El triple crimen de los Barrio en Burgos: «Mi sobrino fue el autor de las muertes de sus padres y hermano»
La familia de la madre asesinada se reafirma en que el único sospecho es el hijo y hermano de las víctimas, Rodrigo Barrio, mientras que la defensa de los familiares del padre aseguran que «se le ha hecho un daño irreparable»
El triple crimen de la familia Barrio sigue muy presente en la sociedad burgalesa, aunque apenas se hable de lo sucedido en ese 7 de junio de 2004, cuando aparecieron acuchillados el padre (Salvador Crisanto Barrio Espinosa, de 53 años), la madre (Julia Dos Ramos Santamarina, de 47) y el hijo pequeño (Álvaro Barrio Dos Ramos, de 12) en su vivienda de la calle Jesús María Ordoño de la capital burgalesa.
Publicidad
17 años después se sigue buscando al culpable, aunque por el banquillo de acusados haya pasando brevemente el único sobreviviente del núcleo familiar de los Barrio Dos Ramos, el hijo mayor Rodrigo, que estudiaba en régimen interno en los hermanos gabrielistas de La Aguilera, en Aranda de Duero. En junio de 2007 se le detuvo como presunto autor del crimen al considerar que había actuado motivado por los celos enfermizos que sentía hacia su hermano pequeño.
El juez decretó el internamiento en el centro de menores Zambrana, en Valladolid, donde permaneció durante tres días. Según las investigaciones, Rodrigo habría cogido un coche del centro en el que permanecía interno, habría conducido durante un trayecto de unos 45 minutos hasta su casa de Burgos a pesar de ser menor, asesinado a su familia y vuelto al colegio. Una tesis que duró tres días al decidir el Juzgado de Menores de Burgos el fin de la medida cautelar de internamiento y ordenar la puesta en libertad de Rodrigo.
Noticia Relacionada
6.209 días, 99 puñaladas y un triple crimen sin resolver en Burgos
Tras la muerte de sus padres y hermano, Rodrigo se trasladó a Galicia con varios de los hermanos de su madre y tutores legales desde ese 7 de junio de 2004. La acusación de Rodrigo como posible autor del triple crimen destapó las sospechas de sus tíos, que empezaron a pensar que su sobrino había sido el asesino de sus padres y hermano. «La visión de los hechos la tengo muy formada. Sigo pensando que Rodrigo fue el asesino» relata 17 años después el hermano de la madre de Rodrigo, Benito Dos Ramos.
Revive la historia desde Queirugás, una pequeña aldea pedánea de Verín (Orense) y donde descansan los restos mortales de Julia y Álvaro. Allí comparte el dolor estos días Benito con el resto de sus hermanos y con la esperanza de que algún día se conozca qué sucedió realmente esa noche de primavera en Burgos. «La esperanza no se ha perdido, pero es cada vez más floja», continúa Benito.
Publicidad
Su herida sigue sangrando a borbotones y «tan solo conocer al culpable nos pondría una venda». Hace años que el propio Benito y sus hermanos cortaron la relación con Rodrigo. «Debe cambiar de móvil cada poco tiempo», añade.
«Cuando fuimos los tutores legales de Rodrigo, nos implicamos en hacer las cosas de la mejor forma posible. Intentábamos ayudar en todo lo posible. Todo lo que humanamente se pudo hacer, lo hemos hecho, siempre con buena fe y buena intención», describe Benito, que desgrana los motivos de por qué ve a su sobrino como el único culpable. «Era una persona que no daba la cara, que se escondía, que se parapeta detrás y decía que se buscaran la vida para dar con los culpables. Cuando le decía 'Rodrigo, aquí tenemos que buscar, aquí tenemos que hacer...' a él le daba igual. Luego empiezas a ver detalles, mentiras y, además, te intentaba cambiar de rumbo cuando ibas en una línea concreta... Eran cosas fundamentales para la investigación y ponía esas trabas. Podría decir folios y folios de varias cosas. Rodrigo debería estar tirando del carro de esta situación», prosigue.
