El desenclavo del Cristo crucificado silencia Burgos en el luto del Viernes Santo

La Plaza de Santa María ha acogido el acto del descendimiento protagonizado por la réplica del Santísimo Cristo de Burgos

La Cofradía de las Siete Palabras han desenclavado a Jesús, muerto en la cruz, para presentarlo a los pies de la Virgen de la Consolación

El arzobispo de Burgos ha pedido a los fieles “coherencia”, que se comporten correctamente porque Dios dio la vida por su felicidad

El desenclavo del Cristo crucificado silencia Burgos en el luto del Viernes Santo El Desenclavo ha sido presenciado por cientos de fieles y visitantes. GIT

Y el templo del velo se rasgó por la mitad. Cristo se encomendó al Padre, y expiró. El sonido de la carraca de la Catedral de Burgos ha marcado el inicio de la jornada de luto de este Viernes Santo en la capital burgalesa. El Santísimo Cristo de Burgos y la Virgen de la Consolación han protagonizado este mediodía el Acto del Desenclavo de la Cruz, solemne e impresionante momento que recuerda el sacrificio de Jesús, “su acto piadoso y de salvación”, y la resignación de una madre que pierde a su hijo amado “por los pecados del mundo”.

Al arrullo del agua de la fuente de Santa María, y con el acompañamiento de cientos de burgaleses y visitantes, los cofrades de Las Siete Palabras han hecho entrar la réplica del Santísimo Cristo de Burgos, confeccionada en 2014 a imagen y semejanza del original del siglo XIV, en la Plaza de Santa María. Los toques y sones de la Agrupación Musical ‘San Fernando Rey’ han marcado el ascenso a la portada principal de la Catedral de Burgos, y la llegada de la Virgen de la Consolación, a hombros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Misericordia y la Esperanza.

Herráez ha recordado que lo vivido esta mañana “sucedió” en realidad, no es una mera recreación

Con respeto y solemnidad se ha procedido a la lectura de las Sagradas Escrituras, con un Santísimo Cristo de Burgos ya izado en la cruz, en sus últimos momentos de vida. La carraca de la Catedral, pieza del siglo XIX recuperada recientemente, ha anunciado la muerte de Jesús desde la Torre Norte de la Seo burgalesa. Y la Agrupación Musical ha acompañado con toques fúnebres un acto “impresionante”, en palabras del arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, quien ha recordado que lo vivido esta mañana “sucedió” en realidad, no es solo una recreación.

A continuación ha tenido lugar el acto del desenclavo, en el que los cofrades de La Siete Palabras han retirado uno a uno los clavos que sujetan la imagen del Santísimo Cristo de Burgos a la cruz de madera, para seguidamente hacerlo descender y presentarlo ante la madre llorosa. Una Virgen de la Consolación, de luto riguroso, que se ha despedido del hijo amado, sabedora de que lo ha perdido “por los pecados del mundo”, por la salvación del hombre, cumpliendo la palabra del Padre.

Coherencia

El Acto del Desenclavo ha finalizado con un tradicional besapiés a la figura del Santísimo Cristo de Burgos, y una breve reflexión del arzobispo. Fidel Herráez ha pedido “coherencia” en esta jornada de Viernes Santo, recordando que el Cristo que ha muerto en la cruz era también Dios, y “si nos damos cuenta de este hecho resulta fortísimente impresionante” el acto “piadoso y salvador” de Jesús. El arzobispo ha insistido en que dio la vida por la felicidad del hombre, y al hombre le corresponde comportarse correctamente con todos aquellos que le rodean.

Con Cristo muerto, la Semana Santa de Burgos continuará esta tarde con el Traslado del Cristo Yacente desde la Capilla de los Condestables de la Catedral, para su incorporación a la Procesión del Santo Entierro. El traslado tendrá lugar a las 20:00 y, a continuación, se iniciará el desfile procesional, con participación de dieciocho pasos, que recorrerán las principales calles del centro histórico. La procesión finalizará en la Plaza del Rey San Fernando, con entrada principal del Santo Sepulcro y La Soledad.