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«Que te donen su intimidad, su historia sin tapujos es una generosidad absoluta»
El fotógrafo burgalés Chomi Delgado ha recibido el Premio LUX de Oro en la categoría de Reportaje Documental por 'La historia de Daniela', en la que plasma la lucha de una mujer contra un cáncer de cerebro
Lo que no se ve, no existe. Es la máxima que mueve al fotógrafo burgalés Chomi Delgado. Una sentencia que lo mismo vale para referirse a la dura realidad que sufren cientos de personas en nuestro país (y que nos afanamos en ocultar bajo los filtros de Instagram) que a la pandemia de la covid-19 (cuyas imágenes se han coloreado para evitar mostrar la crudeza de una enfermedad que se ha llevado por delante miles de vidas, mientras muchos intentan seguir con la suya, mirando para otro lado).
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«Ha sido uno de los grandes errores de la primera ola», afirma Delgado, para quien la prioridad pasa por mostrar la realidad tal cual. Ya sea fotografía de boda o familiar, ya sean reportajes documentales. Imágenes realistas, sin manipulaciones, ni teatralizaciones, sin maquillaje. «Cuento las cosas tal como yo las percibo y trato de contar historias», explica. Y una de esas historias le ha hecho merecedor del Premio LUX de Oro en la categoría de Reportaje Documental (se trata de los Premios de Fotografía Profesional que organzia la Asociación de Fotógrafos Profesionales de España AFPE).
Delgado ya se llevó en 2018 el LUX de Plata por «La historia de Soraya y Nacho», un reportaje en el que se acercaba al día a día de una pareja formada por personas con parálisis cerebral, pero sin afección intelectual. Su relación de pareja, su intimidad y su sexualidad centraron el trabajo del fotógrafo, que sirvió para romper tabúes, pues ni pensamos ni queremos pararnos a pensar que las personas con discapacidad también pueden disfrutar de una vida en pareja plena, ya que todas las relaciones son iguales y a la vez distintas.
Ahora le ha llegado el momento a Daniela, la protagonista de la historia con la que Chomi Delgado ha ganado este segundo Premio LUX. «Una mujer en lucha titánica contra un cáncer de cerebro, muy agresivo», explica el forógrafo. «Una montaña rusa de emociones, de sentimientos de sensaciones», que se basa en la confianza plena que Daniela y su familia entregaron a Delgado. «Conseguir que determinadas personas, del primer mundo, donen su intimidad, su historia sin tapujos, es de una generosidad absoluta. Conseguirlo es muy gratificante y casi imposible».
Y Delgado pone el foco en el concepto 'primer mundo' porque damos un trato diferenciado a las desgracias humanas según de dónde procedan. «Las fotografías crudas tienen menos cabida en nuestra sociedad, a no ser que vengan del tercer mundo», afirma, pues aquí buscamos siempre esa belleza, ese postureo también, al que nos han acostumbrado las redes sociales. Preferimos no ver, para no saber, que aquí, en el primer mundo, también hay gente que sufre (y de la que no podemos distanciarnos).
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Una casualidad única
Chomi conoció a Daniela cuando iba a hacerle un reportaje fotográfico 'al uso'. A través de su pareja y de una amiga, el fotógrafo supo que una mujer de 56 años estaba buscando a un profesional porque quería hacerse unas fotografías. «Conectamos enseguida», afirma Delgado. «Me pedía que me centrase mucho en su rosto», explica, quería salir muy guapa porque para ello se había preparado. Y fue entonces, hablando del por qué de su insistencia en que tomase imáges de su cara, cuando Daniela se sinceró con Chomi y le contó cuál era su lucha.
Le habían diagnosticado un cáncer de cerebro, muy agresivo en principio y que conllevaría una deformación de los huesos de la cara, y Daniela no quería olvidarse de cómo era, físicamente. Y ahí, entre la confesión de Daniela y la buena reacción de Chomi, se fraguó una confianza que permitió crear esta 'Historia de Daniela'. «En un determinado momento, quité el objetivo de 85 milímetros y puse el de 35, que uso para los documentales», explica Delgado, y le dijo a Daniela que ahora iba a fotografiarla a ella. «Me miras como si te mirases al espejo y yo voy a fotografíar tu alma».
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De este modo, entre la comicidad, la tristeza y la alegría que fueron mostrands sus gestos, sus manos, su cara, Daniela se quitó la peluca (que Chomi no sabía que llevaba) y comenzó el repotaje. Escenas del día a día, de la cotidianidad de un enfermo de cáncer. «Muestro la pelea de Daniela tal como es. Cruda. Estamos acostumbrados a que los pacientes oncológicos salgan con el puño en alto, en positivo. Pero cuando cierran la puerta, y las cámaras se van, ellos viven otra realidad bastante dura. Miedo y soledad», apunta el fotógrafo.
Así que 'La historia de Daniela' ha querido mostrar esa realidad, empatizar con los enfermos que, ante imágenes en positivo, «se pueden sentir un poco pequeños». Sin embargo, todos tienen sus momentos de miedo, de sufrimiento, de llorar tras la quimioterapia, de soledad. Y hay que mostrarlo, porque la vida es así, con sus claroscuros. Por ese motivo, Chomi Delgado está tan contento por el premio recibido, pues hay mucha gente que ha hecho posible este reportaje, comenzando por Daniela y su familia, y siguiendo por Andrea Chame, antropóloga y fotógrafa documentalista.
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Fotografía social
Para Chomi Delgado, este segundo Premio LUX viene a confirmar un estilo de fotografía que le apasiona. Su día a día profesional se centra en la fotografía de boda, también en la familiar, siempre desde una perspectiva lo más personal posible y realista, para captar la personalidad de los fotografiados. Sin embargo, su ambición es poder dedicarse (con ingresos reconocidos) a la fotografía social. Proyectos como las historias de Daniela y Soraya y Nacho reflejan la importancia de mostrara a la sociedad realidades que permanecen ocultas.
Las asociaciones, los colectivos sociales deberían apostar por la comunicación, por mostrar a través de fotografías el trabajo que realizan. Es una buena manera de darse a conocer, de informar a los que ya colaboran con ellos de para qué sirven sus aportaciones y animar a otros muchos a colaborar. Lo hacen las grandes asociaciones nacionales e internacionales, así que por qué no las pequeñas y medianas, reflexiona Delgado, quien recuerda que proyectos como estos que le han hecho merecedor de los Premios LUX tienen un beneficio económico negativo. No dan dinero, pero conciencian.
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Y es que el ser humano, como ya le pasó a Santo Tomás, parece que necesita ver para creer. Es lo que nos ha faltado en la crisis de la covid-19. Fotógrafos y periodistas hemos tenido muchos problemas para acceder a los hospitales, a las UCI (la experiencia que cuenta este fin de semana El Norte de Castilla así lo acredita, pues es el primer medio de comunicación que entra en una UCI en Castilla y León, tras nueve meses de pandemia) y no hemos podido mostrar la realidad tal cual ha sido y es.
En la sociedad en la que vivimos «es totalmente aceptable ver la desgracia de otros sitios pero ocultar las nuestras. Habría sido muy buena idea mostrar la covid-19 tal como es, sin esconder nada, así la gente habría sido mas consciente frente a la responsabilidad que se le exige», apunta Chomi Delgado. La pandemia es muerte, dolor, sufrimiento, sanitarios agotados, un sistema al límite de sus posibilidades, una brutal crisis económica y social, y no aplausos, arcoiris y frases en positivo.
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