Publicidad
Casi 20 años después, Benito Dos Ramos no pierde la esperanza, aunque lamenta la poca ayuda y la paralización del caso. «He perdido muchísima salud y es una losa que llevamos encima. He estado desde el primer día y he visto gente que se ha implicado y otros que se han quedado detrás de la mesa, a la sombra. Somos cuatro los que tenemos intención de que esto se mueva», afirma el hermano de Julia.
Otros acusados
El caso volvió a reabrirse en 2014. Entonces en el punto de mira se encontraba un vecino del pueblo de La Parte de Bureba que durante el entierro de Salvador aceleró su tractor en las tierras colindantes con el cementerio. O que pocas horas después escribió sobre su tumba pintadas insultantes que decían «cerdo, cabrón, hijo de puta». En marzo de 2005, Ángel Ruiz fue detenido como autor de esas pintadas. Y aunque la Policía que estaba encargada de la investigación del triple crimen llevó a cabo el registro de su casa y le tomó declaración a los tres días quedó en libertad. 'Angelillo', como le conocían en el pueblo, tenía coartada y era poco probable que conociese el domicilio de los Barrio en Burgos.
Publicidad
Fue condenado por las pintadas en el cementerio, eso sí, pero la titular del juzgado de Instrucción número 2 ordenó archivar la causa contra Ángel Ruiz por su presunta implicación en el crimen de la familia Barrio. En el auto, la magistrada señalaba que no se habían descubierto indicios que apuntaran hacia él como el autor del triple asesinato, por lo que declaró el sobreseimiento provisional del caso. «Se ha abierto una línea con Angelillo por las pintadas, pero se quedó como el primer día. Porque investiguen, no voy a poner pegas, pero si pierdes una moneda y la buscas donde no la has perdido, no la encontrarás», detalla Benito Dos Ramos.
Sin embargo, todavía se volvería a reabrir en una ocasión más con el mismo protagonista en el punto de mira. En julio de 2016, la Audiencia Provincial de Burgos solicitó al Juzgado de Instrucción número 2 que continuara con la causa contra Ángel Ruiz al encontrarse nuevos indicios que le vinculaban con el asesinato de Salvador Barrio, Julia Dos Ramos y Álvaro Barrio.
Publicidad
«La investigación parece que sigue con una persona de La Parte de Bureba. Sigue estando en secreto de sumario, es una especie de laguna», apunta recientemente Pedro Torres, abogado de la familia paterna de Rodrigo y defensor del joven tras las acusaciones del triple crimen. «Estaba en un colegio interno. Quiso decirse que robó un coche en el colegio San Gabriel cuando no tenía ni carné de conducir, que vino e hizo el crimen y no se enteró nadie. Esa fue una cuestión demasiado forzada y terminó con el archivo del procedimiento y con un gran daño social. La investigación se dirigió contra el hijo de una forma errónea y le causó unos grandes problemas. Nadie pensó en las consecuencias.», analiza Torres, que reconoce que las relaciones familiares se «han complicado».
«Se han dividido pero por razones ajenas como la económica. Es una opinión mía. Se ha complicado todo mucho y por razones que trascienden de la mera autoría», añade.
Al igual que la familia Dos Ramos, los Barrio, en La Parte de Bureba, también están desanimados según relata el propio Pedro Torres. «La familia está desanimada, entre ellos el hijo. Es el primer interesado en saber qué ha pasado. Están con muy pocas esperanzas de que haya luz en el asunto. Me da que los jueces están un poco desanimados para seguir esta investigación. No tiene un final lógico. El caso está vivo, pero medio paralizado. Cuando no hay noticias nuevas ni datos, crea un desánimo en la familia, abogados, juzgado...», recalca el abogado de la familia paterna.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión