Burgos homenajea a la nadadora Marta Fernández

El Ayuntamiento de Burgos, en nombre de toda la ciudad, ha rendido esta tarde un pequeño homenaje a la triple medallista paralímpica Marta Fernández. Lo ha hecho con la simbólica colocación de un gorro de nadadora, unas gafas de agua y la réplica de las tres medallas obtenidas en los últimos Juegos Paralímpicos de París a la estatua del Cid en la plaza del mismo nombre.

La alcaldesa de la ciudad, Cristina Ayala, ha agradecido a la deportista burgalesa su «tesón y su esfuerzo» en su disciplina deportiva. La regidora ha destacado el hecho de que la nadadora ha llevado Burgos «a todo el mundo» y ha hecho el nombre de ciudad más conocido «e internacional».

Ha reconocido también el acompañamiento de toda la familia de Marta en estos logros. No ha dejado pasar la ocasión de valorar el trabajo que realizan las personas con capacidades diversas, más en el ámbito del deporte.

«Estos logros de los deportistas que tienen algún tipo de discapacidad redundan en seguir creyendo que todos somos iguales, independientemente de nuestras capacidades, que cada uno tenemos unas distintas, independientemente de lo que hagamos», ha subrayado Ayala.

Con este acto, toda la ciudad ha reconocido los logros deportivos y personales de una mujer de 30 años que, además del deporte, trabaja y tiene que compaginar todas sus actividades.

Por su parte, la nadadora burgalesa, quien ha agradecido el homenaje de su ciudad, ha recordado que durante estos tres años ha sentido «muchas muestras de cariño y reconocimiento».

La paralímpica ha compartido el mérito de las medallas. «No son mías, yo soy la cara visible», ha apuntado en alusión a su familia que son los que hacen que ella se las pueda colgar del cuello. No ha olvidado tampoco a su entrenador y a sus compañeros de equipo con los que entrena en Valladolid.

«Han sido 12 años de mucho trabajo» y sin ellos, reconoce, no habría llegado «a París ni a Tokio».

Se trata, en todo caso, de un homenaje más a la nadadora, cuyo palmarés la coloca como una de las deportistas más laureadas en la historia de Burgos. A sus tres medallas en París y las otras tres en Tokio se le suman un buen número de campeonatos nacionales e internacionales, motivo por el que se le acumulan los homenajes.

De hecho, las piscinas del complejo de San Amaro en la capital burgalesa y la piscina cubierta de Viladiego llevan ya su nombre y anteriormente había sido recibida institucionalmente por la Delegación del Gobierno en Castilla y León.

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