Citores: “El reto fundamental es mejorar la distribución de la riqueza”
El nuevo secretario provincial del sindicato CCOO, Ángel Citores, insiste en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo para que la salida de la crisis llegue a los trabajadores
Critica el “expediente de regulación encubierto” que se ha desarrollado durante los últimos años en el sector público
Ángel Citores ya ejerce de secretario provincial. GIT
El pasado 22 de marzo, CCOO renovaba su dirección en Burgos. Fidel Velasco, secretario provincial durante los últimos 12 años daba un paso atrás y Ángel Citores tomaba el testigo. Con 69 votos a favor y 31 abstenciones, Citores asumía el cargo con el reto de dirigir los designios del sindicato durante los próximos años. Unos años que estarán marcados, según reitera, por la “negociación” y la “movilización” cuando sea necesario para “recuperar” los derechos perdidos durante la crisis económica.
¿Ya se ha asentado en el cargo?
Sí. La verdad es que tampoco me pilla de nuevo, ya que antes había estado al frente de diferentes federaciones del sindicato. En realidad, estoy en mi casa.
¿Qué se ha encontrado?
No me he encontrado nada extraño. Cada uno tiene una forma de hacer las cosas. La dirección saliente las hacía de una manera y yo las hago de otra, pero no me encontrado nada raro. Al contrario. Todo muy bien.
¿Supone un reto sustituir a alguien como Fidel Velasco, que ha estado al frente del sindicato durante tantos años?
“Tiene que haber incrementos salariales, recuperación del poder adquisitivo y contrataciones de calidad y estables”
No especialmente. En esta organización, no debería suponer un reto cambiar la dirección. Cada órgano de dirección vive unos momentos, con unas circunstancias específicas, y en función de ese contexto se desarrolla el mandato. A Fidel le tocó empezar con el accidente de la calle Sauce y terminar después de un proceso de crisis muy duro. Eso ha marcado su actividad sindical. La mía comenzará con los acontecimientos de los próximos días, como la firma de la Mesa del Diálogo Social en la Diputación, pero no sé como terminará.
¿Con qué retos arranca el mandato?
El reto fundamental es mejorar la distribución de la riqueza.
¿Cómo?
A través del aumento salarial que vamos a perseguir en la negociación colectiva. Tiene que haber incrementos salariales, recuperación del poder adquisitivo y contrataciones de calidad y estables.
Un reto complicado…
Sí, pero no es solo mi reto, o el de CCOO en Burgos. Es el reto de toda una organización con más de un millón de afiliados que pagan su cuota. Eso nos convierte en la mayor organización de este país.
¿Promoverá algún cambio organizativo o estructural?
Claro. Intentaremos hacer cambios para intentar facilitar el trabajo a las federaciones y dotarles de los mejores medios posibles, pero en el ámbito estructural, no habrá grandes cambios, ya que mantendremos los técnicos y las áreas que llevan funcionando varios años.
En su toma de posesión habló de consolidar la presencia provincial del sindicato. ¿Cómo?
“Tenemos que mantener una especial atención a Aranda y Miranda”
Distribuyendo los servicios de atención, fundamentalmente en Miranda y Aranda, que son dos delegaciones muy importantes para nosotros. No podemos olvidar que se trata de dos núcleos de población muy importantes, no solo para Burgos, sino para todo Castilla y León. En muchos casos, Aranda y Miranda tienen mucho mayor nivel industrial que capitales de provincia. Por eso tenemos que mantener una especial atención allí también.
¿España está saliendo de la crisis?
Posiblemente sí, pero la solución no ha llegado a los trabajadores. Entiendo que los datos pueden marcar una salida de la crisis, pero no vamos a salir realmente de ella hasta que no haya un reparto de la riqueza. Y el reparto real de la riqueza sigue llegando a través de la mejora salarial y la estabilidad en el empleo.
En el contexto económico actual, la estabilidad del empleo parece muy complicada.
Qué va a ser complicada. Lo que pasa es que el miedo es un arma muy poderosa. Si nos descuidamos, nos dicen que los contratos parciales son maravillosos porque le queda mucho tiempo libre a la gente. Esto, en realidad, forma parte de la lucha ideológica. Ahora mismo nos podemos encontrar perfectamente con trabajadores que, en el mismo puesto de trabajo, han tenido hasta 12 contratos diferentes en un mes. El índice de contratación indefinida es de poco más del 10 por ciento. Hay que subirlo sí o sí.
Y Burgos, ¿cómo está en ese escenario?
Burgos es una potencia industrial y tiene que seguir siéndolo. Las administraciones de Burgos deben involucrarse al máximo para que haya inversiones productivas de tipo industrial en toda la provincia.
Este año se antoja complicado por la coincidencia en la negociación de varios convenios clave para Burgos. ¿Qué piden a la patronal?
“Si hay que movilizarse, habrá que hacerlo, pero siempre con la negociación por delante”
Lo primero, y fundamental, es sentarse a negociar. El principal problema ahora mismo es que no están constituidas todas las mesas de negociación, como pasa con la del transporte. A partir de ahí, cada negociación lleva sus tiempos, y son los negociadores los que los marcan. Y si hay que movilizarse, habrá que hacerlo, pero siempre con la negociación por delante. Hoy puede ir muy bien una negociación, pero mañana se rompe y eso nos obliga a salir a la calle.
¿Se quedará este año algún convenio sin negociar?
Por nuestra parte no.
¿Y sin aprobar?
Eso ya depende de lo que la patronal quiera poner encima de la mesa.
La patronal argumenta con frecuencia que los convenios en Burgos son mejores que en el resto de provincias de Castilla y León.
Claro, pero es que también somos más productivos. Una cosa va unida a la otra. No nos vamos a hacer trampas. En Burgos tenemos buenos convenios porque hay buena productividad y hay empresas con mucha capacidad económica. Eso sí, nosotros pensamos que todavía tienen mucho más margen y hay que seguir trabajando en ese camino.
El secretario autonómico de CCOO ha apostado en varias ocasiones por avanzar hacia convenios de carácter autonómico. ¿Comparte esa perspectiva?
Sería lo lógico.
Pero, ¿no es esa un arma de doble filo?
Puede serlo, pero de lo que se trata es de igualar por arriba, no por abajo. El problema en esa negociación no está en el mundo sindical, sino en el empresarial.
Usted viene del sector público. ¿Aporta eso una perspectiva diferente?
“El sector público está totalmente destrozado”
No lo creo. Conozco perfectamente el sector público, pero también tengo un conocimiento bastante amplio de las condiciones industriales de esta ciudad. Creo que no son dos cosas ajenas. Los trabajadores, tanto del ámbito público como del privado, tenemos problemas parecidos.
Pero parece que en los últimos se ha enfrentado a trabajadores públicos con el resto de trabajadores.
Puede ser que se haya querido hacer así, pero insisto en que no hay tales diferencias. Sí que es cierto que en la Administración hay élites muy bien pagadas, yo diría que escandalosamente retribuidas, pero ya quisiera la mayoría de los trabajadores de la Administración Pública estar al nivel salarial que se contempla en algunos de los convenios.
¿Cómo está la función pública?
Destrozada. Se la han cargado.
¿Y como se arregla?
Lo primero que hay que hacer, sin duda, es acabar con la tasa de reposición. Tiene que desaparecer. El expediente de regulación de empleo encubierto que se ha hecho en la Administración Pública en los últimos años es una auténtica barbaridad, una vergüenza.
¿Qué le parece el acuerdo al que llegaron recientemente los sindicatos con el Ministerio en este sentido?
El acuerdo es sin duda importante, pero es un primer paso cuyo resultado está por ver.
Estamos a las puertas de la firma de la mesa del Diálogo Social con la Diputación. ¿Satisfecho?
Si, pero la primera satisfacción es que estamos siendo capaces de llegar a acuerdos en el ámbito regional, que es de donde emanan los acuerdos que se están firmando con ayuntamientos y diputaciones. Lo más importante es que la Mesa del Diálogo Social en Castilla y León está muy bien engrasada y funciona muy bien.
¿El papel de los sindicatos ha cambiado en los últimos años?
“Los sindicatos nos tenemos que ir adaptando a los tiempos, y cada tiempo requiere un sindicalismo”
No. Lo que pasa es que los sindicatos nos tenemos que ir adaptando a los tiempos, y cada tiempo requiere un sindicalismo. Hoy en día no se pueden negociar los mismos convenios que se firmaban en los años 70′. Los empresarios, antes, estaban más pegados al territorio, mientras que ahora no, y las condiciones de la negociación colectiva afectan en cualquier lugar del mundo. Eso nos obliga a aplicar fórmulas de actuación diferentes. En este momento, por ejemplo, un sindicato tiene que tener contactos en toda Europa y debe contar con un plantel técnico de economistas que antes quizá no era tan necesario. Y CCOO lo tiene.
¿Y por qué se les ha demonizado?
Esa es una imagen interesada. Si durante las crisis pudo haber algo que sirviera de freno, han sido los sindicatos. A nadie se le puede olvidar que esta crisis no ha sido solo económica, sino también de identidad, en la que la izquierda es un elemento a asaltar. Los sindicatos formamos parte de eso. CCOO forma parte del freno a esos intereses económicos que están luchando para acabar con toda la regulación del ámbito laboral y social. En esta situación, los ciudadanos han intentado buscar culpables en todos los sitios: en la prensa, en la política o en el sindicalismo. Allí donde han podido. Eso es lo que hay. A nosotros se nos ha atacado. Hemos hecho cosas mal, como todos, pero tenemos una cosa clara. Si alguien la ha preparado, ya sabe dónde tiene que ir: primero fuera de la organización y luego, si se demuestra, a la cárcel.
