización y siguiendo por acudir al remanente de Tesorería, que a fecha 31 de diciembre contaba con 55,5 millones de euros.
El concejal ha reconocido que “no ve lógico que haya que pedir un crédito” contando con fondos propios suficientes para acometer las inversiones previstas. La otra consecuencia es la imposibilidad de presentar un Plan de Inversiones Sostenibles, pero el PP y PSOE ya acordaron que, como alternativa, se realizarse una modificación presupuestaria, a cargo también de ese remanente, por la misma cuantía prevista para las inversiones sostenibles. Y así se recogerá también en el Plan Económico-Financiero.
El plan podría estar superado en 2018, cuando se vuelvan a equilibrar las cuentas
Salvador de Foronda ha asegurado que, a pesar de la situación, están “satisfechos” con el resultado del ejercicio 2016. El edil ha afirmado que el Plan Económico-Financiero “no es una cuestión negativa”, porque habría acabado llegando tarde o temprano. Durante la crisis, se ha reducido el gasto público, así que ahora que se van recuperando inversiones es lógico que se supere el techo de gasto. Además, como en Burgos se deriva de la incorporación de la deuda del Desvío, el plan estará superado en 2018, cuando se vuelva a cumplir con el techo de gasto.
“Luchando” por Villalonquéjar
Eso será así siempre y cuando se consiga reestructurar la deuda del Consorcio de Villalonquéjar. De Foronda ha insistido en que, si bien las consecuencias de la recalificación como administración pública tienen una moratoria de dos ejercicios, se hace imprescindible cerrar un acuerdo con las entidades financieras, a fin de evitar que los 112 millones de euros computen íntegramente en las cuentas municipales. El edil ha explicado que, a día de hoy, la deuda es del Ayuntamiento, así que el convenio es necesario para “luchar” en Madrid por un cambio de calificación, y de momento se han dado los primeros pasos con el acuerdo alcanzado la semana pasada en el consejo rector.
En estos momentos, la deuda del Consistorio alcanza los 121,9 millones de euros, al sumarse la deuda comercial de 28,3 millones con la deuda no sostenible del Desvío de 47 millones. El nivel de endeudamiento es del 63,5 por ciento, por debajo de los límites del 75 por ciento. El Ayuntamiento cerró 2016 con un superávit de 23,8 millones, un millón más que en el ejercicio anterior, y un remanente de Tesorería que asciende a 55,5 millones de euros (casi 37 millones por encima de lo registrado en 2015). Los fondos líquidos alcanzan los 67,4 millones.
