El turismo rural se desploma un 51% en Burgos en septiembre

La covid sigue pasando factura al sector turístico, incluido también el vinculado al ámbito rural. Así lo demuestran los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan un desplome más que significativo del número de viajeros y pernoctaciones en la provincia de Burgos durante el pasado mes de septiembre. La caída respecto a las cifras de hace un año supera el 51% en ambos casos.

En este sentido, cabe destacar que el cierre de las fronteras por parte de varios países con España ha sustanciado el desplome prácticamente total del número de viajeros internacionales, que en septiembre apenas ascendieron a 245, frente a los 2.275 registrados justo un año antes, lo que supone una reducción del 89,2%.

También el número de viajeros nacionales retrocedió en cifras muy significativas, aunque de manera menos pronunciada. Así, en septiembre se contabilizaron 4.593 viajeros, frente a los 7.659 del año anterior (un 40% menos). El resultado global: una caída del 51,2% del número total de viajeros (nacionales e internacionales), que pasaronde 9.934 en septiembre de 2019 a apenas 4.838 en septiembre de 2020.

Obviamente, esta sensible reducción se trasladó también a la estadística de pernoctaciones, que apenas alcanzaron las 10.360, frente a las 21.459 de septiembre del año pasado. La caída, en este caso, también es del 51,7%, con un impacto más significativo en cuanto a las pernoctaciones internacionales (566, un 81% menos) que a las nacionales (9.794, un 46,9% menos).

La estancia media se situó en 2,14 noches por cada viajero, mientras que la ocupación media se desplomó 8 puntos hasta situarse en un pírrico 8,13%. En el caso de los fines de semana, la caída de la ocupación media fue incluso más sangrante, ya que cayó 12 puntos porcentuales respecto a septiembre de 2019 hasta situarse en un 21,87%.

Con estos datos sobre la mesa, no se puede hablar de otra cosa que no sea crisis del sector. Una crisis aguda, por cierto, y que afecta en mayor o menor medida a todas las provincias del entorno. Así, la estadística de la comunidad autónoma también se ha desplomado.

Obviamente, esa dinámica, que se arrastra ya desde hace algún tiempo y viene determinada totalmente por la evolución de la pandemia de la covid-19 y de las restricciones impuestas por las administraciones, ya está teniendo efectos directos sobre las empresas y el empleo del sector. Así, en septiembre de 2020 permanecían abiertos en la provincia un total de 429 establecimientos de turismo rural, lo que supone un 2% menos que los registrados un año antes. A raíz de ahí, el volumen de plazas disponibles también se redujo un 3,9% hasta un total de 4.245 y, lo que es peor, el empleo cayó un 16,72%, habiéndose perdido 90 puestos de trabajo por el camino (448 frente a los 538 de septiembre de 2019).