Ver fotos

Adrián, Eduardo y Alberto son tres de los participantes en la movilización PCR

«No queremos que nos multen por ir al trabajo o venir al centro en bicicleta»

Los ciclistas de Burgos lamentan que la nueva Ordenanza de Movilidad les «lance» a la calzada y piden una normativa que les permita convivir con los peatones

Domingo, 16 de febrero 2020, 16:35

La crítica ha sido unánime. La Plaza Mayor de Burgos ha acogido este mediodía una concentración contra la Ordenanza de Movilidad, que el colectivo ciclista considera «un despropósito», «ilógica» y «restrictiva». En todos los casos exigen contar con espacios reservados para la bicicleta, zonas seguras de paso y convivir con el peatón. Temen por su futuro pues la ordenanza les deja pocas alternativas: el riesgo de la calzada, ir por la acera y que te pongan una multa o dejar la bici en casa. En todos los casos, nada que sirva para incentivar una movilidad sostenible.

Publicidad

Miguel, uno de los ciclistas que ha respondido a la llamada a la movilización realizada a través de las redes sociales durante esta semana, afirma que la normativa es «restrictiva». Los carriles bici en Burgos «están muy bien para dar vueltas por la ciudad pero no para desplazarse al trabajo», pues mucha gente tiene que atraversar calles peatones y, ahora, ya no pueden hacerlo, deben ir por las calzadas.

«Necesitamos que nos dejen nuestro espacio», afirma Miguel. «No se puede cerrar el centro» y existen alternativas, como definir zonas de prioridad peatonal. Además, hasta ahora los ciclistas iban «con cuidado» por las zonas peatonales. Y a los que no sean respetuosos con los peatones, hay que multarles. Es a ellos a los que hay que perseguir, no a todos los ciclistas, comenta Dani, otro de los asistentes.

Él y Elena utilizan a diario la bici para ir al trabajo, son usuarios de las aceras como los peatones e insisten en que «se debe perseguir al que infringe» la normativa pero muchos ciclistas saben ir a paso hombre por las zonas peatonales. «La normativa es ilógica y muy poco práctica», afirma Elena, quien no entiende cómo es posible que se hable de movilidad sostenible y de luchar contra la contaminación y no se favorezca el uso de la bicicleta.

La nueva Ordenanza de Movilidad solo reproduce las limitaciones ya existentes, pues la circulación de bicis por aceras, plazas y vías peatonales nunca ha estado permitida. Sin embargo, se ha permitido en Burgos y de lo que se quejan los ciclistas es de que, teniendo la oportunidad, no se haya mejorado la permeabilidad de la ciudad y se cierre el centro a la bicicleta.

Publicidad

Dani y Elena van a diario al trabajo en bicicleta PCR

«Se pueden compartir las zonas peatonales si lanzarnos a la calzada», opina Dani, pues se pone a los ciclistas en una situación peligrosa. Lo mismo opinan usuarios de los patinentes, a los que también afecta la nueva Ordenanza de Movilidad. Las zonas de paso habilitadas son escasas y se les obliga a ir por la calzada cuando no todos los usuarios de patinete tienen por qué conocer las normas de circulación. Tampoco tienen intermitentes, insisten, y son especialmente vulnerables porque los coches «no los ven».

Convivencia

Javier, padre de familia, utiliza la bicicleta para llevar a sus dos hijas al colegio. Ahora va por las aceras pero, en breve, tendrá que lanzarse a la carretera y no lo ve seguro. «Se puede compartir la calle con los peatones, pero con criterio», reconoce y lamenta que algunos ciclistas vayan a toda velocidad por aceras y zonas peatonales. Mientras, Ana reclama más infraestructuras para salir de las aceras pues considera que las bicis deben contar con sus propias vías seguras.

Publicidad

Eso sí, no cree conveniente que la reorganización de la movilidad en Burgos se haga a golpe de multa y con medidas drásticas. La Policía Local está ahora realizando una campaña de información pero acabarán llegando las multas. Y, lo peor, es que ni los agentes acaban de aclararse. Así lo aseguran Adrián, Eduardo y Alberto, a quienes los policías le han dicho tanto que deben llevar casco y chaleco como que no.

Estos tres amigos consideran que lo que propone la ordenanza es un «despropósito». No pueden estar utilizando carriles bici deficientes, cambiando de vía de circulación, subiendo y bajándose de la bici constantemente. Reclaman carriles bici en condiciones, que se habiliten zonas de convivencia con los peatones y que se señalicen las ciclocalles y los ciclocarriles. «No se requiere de una gran inversión».

Publicidad

«No queremos que nos multen por ir al trabajo o venir al centro en bicicleta», comentan Adrián, Eduardo y Alberto. Y, como todos los ciclistas, afirman que si la alternativa es la multa, prefieren pagar a que les atropelle un coche. También aventuran que muchos ciclistas acabarán dejando la bici en casa y volviendo al vehículo particular, todo lo contrario de lo que debería promover una ordenanza de movilidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad