Covarrubias volverá a emocionar con su Pasión Viviente esta noche de Viernes Santo

La Villa Rachela pone en escena doce estaciones estáticas sobre las últimas horas en la vida de Cristo

Destaca el silencio y el recogimiento del público y la plasticidad de las imágenes creadas por los vecinos

La Pasión Viviente arrancará a las 21:00 de la Colegiata con la representación de la Última Cena de Jesús

Covarrubias volverá a emocionar con su Pasión Viviente esta noche de Viernes Santo Escena de la Crucifixión de Cristo. Turismo Covarrubias

Pasión Viviente, y mucho más. La Villa Rachela vuelve a protagonizar esta noche de Viernes Santo, a partir de las 21:00, su escenificación viviente de la Pasión de Cristo. Doce estaciones, estáticas, silenciosas pero vivas, sobre las últimas horas de Jesús, puestas en escena por los vecinos de Covarrubias siguiendo fielmente la Sagradas Escrituras, con “recogimiento y piedad popular”. Una Pasión Viviente única en España, que se viene representando desde 1970, cuando el entonces párroco, Rufino Vargas, recuperó una tradición cuyos orígenes se remontan siglos atrás.

La escenificación dará comienzo frente a la Colegiata de San Cosme y San Damián, donde se representará la Última Cena que Cristo compartió con sus apóstoles. De ahí se pasará al Huerto de los Olivos, recreado en la Plaza del Rey Chindasvinto, y a la Coronación de Espinas, al son de la marcha fúnebre y bajo la tenue sombra del Torreón. En la Plaza Mayor, fieles y curiosos se encontrarán con Judas ahorcado, y el Archivo del Adelantamiento hará las veces de palacio para acoger el momento en el que Poncio Pilatos ‘se lava las manos’ en la decisión sobre la muerte de Cristo.

La crucifixión y el descendimiento son dos de los momentos más emotivos

La Pasión Viviente continuará con las escenas de la Caída de Jesús, el encuentro con Verónica y el Cirineo y el encuentro con la Virgen María. La estación de la crucifixión, en el soto y a la luz de las hogueras, es uno de los momentos de mayor espectacularidad de la noche. Y también destacan, por lo emotivo, las escenas del izado de la Cruz y las tres cruces en el Gólgota, en el Paseo de la Solana, junto a las murallas de Covarrubias. La última estación corresponde al descendimiento, ya en el interior de la Colegiata de San Cosme y San Damián.

La propuesta de la Villa Rachela es una de las que más fieles y turistas atrae, dentro de las diferentes ofertas de Semana Santa de la provincia. Llama la atención el silencio y la quietud de la Pasión Viviente, solo rotos por el caminar de los que procesionan, y que en este caso no son los pasos, sino el público espectador, uno de los “encantos” de la iniciativa. Además, las escenas están vivas, pero a la vez son estáticas, muy plásticas y visuales, y están protagonizadas por los propios vecinos, que incluso se confeccionan sus trajes.