Los feligreses burgaleses vuelven a los templos: mascarilla, indicaciones y gel desinfectante en lugar de agua bendita

La asistencia a los templos y la celebración de misas y ceremonias religiosas también tienen su desescalada. Con la entrada de toda la provincia de Burgos en la fase 1 se permite la asistencia grupal pero no masiva a los templos. No se puede superar el tercio del aforo, con misas diarias y dominicales. Las pilas de agua bendita estarán vacías y se organizarán las filas para comulgar.

Además, las puertas deben estar abiertas durante toda la eucaristía para evitar que se toquen los picaportes. A las puertas de las iglesias burgalesas se puede observar carteles en los que se exige el uso de mascarilla para acceder al templo. Igualmente, se diferencia la puerta de entrada de la de salida. A la entrada de los templos se han instalado dispensadores de gel desinfectante.

Dentro de la iglesia, como ocurre en la de San Lesmes de la capital burgalesa, nos encontraremos con un circuito marcado en el suelo para evitar encontrarnos con otras personas. Hay una sentido de entrada y otro de salida. Igualmente, se han precintado algunas filas de bancos para que, en caso de sentarse, haya mayor distancia entre los feligreses. Los que sí pueden usarse están igualmente marcados.

En la iglesia de San Lesmes, varias voluntarias se afanaban este lunes 25 de mayo en la desinfección de los bancos. Igualmente, carteles con el mensaje 'no tocar' se reparten por el templo y sobre algunas imágenes del mismo.

En la fase 2 de las medidas de alivio del confinamiento instaurado para frenar la pandemia de la covid-19, el aforo de las iglesias se aumentará al 50 por ciento y se mantendrán las medidas obligatorias de higiene y distancia. En la fase 3 se recuperará la actividad normal en los templos.