Las bicicletas, el medio de transporte perfecto para la cuarentena social

Igual que se ven más vehículos circulando por la ciudad, o más peatones en las aceras, se ven ciclistas pedaleando por Burgos. No es que se hayan saltado la cuarentena social, ni mucho menos. Es que la bicicleta es el medio de transporte casi perfecto para hacer frente a la crisis sanitaria del coronavirus covid-19, cumpliendo con el estado de alarma y con las obligaciones laborales que se mantienen, ahora que se ha retomado parte de la actividad económica.

En la bicicleta no hay contacto con terceras personas, explica Pedro Mediavilla, del colectivo Burgos con Bici. Además, permite hacer desplazamientos relativamente largos, mucho más que si se va a pie, algo a tener en cuenta en una ciudad tan alargada como Burgos. Y, para rematar, no contamina como el vehículo privado. Así que «la bici es el instrumento perfecto para moverte ahora mismo», afirma Mediavilla.

Eso sí, su uso es anecdótico pero no por ello despreciable. «Siempre se ha podido utilizar la bicicleta para los desplazamientos permitidos», desde el primer momento del estado de alarma, recuerda Mediavilla. Lo que pasa es que ahora lo recomiendan con mayor intensidad, sobre todo si la alternativa es el transporte colectivo, que incluye siempre un contacto con terceros que incrementa el riesgo de contagio.

Y hay burgaleses que se mueven en bicicleta por la ciudad, para ir al puesto de trabajo o realizar compras permitidas. Y, de momento, no se ha registrado ningún problema con la policía, al menos que en Burgos con Bici sepan. Sí ha habido identificaciones, pero como ocurre si se va a pie o en coche, que se pide justificación para estar en la calle. Pero si se cumple con el estado de alarma, por ir en bici no hay mayor problema.

Eso sí, cabe recordar que las normas incluidas en la nueva Ordenanza de Movilidad están en vigor y, por tanto, los ciclistas solo pueden circular por las zonas habilitadas. Lo único que ha cambiado es que hay menos tráfico y, por tanto, se puede circular con mayor comodida por la calzada. O que las restricciones en zonas peatonales tienen mucho menos sentido del que tenían antes.

Desde el colectivo Burgos con Bici esperan que, una vez se supere la crisis sanitaria, el Ayuntamiento revise la Ordenanza de Movilidad y se remplantee, sobre todo, las áreas de tráfico restringido. «Tenemos esperanza», afirma Pedro Mediavilla, sobre todo después de la gran contestación social que siguió a la entrada en vigor de la normativa, y confía en que se pueda volver a circular por el centro histórico.

«El espíritu de la ordenanza es positivo pero tienen ciertas maldades que hacen que el ciclista se haya soliviantado», afirma Mediavilla. «Maldades» que se pueden modificar si hay voluntad política.