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La directora del Archivo Municipal, Yolanda Rodríguez, muestra la partitular original del Himno a Burgos. gabriel de la Iglesia
Archivo Municipal

Un guardián de la memoria de Burgos a prueba de pandemias

El Archivo Municipal no ha dejado de prestar servicio ni durante los momentos más duros de la pandemia, gracias a la atención telemática | Su fondo cuenta con más de 300.000 documentos, algunos con más de 1.000 años de historia, y su fototeca dispone de 36.000 registros

Sábado, 21 de noviembre 2020, 09:31

La pandemia de la covid-19 nos ha puesto a prueba a todos. Empresas, administraciones, entidades sociales y culturales y particulares han tenido que reinventarse para tratar de mantener su actividad, su día a día cuasicotidiano en medio de una crisis sanitaria inédita para las gentes del siglo XXI, aunque no única en la historia de la humanidad. La reinvención ha sido, en muchos casos, la mera aplicación de los avances tecnológicos, que ya nos facilitaban un mundo virtual pero que no habíamos aprovechado en todo su potencial.

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De estas oportunidades saben mucho en el Archivo Municipal de Burgos, cuyo amplio fondo documental está a disposición de los ciudadanos y, desde hace años, no solo en visita presencial a las instalaciones del Palacio de Castilfalé. Investigadores, profesionales o simplemente los curiosos pueden acceder a los documentos custodiados en el Archivo Municipal a través del catálogo en línea, pues mucha de la documentación está digitalizada, sobre todo la histórica.

Y lo que no se puede consultar en línea, se puede solicitar vía telemática y el personal del archivo lo remite, digitalizado. «Cada vez viene menos gente presencialmente al Archivo Municipal», reconoce su directora, Yolanda Rodríguez. La pandemia solo ha potenciado un recurso que se venía utilizando ya con mucha asiduidad como son las peticiones telemáticas, una tramitación rápida y que evita cualquier tipo de contacto, justo lo que se busca en esta crisis sanitaria.

Rodríguez explica que ni en los momentos más duros de la pandemia han estado parados. Se ha mantenido la atención telemática, una vía que utilizan el 40% de los investigadores. La fórmula es sencilla: remiten un correo electrónico al archivo comentando sus necesidades y reciben una hoja de solicitud, con el número de archivo que corresponde a su petición y la hoja de autoliquidación. El interesado lo devuelve cumplimentado, con el pago hecho y, a cambio, recibe la información.

Una ampliación añorada

El Archivo Municipal de Burgos cumplirá este diciembre su veinte aniversario en el Palacio de Castilfalé, a donde llegó en 1990 tras una importante obra de rehabilitación de emblemático inmueble de la calle Fernán González. Venía de las buhardillas de la Casa Consistorial, pero tiene sus orígenes en el Arco de Santa María, en el arca de las tres llaves.

Sin embargo, hace mucho tiempo que el Palacio de Castilfalé se ha quedado pequeño. Entres sus paredes se encuentra el archivo general, compuesto por los documentos de custodia permanente. El resto de documentos, lo que se destruyen una vez se ha superado el tiempo de conservación fijada, se encuentran en el archivo intermedio o de oficina, ubicado en los sótanos del Ayuntamiento de Burgos.

Y ambos están saturados. En el Palacio de Castilfalé, durante la pandemia y mientras estaban cerrados al público presencial, cinco trabajadores estuvieron realizando una labor de reordenación. Se reagruparon 30.000 cajas, liberando espacios para otras 1.500, lo que permite llevar documentos desde el Ayuntamiento a Castilfalé y desatascar pasillos y despachos, llenos de material que no entra en el archivo intermedio.

Sin embargo, se trata de una solución muy, muy provisonal. Como la creación de un depósito, con capacidad para 6.000 cajas, en el centro cívico de Vista Alegre, que se espera pueda estar operativo en 2021. Y es que lo de verdad se espera con gran interés es la ampliación del Palacio de Castilfalé.

La idea es construir un edificio anexo al palacete, en la parcela adquirida por el Ayuntamiento. Ya está en marcha el segundo concurso de ideas, tras anularse el primero, para seleccionar el proyecto para el edificio, que se ubicará en pleno Camino de Santiago y frente a la Catedral, dos bienes Patrimonio de la Humanidad.

La ampliación será la solución definitiva a la falta de espacio, aunque tardará en llegar, así que el depósito de Vista Alegre permitirá cierto «desahogo».

La mayor parte de las consultas que reciben proceden del ámbito de la construcción: arquitectos, aparejadores, constructoras, agencias inmobiliarias, empresas de reformas... que necesitan algún tipo de dato, documento o plano para una obra, una reforma, un peritaje, la inspección técnica... En estos casos, hay que pedir la documentación pues no es de acceso libre, por motivos de protección de datos, pero se facilita para consulta cuando está justificada la petición.

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Mientras, los investigadores e historiadores cada vez recurren menos a la petición al archivo pues suelen encontrar lo que buscan en el catálogo online. En 2019 fueron 180.000 las consultas realizadas bajo esta modalidad, comenta Rodríguez. Así que el investigador solo solicita documentación si esta no se encuentra en el catálogo online. Y solo acude fisicamente al Palacio de Castilfalé (ahora bajo cita previa) si tiene que consultar los archivos por duda sobre el documento que necesita. De lo contrario, todo se puede tramitar vía telemática.

300.000 documentos

El Archivo Municipal de Burgos cuenta en su haber con alrededor de 300.000 documentos. Su labor es custodiar los documentos derivados del Ayuntamiento, tanto de la actividad ordinaria como de la institucional, así que algunos tienen más de 1.000 años de antigüedad. Y como da servicio a una administración viva, se están incorporando documentos constantemente, aunque también se van eliminado aquellos que no son de custodia permanente.

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El archivo general alberga los documentos de custodia permanente, en el propio Palacio de Castilfalé, y el archivo intermedio o de oficina solo aquellos que tienen que conservarse durante un determinado tiempo. Pasado el mismo, se somente a una eliminación controlada. Ahora, el archivo intermedio se encuentra en los bajos del Ayuntamiento de Burgos, por falta de espacio en Castilfalé, y lo que no entra se acaba acumulando en despachos y pasillos municipales, a la espera de la tan demanda ampliación (o de una solución provisional de almacenamiento).

Yolanda Rodríguez recuerda que la labor del archivo es custodiar los documentos pero también ponerlos a disposición de la ciudadanía. De los 300.000 que actualmente forman el fondo documental, cerca de 200.000 son de libre acceso y se encuentran, en su mayoría, en el catálogo en línea. El resto son documentos que solo se pueden consultar bajo petición expresa y causa justificada, pues en la mayor parte de las ocasiones están bajo protección de datos.

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Memoria de Burgos

El Archivo Municipal custodia el patrimonio documental de la ciudad y la memoria colectiva, a través de pergaminos, documentos en papel, fotografías y, en el futuro, archivos electrónicos. Y uno de los recursos que más éxito tiene entre la ciudadanía es la fototeca y el proyecto de recuperación de la memoria gráfica de la ciudad, por el que los vecinos de Burgos llevan sus fotografías al archivo, donde son digitalizadas y se les devuelven (junto con una copia digital).

Actualmente, la fototeca cuenta con casi 36.000 imágenes, a las que hay que sumar las de los útimos fondos incorporados (18.000 del fondo del fotógrafo FEDE y 3.000 del fondo de González Manero). Y, de ellas, 13.000 están ya digitalizadas y accesibles para los ciudadanos. De hecho, en redes sociales se difunden muchas fotografías de la colección municipal, que llevan su marca de agua y que son de libre disposición siempre y cuando se cite la fuente.

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Yolanda Rodríguez insiste en que, más allá de la custodia, los documentos deben hacerse accesibles. El Archivo Municipal no está para conservar por conservar, cumple una serie de funciones y, entre ellas, se encuentra la de difundir el patrimonio documental de la ciudad. De ahí su trabajo constante en las redes sociales, la página web con con ese amplio catálogo online o sus talleres escolares, que ahora están suspendidos por la pandemia pero que reúnen a más de 4.000 alumnos, para los que se está diseñando una alternativa online.

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